Se vende en Cataluña una iglesia románica ‘robada’ en San Esteban
Un portal inmobiliario ha puesto a la venta por 2,1 millones una finca en la que está la iglesia de Camprodón, adquirida en su día por el marchante que compró San Baudelio
Aunque parezca increíble hubo un tiempo, no hace tanto, en que vender el patrimonio no era algo extraño, ahí están ejemplos como San Baudelio repartido por museos norteamericanos y en aquella moda de expolio de templos románicos también se vio afectada San Esteban de Gormaz. Una de sus iglesias románicas, la que tenía la advocación de San Esteban y que estaba situada en la Placituela de la localidad, fue demolida, desmantelada y vendida a un marchante, por desgracia muy conocido en el patrimonio soriano, Leon Levi.
El mismo marchante que compró San Baudelio y que incluso cuenta con una sala propia en el Museo Metropolitan de Nueva York, adquirió, por 2.000 pesetas en los años 20, los 19.000 kilos de piedras en que quedó convertida la iglesia de San Esteban, para enviarla en tren a Barcelona. Acababa de producirse un nuevo «expolio legal» que además de arrancar de su lugar y su entorno este templo románico del siglo XII, descontextualizarlo, darle otro uso y convertirlo en vivienda, iba a acabar con los frescos que cubrían los muros de su nave, que representaban la Última Cena y que el arqueólogo Juan Cabré catalogó obra del siglo XIII.
Ahora, el portal inmobiliario Mil Anuncios, recoge su puesta a la venta por 2,1 millones de euros aunque el templo ya no esté en la villa ribereña sino en una finca privada de Camprodón (Gerona). La noticia del anuncio de la venta lleva días llenando las redes sociales y los Whats App de los sanestebeños que no han dudado en compartir la noticia y el anuncia para recordar, en muchos casos, que ese monumento nunca debió salir de su pueblo.
Ese sentir también lo ha recogido la alcaldesa de la localidad, María Luisa Aguilera, quien confirmó que desde el Consistorio se ha «captado el interés de mucha gente que se ha puesto en contacto con nosotros para que esos restos vuelvan a San Esteban» y por eso se han puesto en contacto con el portal inmobiliario para conocer si «existe la posibilidad o es una idea románica que pueda regresar».
Aguilera reconoció que «si hay una oportunidad, ahora es el momento» y por eso no quiere «dejar pasar esta ocasión», resaltando que además hay un cambio de sensibilidad entre la población un siglo más tarde «ahora eso no se ve como vendible, sino que nos aporta un valor añadido y es una parte de nuestro pasado de la que no nos podemos desprender», reconoció.
Desde el portal inmobiliario han recogido la inquietud sanestebeña y estudiarán la disposición de la propiedad para llegar a un acuerdo. Mientras, como reconoció la regidora sanestebeña, buscarán ponerse en contacto con otras administraciones «para recabar su apoyo», en referencia a Patrimonio de la Junta de Castilla y León y la Diócesis Osma-Soria, entre otras.
«Es un inicio», destacó Aguilera quien reconoció que además en estos momentos, junto con el cambio de conciencia de conservación del patrimonio también hay soluciones urbanísticas que ayudarían al retorno.
El anuncio de venta recoge que la propiedad que sale a la venta en el Paseo Maristany de la localidad catalana es una histórica casa de piedra, situada en una parcela de 3.918 metros cuadrados que cuenta con dos edificaciones, siendo el edificio principal «una casa de dos plantas anexa con una capilla reconstruida del siglo XII, originariamente de San Esteban de Gormaz, trasladada y reconstruida en Camprodón», reza el anuncio, escrito en catalán.
El templo se compone de atrio (50 metros cuadrados), porche (27 metros cuadrados) y claustro (42 metros cuadrados) decoradas por columnas con capiteles románicos, escudos nobiliarios y otros elementos visigodos, según explican en Mil Anuncios.
Aunque no está montada en el terreno como fue en su origen, guarda parte de su sabor medieval, recordando este templo que era parroquia de la localidad y que en 1920 vio como el Ayuntamiento de la localidad, dirigido entonces por Julio Miranda, comenzó con las primeras negociaciones de derribo, instando al cura, como responsable, a la demolición o reparación urgente de la iglesia, debido a su peligroso estado de conservación, según explica Carlos de la Casa en su libro sobre este expolio legal.
En el volumen se cuenta que tras lograr los permisos pertinentes en 1922 se procedió al derribo del templo, a pesar de la valoración por parte de los órganos de patrimonio, y se aprobó su venta a Leon Levi.
Quizás el destino del templo era América, porque durante años se produjo un vació de información, pero en 1952 Gaya Nuño redactó un artículo en el que contaba cómo Cayetano Vilella le informaba de que en su ciudad, Camprodón en Gerona, quedaba lo mejor y más característico de la iglesia de San Esteban.
Según De la Casa, ha habido una serie de modificaciones, como recoge en el libro conjunto que publicó junto a Juan José Ruiz Ezquerro, como las variaciones en la composición de una portada que se conserva, aunque tan solo con 15 de los 21 canecillos originales, y el ábside.
Falta las pinturas murales, pero en Camprodón se observa una galería porticada, que sin embargo no está documentada en la iglesia de San Esteban.
El debate está abierto pero en todos la opinión es clara, lo que nunca tuvo que haber sucedido fue este expolio legal que quedó empañado por otras operaciones de Leon Levi, el verdadero enemigo del patrimonio soriano