Eutiquio Cabrerizo recoge en un nuevo libro dos décadas de redes de Fuentearmegil

Hay personas que cumplen años y retos y que hacen válida esa expresión, tan de moda actualmente, de que la edad es una actitud. Porque Eutiquio Cabrerizo tiene, según su DNI 67 años, pero su mentalidad y energía nos muestran a una persona dinámica, con ganas de hacer cosas, universitario y entusiasta que bien podría pasar por una persona mucho más joven.

Uno de sus últimos proyectos está a punto de ver la luz, es su noveno libro, que publicará Gráficas Ochoa y que saldrá a la venta en los próximos días, bajo el título Érase una vez un pueblo, El Coto redondo de Fuentearmegil. Se trata de un libro que recoge «lo más interesante de la página web que mantengo desde hace veinte años sobre mi pueblo», explica el autor, asegurando que se trata de «la primera vez que de una web se hace un libro», una peculiaridad que permite recoger estas dos décadas de información, tradiciones, refranes, diccionario local y una serie de elementos propios no solo de su pueblo y comarca, sino extrapolables al resto de la provincia.

En sus 300 páginas, el libro de Cabrerizo se centra en la historia de estos cuatro pueblos que conforman Coto Redondo: Santervás, Fuencaliente, Zayuelas y el suyo, Fuentearmegil, pero reconoce el autor que al final los pueblos se parecen mucho y que lo que ocurre en estos pueblos es similar a lo que pasa en el resto de Soria y Castilla y León, que tienen también que luchar contra el grave problema de la despoblación y que «tenemos muchas cosas en común», aunque con las peculiaridades que él mismo ha ido recogiendo en la web desde 1998 cuando inició el proyecto.

Eutiquiano sabe que el volumen recoge «las distintas perspectivas de vida» y que todas esas peculiaridades de los pueblos pequeños «cada vez es más difícil salir adelante».

Llega así este regalo para los vecinos de estos pueblos, pero también para los amantes de las tradiciones y de la literatura, pasiones que también comparte Eutiquiano quien a sus 67 años está disfrutando desde hace cuatro de una jubilación que le ha permitido escribir y leer más y matricularse en la UNED para estudiar Antropología, por lo que también está estos días en la recta final de unos exámenes que tendrá que realizar en algo menos de un mes.

Y así, en este hombre inquieto que inició en su día estudios de Filosofía y Letras, se sumerge ahora en otra aventura educativa de la que está disfrutando, «aunque quizás no termine ninguna», bromea, pero que le han permitido obtener «un enfoque de la vida que la sido lo que me ha recogido toda mi vida», ya que Cabrerizo hace de la literatura y las humanidades «una parte muy importante a la hora de entender a la Humanidad», asegura.

No es la primera vez que Eutiquiano publica un libro, esta es su novena obra, después de cuatro novelas, un libro de cuentos (Un pueblo en la picota), una monografía de un taller de escritura y lectura que salió de su experiencia laboral, después de siete años impartiendo y dirigiendo talleres de animación a la lectura y escritura creativa, así como otros dos libros colectivos que recogieron cuentos y relatos de los pueblos de Coto Redondo, con la participación de numerosos vecinos de la zona.

Eutiquio Cabrerizo es natural de Fuentearmegil, donde ha presentado muchos de sus libros, aunque reside en Santander. El comenzó a vivir en su pueblo un problema de salud que no le ha impedido seguir disfrutando de la literatura ni de la escritura y que demuestra la importancia de la voluntad y de querer seguir activo, porque a los seis años comenzó a tener problemas de vista y a los ocho años se quedó complemente ciego, por lo que tuvo que comenzar a estudiar en Braille y trasladarse a la capital cántabra, mientras sigue recordando su infancia local y actualiza esa web desde Santander.

Hoy, más de 20 años después de iniciar la experiencia en las redes, Eutiquio vuelve a acercar a todos su pueblo, antes a los que estaban en la diáspora a partir de la web y ahora con un volumen que permitirá que aquellos menos hábiles con las tecnologías puedan disfrutar de la lectura en papel, junto a una chimenea o aprovechando las tardes del verano en que vuelven a sus pueblos o el de sus antepasados.

Eutiquio siempre dice que escribir es para él «un mecanismo de superviviencia», pero gracias a su trabajo en la web y en los libros, lo que está haciendo es permitir que pueblos como Fuentearmegil y los de Coto Redondo sigan vivos. Comenzó a escribir con 15 años y gracias a esta pasión le ha permitido saltar de estilos desde el cuento a la poesía o el relato breve, sin olvidar la novela. Un regalo que ahora podrá ver la luz y acercarnos un poco más una realidad de pasión por el pueblo del que guarda tan buenos recuerdos.