Quesería Tierras Altas amplía negocio con 250.000 euros y 8 empleos
L Pasa de abastecer a la hostelería, cuyos pedidos se desplomaron, a hacerlo a una gran superficie nacional en formato más pequeño y envases biodegradables
El emprendimiento sigue siendo posible. También en el medio rural y en plena comarca de Tierras Altas. El ejemplo es la alimentaria Quesería Tierras Altas, que se ha embarcado en un proyecto de ampliación que supone la creación de ocho puestos de trabajo. La empresa fundada y gestionada por Inmaculada Herráez pasó de sopesar la posibilidad de cerrar a lanzarse a un proyecto de ampliación y ampliar mercados por unos derroteros que no ha había explorado: «Decidí lo segundo», cuenta la responsable de la quesería, que ha invertido 250.000 euros en la iniciativa.
La decisión de ampliar fue un salvavidas. La quesería se queda durante la pandemia sin su principal cliente, que era la hostelería, canal al que abastecía de crema de queso de diferentes sabores. En torno al 95% de su producción iba a la restauración en envases grandes: mangas de 200 gramos y de medio kilo, cubos… «Todo orientado a la hostelería. Y tuve que plantearme cambiar de formato o cerrar la empresa».
Las nuevas tarrinas gustaron a «una gran superficie a nivel nacional» que es a quien ahora abastece la quesería casi al completo de su producción, «apostando por este cliente», lo cual les llevó a tener que comprar más maquinaria y contratar a más personal. Según la empresaria, se ha contratado a seis personas, cuatro en fábrica y dos para el área comercial, y la previsión es contratar a otras dos antes de abril.
«MARCA DIFERENCIAL»
La ampliación del negocio ha requerido la compra de una máquina rotativa de dosificación y termosellado; máquinas etiquetadoras; hornos de esterilización; y un detector de metal, entre la maquinaria. La emprendedora sitúa como «marca diferencial» de la iniciativa el hecho de que las tarrinas sean el 80% biodegradables. «Entrar a competir con grandes monstruos del sector que tienen de todo y mucho más que tú resulta imposible si no ofreces algo diferente», apunta.
La firma elabora ocho tipos de crems de queso de diferentes sabores. A excepción de la de camembert y azul, todas son «con materia prima de primera calidad y productos sorianos y, si no se puede, de provincias limítrofes», según Herráez. Una pequeña parte de su producción va a establecimientos delicatesen, en tiendas físicas, y a través de la plataforma compraensoria.
Quesería Tierras Altas se ubica en una nave alquilada al Ayuntamiento de San Pedro Manrique, que en su día adaptó para su negocio. Ahora ha solicitado al Consistorio 3.000 metros de suelo «para poder ampliar. Estamos pendientes de la compra porque tiene que salir a licitación. Comprar no es fácil en estos momentos, pero tenemos que apostar si queremos seguir creciendo», añade la emprendedora, crítica con la falta de apoyo «real» al emprendimiento en el medio rural. «Yo he llamado a todos los sitios posibles, incluyendo Proynerso y la Cámara de Comercio, y como ha sido a finales de año en todos me han dicho que ya no había dinero», cuenta.
Herráez alude a que «bien por el momento o por la mala suerte, no he recibido ningún tipo de ayuda ni al parecer lo voy a hacer», y alude en este sentido a que a ella le urgía comprar «ya» (en la recta final del año) la maquinaria cuando «se tiene que adquirir lo que necesites después de la presentación del proyecto y yo no podía esperarme a este año, cuando abrieran otra convocatoria».