Riesgo de desbordamiento de los ríos Duero y Ucero
Aumento de caudales en Navapalos, Garray y El Burgo por las precipitaciones
Las precipitaciones acumuladas de los días anteriores han incrementado los caudales de los ríos sorianos que este miércoles presentaron riesgos de desbordamientos en algunos tramos. La Confederación Hidrográfica del Duero activó el miércoles riesgo importante en el río Duero, a su paso por Navapalos y en el Ucero, a su paso por El Burgo de Osma, así como se advirtió de riesgo moderado en el tramo del río Duero a su paso por Garray.
El Duero a su paso por Navapalos superó a primera hora del miércoles el nivel de alarma con un caudal de 145,11 metros cúbicos por segundo, una tendencia que se estabilizó a lo largo de la jornada y descendió a los 127 metros cúbicos por segundo a primera hora de la tarde pero se mantenía con un riesgo importante. El nivel del Duero alcanzó los 4,65 metros en este tramo. Sin embargo, a su paso por Garray, el Duero presentaba un riesgo moderado de desbordamiento, al registrarse un caudal de 81,48 metros cúbicos y un nivel de 2,55 metros.
Según la información facilitada por la CHD, el Ucero estuvo en alarma durante toda la jornada, cuyo caudal alcanzó los 114 metros cúbicos por segundo. La imagen del afluente del Duero, a su paso por el corazón de la villa episcopal evidenciaba ayer el alto contenido en agua que presentaba su cuenca, con algunos desbordamientos que áreas ajardinadas.
Nada hace temer que la situación empeore o que esté fuera de control, aunque lo cierto es que desde que comenzó el año y la borrasca Filomena cruzó la comarca, los ríos que rodean El Burgo bajan con tanta agua que no se han recuperado los parques y jardines que sirven de zona de paseo a los vecinos.
De hecho, la salida de agua del pantano y la crecida de otros ríos que desembocan en el Ucero hace que la imagen que presenta el río cuente con más agua incluso que tras el deshielo de Filomena.
Desde su entrada en la localidad, cruzando la ‘Serna’ y discurriendo en paralelo al paseo de las murallas hasta llegar a la zona de confluencia del Abión y el Ucero, ‘las Tenerías’, el río se muestra completamente desbordado, arrasando áreas como el parque del Carmen, los jardines junto a las murallas y el paseo de Lagüera a causa de la crecida, sin que haya peligro ni para la población ni para el tráfico rodado.
Lo cierto es que esta crecida de los ríos no ha pillado por sorpresa y está bajo control y cuando finalicen los distintos temporales con los que ha empezado el 2021, los trabajadores de mantenimiento y parques y jardines tendrán que llevar a cabo las labores de limpieza de los parques infantiles y zonas embarradas.
No es El Burgo de Osma la única zona donde los ríos han recuperado su cauce histórico, ya que el Cañón del río Lobos también vio ayer como el río subía hasta la carretera de entrada a este parque natural, a la altura del bar, inundando uno de los carriles de acceso y en el interior incluso superando la zona de paseo, por lo que el acceso a la ermita ha quedado completamente cerrado al tráfico rodado.
Otro de los ríos, como el Pedrajas atravesó el miércoles Valonsadero con una gran cantidad de agua, donde se apreciaron importantes desbordamientos. Una imagen poco usual porque el Pedrajas suele estar seco en el tramo a la altura de Valonsadero.