Somaén: los primeros en ver a 'la Pilarica' en la ofrenda

Fueron los primeros en ver a la Pilarica en la tradicional ofrenda de flores en Zaragoza. La suerte deparó a un grupo de vecinos y allegados a Somaén salir en primer lugar en una emotiva y sentida ofrenda que se recordará siempre por ser la del regreso a la normalidad, tras la suspensión del acto el pasado año por la pandemia. 

Era un grupo de personas "algunos sorianos y otros residentes fuera pero todos vinculados a Somáen" que llevan años acudiendo a la ofrenda, aunque en esta ocasión solo fueron 20, entre ellos, Ana María Esteban Aguilar, de 82 años, la más veterana. La organización limitó el número de asistentes por grupos a ese número.

"La ilusión es la misma de siempre", manifestó horas antes de la ofrenda José Huerta Santander, natural de Somaén y residente en Arcos de Jalón, que acudió a la ofrenda junto a su esposa, Montserrat Sarmiento Monge, y su hija Ana. A última hora de la noche del lunes los preparativos estaban ya más que dispuestos: los trajes, el estandarte de Somaén, el cartel identificativo (Amigos de Somaén) y un bonito centro de flores para la Virgen. El grupo salió con las primeras luces, a las siete de la mañana, desde el parque en el que comenzaba el recorrido para continuar por el puente de Santiago e ir aproximándose a la plaza del Pilar, donde estaba la estructura, en esta ocasión con la mitad de los pisos que en anteriores ediciones.

"Siempre solemos pedir la salida en las primeras horas, pero este año el sorteo nos situó el primer grupo", dijo José, que fue vestido de piñorro, como el resto de su familia, aunque en el grupo predominaban los trajes de gala baturros. 

Esta "cuadrilla de amigos", fija en la ofrenda, lo es también en la petición a la Virgen del Pilar: "Que sigamos así, unidos, y que se acuerde del pueblo". Para qué más.