DIPUTACIÓN
Serrano: «No vamos a permitir actividades molestas para la población»
Benito Serrano, aclara a los vecinos de Tardesillas y que se acordó con la empresa el periodo y el horario para llevar a cabo vuelos acrobáticos
Aeródromo de Garray. HDS
«No vamos a permitir actividades molestas para la población». Así de contundente se mostró ayer el presidente de la Diputación, Benito Serrano, en referencia a la actividad de la Escuela Internacional del Vuelo Acrobático.
Vecinos de Tardesillas han solicitado un encuentro con el presidente de la Diputación para abordar el problema de contaminación acústica y aclarar la continuidad de la escuela.
Serrano explicó que hace unos meses se llegó a un acuerdo con la empresa que gestiona el aeródromo, Airpull, para cerrar la actividad de los vuelos. Así se iban a efectuar en torno a tres o cuatro semanas al año y en horario de 10 a 14 y de 18 a 20 horas.
El presidente de Diputación se sorprendió de esta petición porque dijo que tenía conocimiento de que los vecinos habían mantenido un encuentro con la alcaldesa de Garray, María José Jiménez, municipio al que pertenece Tardesillas, y vicepresidenta de la Diputación para abordar este problema y dijo que pensaba que ya se habían dado las oportunas explicaciones.
En este sentido Jiménez indicó que el pasado mes de agosto ya se había hablado de este problema con los vecinos y los acuerdos alcanzados para poder conciliar la actividad y el descanso de los vecinos. La alcaldesa explicó que desde entonces no se han realizado prácticas de vuelo acrobático por las condiciones meteorológicas y los vuelos se han realizado en otros aeródromos.
Los vecinos solicitantes de este encuentro indicaron que conviven con el ruido de avionetas a diario y no se han quejado por ello, y únicamente trasladan su malestar porque después del verano se produjeron vuelos acrobáticos que sí molestaban a sus vecinos.
En la petición se menciona que estos vuelos deportivos se pueden ver y oír por, entre otros, los residentes de la localidad de Tardesillas por ser «continuos, molestos y desagradables» para una estancia normal en una pequeña localidad y que, en cualquier caso, se asume que la utilización de un aeródromo, puede en ciertos momentos y épocas del año, ocasionar algún tipo de incomodidad.