MEMORIA HISTÓRICA
Buscarán en una cuneta los restos del maestro de Barahona y de dos vecinos del pueblo
La prospección de Recuerdo y Dignidad será el 3 de marzo tras la petición de la familia de Rufino Felipe Gómez Escribano, fusilado junto a Gregorio Ranz Iglesia y Félix Iglesia Casado
La Asociación Soriana Recuerdo y Dignifidad (ASRD) realizará una prospección arqueológica en Villasayas para localidad los restos del maestro de Barahona «asesinado desaparecido Rufino Felipe Gómez Escribano». Será el próximo tres de marzo en el término municipal de Villasayas, en un trabajo conjunto con la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
«Según todos los indicios el enterramiento clandestino se encuentra junto al de los también vecinos de Barahona Gregorio Ranz Iglesia y Félix Iglesia Casado», según explica la asociación memorialista.
La prospección responde a la petición de búsqueda realizada el pasado año por los familiares del maestro Rufino Felipe Gómez Escribano. Desde entonces, varios miembros de la asociación han realizado una «exhaustiva investigación» sobre las circunstancias de la ejecución y muerte del maestro de Barahona y de las otras dos personas citadas, así como del lugar de enterramiento.
Los hechos se produjeron en el mes de agosto de 1936, cuando tres vecinos de Barahona fueron detenidos y ejecutados en El Cargado de Villasayas la madrugada del 22 de agosto de 1936, según las investigaciones de Recuerdo y Dignidad.
Las víctimas
Rufino Felipe Gómez Escribano tenía 27 años en el momento de su muerte. Nacido en Borobia el 24 de marzo de 1909, era hijo de Evaristo y Bernardina. En febrero de 1930 consiguió su título de maestro, después de haber realizado sus estudios en la Escuela Normal de Maestros de Soria.
Trabajó durante varios años en la escuela del municipio de Barahona, donde residía junto a su mujer, Basilisa Calavia Celorrio, con quien iba a tener una hija. «Fue un maestro muy apreciado por sus alumnos y no tuvo problemas con los vecinos del pueblo», donde era conocida «por todos su gran profesionalidad».
Las otras dos personas ejecutadas, según la asociación, eran asimismo vecinos de Barahona. Natural de esta población y residente en la mismo, Félix Iglesia Casado era labrador de profesión. Estaba casado con Victorina Olmo Ranz y tenía un hijo de 10 años llamado Publio.
Mientras, Gregorio Ranz Iglesia, nacido alrededor de 1880, era labrador de profesión y «al parecer tenía una posada en el pueblo. Estaba casado y tenía un hermano que se llamaba Fidel, también fusilado», según las averiguaciones de Recuerdo y Dignidad.
En la prospección arqueológica que se llevará a cabo el próximo día 3 de marzo, la ASRD espera encontrar los restos mortales de los vecinos de Barahona ejecutados en el término de Villasayas en 1936, poco tiempo después de comenzar la Guerra Civil, al fondo de una cuneta en la carretera CL-101.
Esta intervención se enmarca en el convenio que la ASRD tiene con la Secretaría General de Memoria Histórica y Democrática dependiente de la Consejería de Trasparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior de la Junta de Castilla y León.
La Asociación Recuerdo y Dignidad está inmersa en la búsqueda de los familiares de Félix Iglesia Casado y Gregorio Ranz Iglesia, para comunicarles su probable localización, además de la posterior exhumación de los restos.
La asociación memorialista tiene «total confianza» en que la búsqueda permitirá el hallazgo de los cuerpos del maestro de Barahona y los dos vecinos del pueblo. «Tenemos testimonios orales que lo confirman», comentan fuentes de Recuerdo y Dignidad, que aluden asimismo a la información que facilita el libro de la represión en Soria (640 sorianos represaliados por Franco, de Antonio Hernández). «Todos los indicios apuntan a eso», añaden.
La última prospección tuvo lugar en septiembre del pasado año en Renieblas, para encontrar el cuerpo de Pedro Izquierdo Lasanta, pero la búsqueda fue infructuosa. La de Renieblas es una de las dos prospecciones que han dado resultado negativo en los 17 años que lleva trabajando la asociación en la provincia.
El lado positivo es el balance de las siete exhumaciones realizadas hasta la fecha: en ellas se han localizado los restos de hasta 30 personas, según fuentes de Recuerdo y Dignidad. El modus operandi es siempre el mismo, primero la prospección generalmente con miembros de la sociedad Aranzadi, en busca de restos que pueden o no ser materia ósea.
El hallazgo de un trozo de cuero de una cartera, unas lentes, incluso una bala, cuando no huesos frenan el trabajo de prospección y se procede a denunciar el hecho, tras lo cual tiene lugar la exhumación.