DESPOBLACIÓN
La falta de niños aboca al cierre al colegio de Deza y amenaza a otros más en Soria
La marcha del pueblo de uno de los tres escolares deja la matrícula en dos, por debajo de la ratio exigida. Educación esperará a septiembre para tomar una decisión
Las cifras son concienzudas y en materia de población y ratios son demasiado duras cuando se habla de servicios en el medio rural.
Esta semana ha acabado el curso escolar y en los pueblos comienzan a echar cuentas. A Deza no le salen. La escuela pierde uno de los tres alumnos matriculados y se quedará con dos, ratio insuficiente con el que se decide el cierre de unidades escolares rurales en Castilla y León. Todo hace presagiar, si nadie lo remedia, que esta escuela cerrará sus puertas y el próximo curso escolar los dos niños estudiarán en el CRA de Gómara.
«El colegio de Deza está en la cuerda floja», reconoció ayer el director provincial de Educación, Javier Barrio, quien conoce la situación de la escasa matrícula en el pueblo, pero indicó que la decisión del cierre se adoptará en septiembre, cuando se sepa con certeza el número de alumnos que comenzarán las clases. Barrio indicó que puede haber otras escuelas rurales de Soria con una matrícula ajustada de alumnos y el próximo curso se encuentren con el mismo problema.
El futuro no pinta bien para Deza y es poco probable que durante los meses de verano fijen residencia en el pueblo familias jóvenes con niños en edad escolar. El alcalde, Vicente Alejandre, así lo manifiesta, ya casi resignado de que el cierre de la escuela en Deza es una realidad.
El cambio de residencia de una de las familias que tiene niños en edad escolar es lo que propicia este cierre que se temen en el pueblo, aunque «oficialmente no sabemos nada todavía».
Además, la situación demográfica en Deza, que tiene un censo de 210 habitantes, no hace pensar que se pueda revertir el problema del cierre de la escuela, «en los pequeños negocios no ha habido relevo generacional y los agricultores jóvenes viven en Soria», explicó Alejandre.
En los últimos años, Deza ha dado la pelea para mantener la escuela abierta y evitar así largos desplazamientos de los pequeños hasta el centro de referencia en Gómara.
El curso escolar 2017-18 cerró porque no tenía el ratio de cuatro alumnos de matrícula, número que se exigía entonces, para mantenerla abierta. Una ratio que modificó posteriormente la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León y lo redujo a tres para mantener el servicio en los pequeños pueblos. No obstante la escuela permaneció cerrada otros dos años más en Deza que se reabrió en el curso 2020-21 con cinco niños, ante la llegada de alguna familia con hijos en edad escolar. Al paso de los dos años, el problema vuelve de nuevo y la falta de escolares que residen en el pueblo es la amenaza real para el cierre de la escuela de Deza.