MUNDO RURAL
Dando vida a los pueblos de Soria con la paleta de colores
Los vecinos de Fuentelsaz, Los Villares o Duruelo han pintado bolsas y macetas junto a la artista soriana Julita Romera
La pintura es una forma de expresión, de mostrar sentimientos y sensaciones y, además, también sirve para aportar color, belleza y alegría vistiendo rincones que de otra manera no lucirían igual de vistosos. Desde Alpartgata, la artista soriana Julita Romera, pone su granito de arena impartiendo diferentes talleres a lo largo y ancho del medio rural en los que la paleta de colores y la imaginación de los asistentes son los protagonistas finales de unas creaciones dignas de cualquier museo que se precie.
Romera indica que en Fuentelsaz realizaron un taller a primeros de agosto en el que los 15 participantes pintaron unas bolsas de tela de algodón plasmando increíbles y coloridos dibujos. Mariposas, búhos, unos divertidos gatos o una viñeta de Tintín con Milú fueron las estampas elegidas. «Hay verdaderos artistas», explica Romera.
En Los Villares una decena de mujeres han participado estos días en un taller de pintura de macetas de cerámica. «Hemos estado un par de horas por la tarde. Cada una ha escogido una maceta de un tamaño estándar y la decoración ha sido libre», indica Romera que añade: «En primer lugar explico los materiales y después, salvando el miedo escénico de algunas que es momentáneo, nos ponemos manos a la obra. Suelo mostrar siempre algún ejemplo pero la creatividad de cada una manda», asegura.
En este caso, «usamos pintura acrílica para cerámica con pinceles y no utilizamos barniz ya que al estar al aire libre y no poder respirar porque el barniz no deja poros las macetas se estropean más», explica Romera. De momento, en este caso «las mujeres participantes en el taller aún no han decidido si colocarán todas las macetas pintadas en algún espacio común o cada una en el balcón o el jardín de su casa». Este taller de Los Villares da continuidad al realizado hace unos meses en Duruelo de la Sierra en el que la artista pintó en una fachada un mural apoyándose de una foto antigua de la localidad. Este espacio se completó con la colocación de una serie de macetas también pintadas por varias participantes que dan vida a un rincón que, de otra manera, no tenía luz.
Esta próxima semana, Romera se desplazará a Muro donde realizará un taller similar pero en vez de pintando macetas será pintando tejas. «Siempre dejo que la imaginación fluya y que cada uno pinte lo que más le inspire pero es posible que en Muro tenga que ver con el mundo romano por la historia que este pueblo tiene detrás», indica Romera.
Por último, la artista también se refirió a la actividad desarrollada en Fuentecantos en un maridaje que tuvo lugar «entre una intervención literaria de la mano de Lucía Santamaría y diferentes trozos de vida (un jabón, una red, un nido de pájaros, una prenda bordada...) que hemos enmarcado y se han colgado en la pared del lavadero de la localidad». Una muestra que queda ahora como exposición permanente al aire libre en un entorno que recuerda la importancia del agua antes y ahora y en un espacio, el lavadero, testigo del paso del tiempo que luce ahora con bonitos recuerdos aportados por los propios vecinos en sus paredes de piedra.
El periplo estival también ha llevado a esta artista plástica soriana hasta la localidad de Oteruelos donde ha compartido un taller con los niños del pueblo pintando camisetas blancas que han cobrado vida con originales coloridos y dibujos. Una iniciativa que repartirá en fechas próximas en Los Villares donde volverá con este mismo taller.
Una serie de actividades que tienen como finalidad «compartir, por un lado, y la convivencia, por otro. Sacar a la gente de casa mas allá de la típica partida de cartas de la tarde. Y es pasar un rato juntas (la mayor parte de los participantes son mujeres) que agradecen. Todo ello con la pintura como denominador común», concluye Romera.