Heraldo-Diario de Soria

DIPUTACIÓN PROVINCIAL

Calatañazor, San Pedro y Aliud lideran el problema de falta de agua

Estas tres localidades, junto con Ventosa de San Pedro, han necesitado 891.000 litros durante el mes de agosto / La Diputación suministra 1,2 millones a 19 núcleos este mes

Camión cisterna de Diputación repartiendo agua en un pueblo de Soria. HDS

Camión cisterna de Diputación repartiendo agua en un pueblo de Soria. HDS

Publicado por
V.R.A.
Soria

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Los camiones cisterna de la Diputación han suministrado durante el mes de agosto un total de 1.265.000 litros de agua para consumo humano a 19 núcleos del medio rural soriano. Un dato revelador que pone el acento en la acuciante sequía que golpea a la provincia con tímidas lluvias en forma de tormenta que no palian el grave problema que viven los acuíferos y manantiales de algunos pueblos que no pueden abastecer a sus vecinos.

Calatañazor, con 286.000 litros, San Pedro Manrique que ya ha solicitado 265.000 litros de agua y Aliud donde se han trasladado 207.000 litros son sólo la punta de un iceberg en el que también se encuentran Ventosa de San Pedro (133.000 litros); Candilichera (57.000); Arévalo de la Sierra (44.000); Castilfrío (38.000); Trévago o Tajahuerce (ambos con 33.000 litros). Sin olvidar otros con unas necesidades menores pero con problemas de agua para el abastecimiento humano como Blacos, Villarraso; Valduérteles; La Cuesta; Noviales; Lodares de Osma; Las Fuentes; Pinilla de Caradueña; el bar de la Laguna Negra o Golmayo (María Moya Martínez). En total, 19 núcleos que han  provocado la salida de los camiones cisterna de la Diputación en 55 ocasiones durante este mes de agosto.

Sin embargo, son cuatro pueblos: Calatañazor, San Pedro Manrique, Aliud y Ventosa de San Pedro los que prácticamente copan la mayor parte de litros suministrados en el mes de agosto por la Diputación, un total de 891.000 litros de los 1.265.000 litros de agua para consumo humano repartidos por la provincia por las cisternas de la institución durante este pasado mes de agosto.

El alcalde de Calatañazor, Alfredo Pérez, indica que la falta de lluvias en la zona está dilatando un problema que se prolonga a pesar de que la población ha bajado de 400 vecinos en las primeras semanas de agosto a las 150 personas que hay ahora a punto de comenzar septiembre. En total, Calatañazor ha necesitado hasta el momento 286.000 litros de agua siendo la primera petición realizada el 11 de agosto y la última (de momento, ya que el problema en este municipio continúa) el pasado 28 de agosto. Fue en el mes de julio cuando el regidor elevó un bando de Alcaldía pidiendo a los vecinos un consumo responsable ante la situación del manantial y el acuífero del que se abastecen.

El alcalde de San Pedro Manrique, Julián Martínez, indicó que su problema de abastecimiento ha sido, sobre todo, debido al incremento de la población por el verano y la celebración de las fiestas. Un hecho que se suma a la sequía incipiente. Por ello, solicitó agua durante tres días consecutivos: 26, 27 y 28 de agosto: 265.000 litros. «San Pedro se abastece de elevar agua directamente a la red del río Linares y tenemos un pozo en la dehesa que da el agua que da». Con el escenario actual de escasez en los acuíferos «y el pueblo triplicando su población decidí solicitar agua para no tener ningún problema en este sentido». Una situación que se ha repetido en Ventosa de San Pedro (pedanía de San Pedro Manrique) que durante seis jornadas solicitó cubas de agua a la Diputación, 133.000 litros en total. «Viviendo todo el año no hay diez personas en el pueblo que, sin embargo, puede llegar a contar con 350 durante los días de celebración de las fiestas», indica Martínez añadiendo que pedir agua a la Diputación «ha dejado recuperar los pozos y manantiales unos días para poder recuperar los niveles de agua necesarios».

Por su parte, en Aliud su alcalde David Álvarez apunta que la prudencia y la responsabilidad ha ocasionado la petición de agua a la Diputación. Y es que, explica, «el pozo principal que nos abastece durante los años normales, con la sequía está vacío. Por eso contamos con un sondeo auxiliar en modo manual al que hay que ir y elevar el agua al depósito general. Tal vez podíamos haber subsistido sin necesidad de pedir agua, pero en un pueblo con 19 vecinos censados que en la segunda quincena de agosto ha crecido hasta rozar las 200 personas no podía arriesgarme, tenía que garantizar el suministro». Aún así, subraya, «todas las mañanas subo al depósito para ver la situación. Lo dejábamos descansar un par de días gracias al servicio de la Diputación y volvemos a usarlo. Ésta ha sido la forma de gestionarlo para no tener ningún problema. Máxime cuando este pasado lunes han terminado las fiestas en honor a la Virgen del Rosario por lo que durante cinco días el pueblo ha estado a tope. Las contadas lluvias, poco pero se van notando. De todas formas, aunque sin racionar, sí he pedido a los vecinos un consumo responsable». A pesar de todo, recuerda Álvarez, este año 2022 no ha sido el peor que ha vivido: «2012 fue un año más seco todavía. Desde el Martes a Escuela hasta finales de agosto pedimos una cuba de agua a la Diputación todos los días. En esa ocasión, también es verdad, que el sondeo auxiliar no funcionaba como ahora. Fue precisamente tras lo vivido ese año cuando decidimos que había que mejorarlo para no vivir situaciones similares».

Una situación que, de momento, no tiene visos de mejorar ya que las lluvias han sido escasas y no han paliado el problema con un embalse de la Cuerda del Pozo que se sitúa al 39% de su capacidad mientras el año pasado en estas mismas fechas se encontraba al 61%. De todas formas, los regidores del mundo rural y el propio presidente de la Diputación son optimistas y miran a septiembre con esperanza esperando que el mes arranque con lluvias que mejoren el escenario actual.

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