Una estruendosa mascletá sustituye los fuegos en la Bajada de Almazán
El Ayuntamiento modifica el espectáculo pirotécnico para ajustarse a la prohibición de la Junta que califican de «arbitraria» y «desmesurada»
La Bajada del Nazareno, el acto central de las fiestas de Almazán, se celebró ayer con más ruido de lo habitual en su regreso tras dos años de obligado silencio por el Covid.
Más ruido porque la prohibición por parte de la Junta de los fuegos artificiales ante el riesgo de incendios forestales originó críticas por parte de los representantes políticos de Almazán hacia el Gobierno regional, al tachar la decisión de «arbitraria» y «desmesurada». La negativa de la Junta obligó al Ayuntamiento a replantear el espectáculo pirotécnico y a tomar decisiones contrarreloj unas horas antes del la celebración de la singular procesión.
En estos cambios otro tipo de ruido fue el protagonista anoche. Se reforzó la traca de suelo, de manera excepcional, y se transformó en una estruendosa mascletá terrestre acompañada de una iluminación especial sobre todo en el momento en el que la imagen del patrón abandonaba la plaza Mayor.
Aunque se salvó la celebración y la asistencia de público fue multitudinaria, Almazán vivió con «tristeza» y con resignación su Bajada del Nazareno.
«Aceptamos y modificamos para que quede una Bajada lo más espectacular posible dentro de las limitaciones», así se expresó el alcalde, Jesús Cedazo, quien indicó que «las cosas se podrían haber hecho mejor».
En este sentido, el regidor adnamantino consideró que la prohibición de la Junta para Almazán es «arbitraria» porque si bien en las últimas semanas no se han autorizado espectáculos similares en otras localidades de la provincia sí se han permitido en otras provincias de la Comunidad Autónoma con situaciones similares.
Cedazo se refirió concretamente a los 10 espectáculos pirotécnicos que se han autorizado en las fiestas de Valladolid y también mencionó que este verano se han permitido eventos multitudinarios en terreno forestal con riesgo elevado de incendios en la provincia de Soria, «estamos ante una decisión totalmente arbitraria, que son habituales en esta provincia por parte de la Junta de Castilla y León», puntualizó el alcalde.
«Parece que es más fácil denegar y así todos dormimos más tranquilos, pero estamos hablando de unas fiestas de Interés Turístico Regional y en el casco urbano», agregó el regidor adnamantino.
Los días previos a las fiestas de Almazán y durante las mismas el alcalde ha mantenido varias conversaciones con la delegada territorial de la Junta, Yolanda de Gregorio. «Me consta», dijo el alcalde, «que imagino que han esperado hasta el último momento para tomar la decisión».
Alegaciones
El Ayuntamiento recibió hace unos días el comunicado de la Junta, en el que no autorizaba la pirotecnia aérea, por el riesgo extremo de incendios. En aquel momento el Ayuntamiento presentó alegaciones en las que se incluían algunas modificaciones del espectáculo para minimizar el riesgo de incendios.
Entre ellas se planteaba no subir los fuegos aéreos más de 40 metros «o incluso hacerlo por debajo, la plaza Mayor está encastrada y tiene edificios de 20 metros», puntualizó el alcalde. La Junta no admitió las alegaciones y se reafirmó en no autorizarlos. Incluso a última hora del pasado sábado, desde el Ayuntamiento se intentó suspender cautelarmente la resolución de la Junta a través de otras vías».
«Todo ha sido inútil, no nos quedó de otra que adaptarnos», lamentó el alcalde, quien recordó que la Junta tiene las competencias en espectáculos en los que se supera los 10 kilos de pólvora. Ayer en Almazán explotaron más de 300 kilos.
Los responsables municipales mantuvieron una reunión, a primera hora de la tarde de ayer, con los miembros de la empresa Pirotecnia Ricasa, en la que se cerró el espectáculo y se revisó que la traca que finalmente estalló cumplía con la autorización que había concedido la Junta de Castilla y León para Almazán.
PPSO
El portavoz municipal de la Plataforma del Pueblo Soriano (PPSO), José Antonio de Miguel, confió en que la mascletá terrestre que ayer acompañó al Nazareno haya sido una excepción. «Las normas están para cumplirlas pero es una verdadera lástima», en referencia a las condiciones en las que ayer se celebró la Bajada. Subrayó que además de la devoción y la procesión religiosa también es importante la traca y los fuegos y esta vez se ha quedado deslucida», puntualizó.
Para De Miguel, consideró que la medida de prohibición ha sido «desmesurada y están matando moscas a cañonazos». Agregó que la traca de la Bajada se ha tirado muchos años y algunos con sequía, a la vez que puso en valor el servicio preventivo de incendios. Para el acto se despliegan varias dotaciones que vigilan la plaza y los aledaños en el casco urbano.
De Miguel abogó por abordar la situación que se ha planteado en estas fiestas de cara a que en años sucesivos se pueda repetir la situación. «Las tradiciones están para mantenerlas y sería una lástima tener que cambiar el espectáculo del todo», significó.
PP
La concejala del PP, Mónica Machín, confesó que los cambios para el espectáculo de la Bajada «no han sido una buena noticia porque la queríamos vivir con todo su esplendor, pero las circunstancias son las que son y nos toca esperar al año que viene».
La procesión religiosa de la Bajada partió a las 21.30 horas desde la iglesia del Campanario y cuando atravesó la plaza Mayor tuvo lugar el momento más sobrecogedor del acto, la estruendosa mascletá. Unos ocho minutos fue el tiempo que tarda la procesión en recorrer la plaza. La imagen del Cristo, como es habitual, antes de salir por el arco de la villa y dirigirse a la ermita, se dio la vuelta para mirar de frente a los adnamantinos que llenaban la plaza.