Soria y sus tres milenios de telecomunicaciones

El burgense Rafael Romero presentó ayer en el salón Posada de la Diputación su libro ‘Tres mil años de telecomunicaciones en la provincia de Soria: de los mensajes a gritos al internet de las cosas’ que consta de dos volúmenes y que ha contado con una ardua labor de investigación para poner en blanco sobre negro tres milenios de sistemas de comunicación en la provincia. Tal y como explicó el autor, «es una obra densa que habla de Soria, de Soria, de Soria y más de Soria y donde los lectores pueden encontrar algunas suposiciones muy razonadas de la época celtibérica ante la falta de datos hasta la era de internet». El primer volumen abarca desde la Prehistoria hasta los años 1923-24 y el segundo desde esa fecha hasta la actualidad. El autor sabe de lo que escribe y prueba de ello es su vinculación a Telefónica a lo largo de toda su vida profesional y su dedicación y esfuerzo han contribuido a la construcción de esta historia que presenta.

El primer texto sumerge al lector en los orígenes de las telecomunicaciones a través de los testimonios de los clásicos, helenos y latinos. Abarca el período que arranca con la irrupción y asentamiento de los bárbaros del Norte, prosigue con la supremacía islámica procedente del Sur y continúa por la Edad Media, hasta llegar a finales del XVIII. Es en este período, tal y como explicó el autor, «cuando se pone de manifiesto la incidencia de la herradura en el retraso que sufrieron las telecomunicaciones y la utilización de la red de ahumadas en Castilla, incluida la provincia de Soria, para el envío de mensajes a distancia». Así se llega a la aparición del telégrafo óptico en España, «donde en 1841 una de sus líneas con torres de mampostería podría haber discurrido por esta provincia, pero no pudo ser», resumió.

De los orígenes del correo postal también habla el libro centrándose en el que se practicaba por la provincia desde el siglo XVI y prosiguiendo con la llegada del telégrafo eléctrico a Soria en 1857 y algo más tarde a algunos de sus pueblos.

El final de la última guerra carlista, en 1876, coincide con la aparición del teléfono, y el texto «describe su llegada a la provincia, primero el particular en 1892 y luego el público en 1915, y las enormes dificultades políticas y monetarias que existían en esta tierra para su primer desarrollo», indica.

Después la obra describe la aparición de la radio en todas sus vertientes «finalizando este primer volumen cuando se constata que por estos lugares algunos vecinos escuchaban la radiodifusión sonora con asiduidad, allá por 1924». El segundo libro «arranca en torno a la emblemática fecha del 19 de abril de 1924, en que se crea la C.T.N.E., luego Telefónica, cuyo protagonismo en la historia de las telecomunicaciones de nuestro país no se entiende sin ella». A partir de ahí, el libro recoge «el peregrinaje de los sorianos por conseguir la conexión telefónica directa entre Soria y Madrid, la ascendente radiomanía o la tímida ampliación de la telegrafía y la telefonía en nuestros pueblos» para continuar en la década de los años 40 y comienzos de los 50, con el nuevo contrato entre el Estado y la C.T.N.E. y lo que representó para esta provincia.

La 2ª mitad del siglo XX arranca con la creación de Radio Soria. «Se pone de relieve la velocidad y la dimensión que adquieren los progresos tecnológicos en el ámbito de las telecomunicaciones, y asistimos en 1956 a la inauguración del teléfono automático en Soria». Además, «ocupa un lugar importante la televisión, que, llegada su primera señal a Soria, a lo largo de varios años sus autoridades librarán muchas batallas con el Gobierno por sintonizarla adecuadamente, hasta ser la primera provincia en recibir la TDT», continúa el autor que añade: «Paralelamente, veremos la llegada a esta tierra de los teletipos y sistemas informáticos y posteriormente el acceso a Internet a través del ADSL y la fibra óptica». Y termina «esperando que los sorianos amplíen esos servicios, sin retrasos que marginen a la provincia para que acceda, sin ninguna dificultad, al ‘internet de las cosas’».