Fallece Baraquisio Calvo, mano derecha del industrial Emiliano Revilla
Fue un puntal en lo personal y en lo empresarial para el empresario chacinero que creo un importante grupo empresarial. "Han sido inseparables", aseguran los que conocen a ambos
El olvegueño Baraquisio Calvo Villar, expresidente de Copiso, y mano derecha del industrial olvegueño Emiliano Revilla, falleció ayer en Soria, a los 97 años.
El fallecido ha tenido una dilatada vida profesional y personal ligada a Industrias Cárnicas Revilla y muy próxima a su fundador, Emiliano Revilla, con el que ha mantenido una estrecha relación, tanto en lo profesional como en lo personal. «Han sido inseparables», comentan fuentes cercanas a los dos.
El funeral se celebra hoy a las 12 horas en la iglesia parroquial de Ólvega, su localidad natal.
Era el cuarto de ocho hermanos. De una familia humilde comenzó trabajando en las labores del campo y como esquilador. En el año 1942 comenzó a trabajar en la antigua fábrica de harinas, en numerosas ocasiones presumía de su número de afiliación a la Seguridad Social que era el 3.950.
Enseguida comenzó a emprender y junto con sus hermanos abrió dos granjas de cerdos, una en Ólvega y otra en Tarazona.
Su gran cambio en su vida profesional tiene fecha propia, 25 de septiembre de 1955, día que se incorporó a la empresa Embutidos Antonio Revilla, empresa familiar que llevaba el nombre del padre de Emiliano Revilla y que fue el germen del grupo empresarial cárnico que se fue fraguó durante el siglo pasado en Ólvega. Comenzó a trabajar como auxiliar de oficina, pero en la empresa ostentó el puesto de jefe de compras, responsabilidad que ocupó hasta su jubilación, el 30 de septiembre de 1991, cuando Cárnicas Revilla formaba ya parte de la compañía Unilever.
Baraquisio era muy conocido y muy querido en Ólvega y en la comarca del Moncayo. Ha sido un puntal fundamental para el industrial Emiliano Revilla a quien ha respaldado en todo momento el crecimiento de éxito del grupo empresarial chacinero.
Los que han sido próximos destacan las habilidades personales con las que contaba para la mediación de asuntos espinosos, «haciendo gala de un enorme sentido común y una prudencia envidiables», expresan fuentes próximas.
Dado su gran conocimiento del sector agropecuario fue presidente de Copiso, entre los años 1996 y 1998. Hasta su fallecimiento ha formado parte de la junta directiva de Prouniol, sociedad fundada por Emiliano Revilla, para impulsar el desarrollo económico de Ólvega, ya que desde su jubilación ha seguido participando y apoyando en los proyectos locales.
Junto a Emiliano Revilla forma parte de la historia local de Ólvega en las últimas décadas por su aportación en distintos ámbitos.
El pasado mes de marzo presentó el libro titulado 'Toda una vida', que concibió como «un obsequio para aquellos que estén dispuestos a leer recuerdos y vivencias de una persona mayor como yo». En el libro hace un repaso de los acontecimientos más destacados de su vida, dando fe de una prodigiosa memoria.
Los que lo han conocido destacan que ha sido una «persona dada a charlar con cualquiera a quien conociese, siempre con una sonrisa en la cara». En los últimos años era habitual verlo en sus paseos por Soria, ciudad donde vivía y en los últimos meses en una céntrica residencia de ancianos.