Heraldo-Diario de Soria

UNA MIRADA AL AYER

Almazán escribe su historia: 60 años de 'La Papelera'

Este año se cumplen seis décadas de la inauguración de la fábrica de La Montañanesa en Almazán en la que se comenzó a fabricar papel y que se convirtió en un sólido pilar de la industria papelera de la localidad. Hoy en día funcionan dos fábricas con 300 empleados

Cartel indicador de la empresa Torras en 1987.-HDS

Cartel indicador de la empresa Torras en 1987.-HDS

Publicado por
NURIA FERNÁNDEZ
Soria

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Almazán ha escrito mejor que nadie su historia en papel. La industria papelera forma parte del ADN de la localidad soriana y sentó las bases de la industrialización en una población de larga tradición agrícola. 

El decano de la prensa provincial HOGAR Y PUEBLO abría su publicación del 21 de julio de 1963 con un titular a todo trapo: “En Soria ya se fabrica papel”. El día anterior la empresa La Montañanesa había inaugurado una fábrica de papel en Almazán. 

De esta apertura se cumplen 60 años y si bien esta actividad arrancó en la década de los 50 del siglo pasado con una fábrica de pasta de papel, la antigua Fibra Papelera S.A. (Fipasa), conocida como 'La Papelera', en Almazán la factoría de La Montañanesa supuso un gran paso industrial con el que  se pasó a  fabricar de lleno papel aprovechando los recursos de la zona: la celulosa del pino y  la paja del cereal. 

Portada HOGAR Y PUEBLO de 1963

Portada HOGAR Y PUEBLO de 1963

“En Soria ve alzarse hoy una factoría digna de los tiempos nuevos”, recogía la crónica de 1963 del periódico local. Estas palabras fueron pronunciadas por el presidente del Consejo de Administración  de la nueva empresa, José Sinués y Urbiola, que anunciaba una previsión de producción de 15.000 toneladas anuales con el objetivo de colocarse entre los primeros puestos de la industria papelera del país, gracias a la constitución de un grupo formado por la fusión de Fipasa, La Montañanesa y Pastas de Papel, estas dos últimas de Zaragoza, que iba a dirigir la planta de Almazán.

Esta fábrica fue un comienzo del que ahora se cumplen ahora 60 años y en cuya inauguración se habló de “crear Almazán, crear en la provincia de Soria puestos de trabajo” y se puso de manifiesto el deseo de que este fábrica fuese un “elemento importantísimo que enorgullezca a la tierra que la tiene”, dijo entonces su responsable. 

Desde aquel 20 de julio de 1963, en el que la autoridades provinciales hablaron también sobre la industrialización de Soria, han pasado seis décadas y se ha escrito largo y tendido sobre 'La papelera de Almazán', que se ha visto involucrada en varios procesos empresariales, ha superado crisis y ha vivido también importantes conflictos laborales. En la actualidad es un sector con un  importante peso en la economía local con dos fábricas, una de cartoncillo y otra de autoadhesivos, que suman 300 trabajadores 

Torras Hostench

Las intenciones empresariales de La Montañanesa con su nueva fábrica en Almazán se vieron truncadas unos años después de su inauguración porque cerró sus puertas.  En el año 1970 gracias a una inversión de Torras Hostench se recuperó la actividad y se reconvirtió como una fábrica de cartoncillo. 

En el año 1974, en una nave nueva y separada de la fabricación del cartoncillo comienza la fabricación del autoadhesivo y la empresa se mantuvo así durante estos años hasta el principio de los años 90, periodo en el que Torras Hostench pilotó las dos fábricas en Almazán.

Separación en dos empresas 

A inicios de la década de los 90 del siglo pasado se produjo un cambio de activos entre Torras Hostench y Sarrió Compañía Papelera de Leiza. La primera firma se quedó con la actividad de la papelera y los autoadhesivos y la segunda, con el cartoncillo. 

Fueron en aquellos años en los que se separaron los caminos de las dos fábricas que habían trabajado juntas pero no revueltas y fue también en aquel periodo en el que la fábrica de cartoncillo pasó a pertenecer al grupo Saffa. 

Reno y Lecta

En los últimos años del siglo pasado se llevaron a cabo importantes procesos empresariales en el sector del papel a nivel nacional al que no fueron ajenos las fábricas adnamantinas. Entre 1997 y 1999 se constituye la multinacional Lecta, formada por Cartiere del Garda SpA, de Italia, Condat SAS, de Francia y las fábricas de Torraspapel de España. La fábrica de  Almazán, que pertenecía a Torras, pasó a formar parte  de este grupo. Este cambio empresarial dotó a la factoría de importantes inversiones que multiplicaron la plantilla que entonces apenas contaba con medio centenar de empleados. 

Por otra parte, la fábrica de cartoncillo continuó dentro del grupo Saffa hasta que este grupo empresarial se fusionó con la multinacional italiana Reno de Médici, por lo que adoptó este nombre. Posteriormente la firma italiana también se fusionaría con Sarrió. 

Siglo XXI

El sector del papel se encuentra consolidado en Almazán con dos fábricas en funcionamiento en el siglo XXI. A pesar de las duras crisis más recientes, como la pandemia por el Covid 19 y la generada por la energía, que ha obligado a aplicar medidas en las plantillas, ambas compañías han anunciado  en los últimos años importantes inversiones. 

La propietaria de la fábrica de cartón estucado es ahora Sarrió Papelera de Almazán. Está participada en un cien por cien por Arpafino Capital SL, constituida en 2016 por cuatro socios, fruto de un proceso de management buy out de su anterior propietario Reno de Medici.  Esta empresa anunció hace dos años una inversión de 5,4 millones de euros para modernizar la planta e incrementar su producción y también aumentar su plantilla de cien empleados. 

Por otra parte, Torraspapel inició hace unos años un ambicioso proyecto ampliación, renovación y automatización de las instalaciones para especializarse e innovar en su producto estrella que es el autoadhesivo. Con estos planes el sector mira al futuro en Almazán. 

 

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