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CARNAVAL

Abejar cumple con La Barrosa y perpetúa su tradición más ancestral

Daniel Serini y Adrián Gómez fueron los dos barroseros protagonistas de la jornada

Publicado por
RAQUEL FERNÁNDEZ
Soria

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Uno de los carnavales más importantes de Soria se vivió este sábado en la localidad de Abejar con el rito ancestral de La Barrosa, una tradición que destaca por su singularidad y por la emoción con la que la vive todo el pueblo y en especial sus dos protagonistas: dos jóvenes de 18 años, -los llamados barroseros-, que cada año son los encargados de sacar a La Barrosa por las calles del pueblo para, como dicta la tradición, llamar casa por casa y recoger roscos, pastas y moscatel, además de pasar una buena mañana con todos los vecinos de este pueblo de Pinares.

Este año, el cargo de barroseros recayó en los jóvenes Daniel Serini y Adrián Gómez, que comenzaron la jornada preparándose con el traje tradicional compuesto por camisa y pantalones blancos, complementados con fajín, corbata roja y sombrero. Una vez ataviados, sobre las diez de la mañana, comenzó el ritual con uno de los dos portando La Barrosa a hombros y el otro llevando el látigo que guía a La Barrosa y la cesta de mimbre para recoger todos los donativos que los vecinos fueron entregando durante la mañana.

La Barrosa es un armazón elaborado con madera y cubierto por una sábana blanca a la que se le cosen cintas de colores y en su proa lleva dibujada la cara de un toro con cuernos auténticos. Este es el distintivo más importante de este ritual del que los documentos más antiguos de su celebración datan de 1935, «aunque incluso podría celebrarse desde mucho antes», tal y como señalan los investigadores de este carnaval que muy probablemente sea único en España.

Hasta hace algunos años, esta fiesta tenía lugar en martes de Carnaval, pero la falta de barroseros en un día de diario hizo que se realizará una votación popular y se decidiera cambiarlo a sábado, consiguiendo que numerosas personas se desplacen este día hasta este municipio a disfrutar de La Barrosa y que, además, ya no falten barroseros para llevar La Barrosa cada año. 

Al caer la noche esperaba dar muerte fingida al ‘animal’ con unos disparos de fogueo. Es entonces cuando los barroseros se tumban en una tabla como manda la tradición y se les da tres vueltas dentro del salón portados por los mozos. Acto seguido llega otro momento importante en el que se simula que la Barrosa resucita, un instante de mucha ilusión donde después ambos barroseros bailan el pasodoble con sus madres, como manda la tradición.

La Barrosa tiene desde el año pasado su propio  libro, Kilian y toro de la luna de sangre,  gracias a la novela juvenil que la escritora de Abejar, Ana Teresa Martín, ha publicado  y en el que recoge una  leyenda imaginada de lo que podría haber sido el  inicio de esta tradición.