TRADICIONES
Pinares ya tiene todos sus mayos mirando al cielo
Molinos, San Leonardo, Navaleno y Espejón completaron un puente en el que numerosos pueblos han alzado sus pinos
Numerosos pueblos de la comarca de Pinares han pingado durante estos días sus pinos mayos, consiguiendo congregar a centenares de personas en torno a una tradición con muchos años de historia a sus espaldas y que se ha convertido en seña de identidad de esta zona de la provincia, donde se lleva a cabo este rito tan singular con la participación esencial de los mozos de cada uno de los pueblos.
Todos los mayos ya se encuentran mirando al cielo y así pasarán unos cuantos meses hasta que sean tirados. Ayer cerraron el ciclo de pingadas los municipios de Molinos de Duero, Navaleno, San Leonardo de Yagüe y Espejón cumpliendo con su tradición de alzar el pino el primer día de mayo. El resto de localidades lo hicieron en la jornada del sábado. Fue el caso de Covaleda, Santa María de las Hoyas, Salduero, Cabrejas del Pinar, Espeja y Vadillo, donde levantaron sus respectivos mayos con normalidad cumpliendo con una jornada festiva y de hermandad.
Ayer, también el resto de pueblos pingaron sus mayos con éxito y sin incidencias. Los vecinos de Molinos de Duero comenzaron la mañana yendo al monte en busca del pino, un mayo de gran envergadura y muy recto que fue traído a la plaza en un carro antiguo tirado por bueyes y que comenzó a pingarse pasadas las doce del mediodía. Poco a poco, se fue levantando al grito de ¡Arriba el mayo! hasta conseguir pingarlo por completo, logrando una edición más la preciosa estampa del mayo coronando la plaza con la iglesia de fondo.
También en Navaleno los mozos pingaron un majestuoso pino. Lo hicieron ante numeroso público en la plaza Domingo Heras, tras un fin de semana de preparativos y celebraciones, consiguiendo sumar una edición más a esta fiesta que se ha convertido en una de las fechas más señaladas del calendario navalenense.
En San Leonardo una vez más se pingó con éxito el mayo y ante la atenta mirada de numerosos vecinos y visitantes que no se quisieron perder este rito tan arraigado en este municipio. Los mozos prepararon el pino en el monte y después se llevó con la ayuda de los bueyes hasta la Cuesta del Mayo, lugar donde cada año
Espejón fue otro de los pueblos de la comarca que también pingó el mayo en la jornada de ayer. Lo hizo también con éxito y sin incidencias poniendo el punto y final a un puente en el que este rito ha sido protagonista indiscutible en la zona pinariega.