Sale a subasta el convento de San Román de Medinaceli
La Diputación insta el procedimiento para saldar una deuda tributaria de 4.200 euros que los propietarios del inmueble, incluido la lista roja, deben al Ayuntamiento
Estado del Beaterio cuando entró en la lista roja hace tres años. HDS
El viejo convento de la Concepción Jerónima de San Román, conocido como el Beaterio, de Medinaceli sale a subasta pública para satisfacer una deuda tributaria.
El acreedor es el Ayuntamiento que reclama una cantidad de 4.200 euros a los propietarios del inmueble que se encuentra en la lista roja del Patrimonio ante el mal estado de conservación del mismo.
La subasta se realizará en el Portal de Subastas de la Agencia Estatal del Boletín Oficial del Estado, tras un procedimiento administrativo de apremio que ha solicitado el Servicio Tributario de la Diputación Provincial, institución que tiene delegada el servicio de recaudación por parte del Ayuntamiento de Medinaceli.
En dicho procedimiento se acordó enajenar, mediante subasta pública, los inmuebles embargados al deudor que corresponde la viejo convento. El inmueble se encuentra en la calle Herrerías y la parcela junto con sus edificaciones cuenta con una superficie de 6.598 metros cuadrados.
La valoración de la propiedad, a efectos de la subasta, se eleva a 314.671 euros. Las personas que deseen participar en la misma tienen que realizar un depósito del 5% del valor del bien que corresponde con 15.733, 60 euros. No hay puja mínima y el incremento entre posturas debe ser de 100 euros, como mínimo.
Los participantes, además, tienen que estar dados de alta en el Portal de Subastas de la Agencia Estatal y ser titular de alguna de las entidades de crédito autorizadas que son colaboradoras de la Agencia Tributaria. Una vez que se haya abierto la subasta se fija un plazo de 20 días naturales para la presentación de ofertas de manera electrónica.
El convento entró en l a lista roja de Patrimonio en el año 2020 por su estado de deterioro. Estuvo formado por un heterogéneo conjunto de edificaciones diversas realizadas en piedra de mampostería, con refuerzos de sillería en las esquinas que sufrieron reformas durante los siglos XVII y XVIII, excepto la puerta del convento, cuyo magnífico arco de entrada se podría datar entre los siglos XV y XVI. Poseía dormitorio común y celdas diseminadas, sala de labor y capítulo, refectorio y una sala baja donde se guardaban los ornamentos de la iglesia.
La propiedad estaba toda ella rodeada por un muro perimetral, incluyendo un vallado que cerraba una plazoleta o atrio frente a la puerta principal de la iglesia; prácticamente todo el flanco norte de dicho muro parece levantarse sobre un antiguo lienzo de muralla, que en diversos tramos y especialmente bajo las actuales ruinas de la sacristía del siglo XVIII levantada sobre la anterior ermita de los Cuerpos Santos, consta de buenos bloques de sillería de piedra arenisca desgastados por el tiempo.
Según la información de Hispania Nostra, el conjunto se halla abandonado desde el año 1939 lo que ha acelerado la ruina, sobre todo en los últimos años. Hacia 1980 se realizaron excavaciones arqueológicas con el fin de determinar su pasado judío ya que se consideró la posibilidad de que el gobierno de Israel financiase la reconstrucción de la sinagoga en caso de que existiesen pruebas de ello. A tenor de los resultados, el proyecto se abandonó y la ruina prosiguió.
En buena parte de las construcciones se ha desplomado la techumbre, pero los muros exteriores están por lo general conservados, permitiendo desde el exterior hacerse la ilusión de que el conjunto permanece íntegro. La peor parte se la ha llevado la iglesia donde se han arruinado todos los tramos centrales de la nave, conservándose únicamente la cabecera y los pies del templo. Ahora, la edificación sale a subasta.