Homenaje en Duruelo a la salvadora de la necrópolis medieval

Duruelo de la Sierra, por iniciativa de la asociación sociocultural Santa Marina integrada por mujeres, homenajeará en los próximos días, a título póstumo, a una de las vecinas más emblemáticas de la historia de este pueblo de la comarca Pinares.

Un reconocimiento que se hará dentro de la semana cultural que arranca hoy lunes, con una programación con numerosos actos, y que tendrá como broche final el homenaje a la figura de María Ángeles Golvano, la artífice de que la necrópolis medieval durolense no se destruyera.     

Y es que puede decirse con certeza que de no ser por esta mujer, el mayor vestigio del pasado de este pueblo se hubiese perdido. María Ángeles Golvano, una vecina más del municipio pero con muchos conocimientos adquiridos, ordenó parar las obras que se estaban haciendo en las calles de la iglesia porque al comenzar a excavar algo había salido a luz después de cientos de años: era la necrópolis y de no ser por ella las obras hubiesen continuado destrozando uno de los tesoros históricos más importantes que a día de hoy tiene la localidad durolense.

Fue en 1966 cuando ocurrió ese hecho, cuando por motivo del arreglo de las calles, especialmente por el ensanche de la vía que lleva a la iglesia, salieron a la luz las tumbas. Tras mucho esfuerzo logró que la hiciesen caso y las obras pararon, tal y como ella pidió, «hasta por lo menos estudiar el terreno», algo que después confirmó sus sospechas cuando se puso en contacto con el profesor Alberto del Castillo, especialista en Arqueología Medieval de la Universidad de Barcelona. 

En ese momento se inició una excavación global que se completó años más tarde en 1970, trabajos que culminaron con lo que hoy es una de las necrópolis más importantes de esta comarca de Pinares-Soria, donde se presentan tres niveles arqueológicos caracterizados por diferentes tipos de enterramientos desde el S. IX al S. XII: hay sarcófagos que conforma el nivel superior de la necrópolis, hay una quincena de tumbas de Lajas que aparecen a un nivel de 0,70 metros y están también las excavadas en la roca que superan el centenar. 

Junto al profesor Alberto del Castillo, Golvano realizó más campañas de excavación en otras necrópolis de la Sierra, pero ya en su parte burgalesa como Revenga, Cuyacabras y el Castillo de Palacios. 

María Ángeles Golvano nació en Duruelo en 1930 y murió en 2009 a los 79 años de edad. Desde su infancia, Angelita, como se la llamaba en la familia y en el pueblo, mostró un carácter responsable e intrépido y al mismo tiempo cariñoso y sociable. 

Trabajadora y culta, su labor profesional se desarrolló en dos vertientes: docente e investigadora. Su labor docente comenzó muy joven, justo al acabar su Licenciatura en Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid en 1952. Como Profesora Agregada (1961) y Catedrática (1974) enseñó  a jóvenes de distintos Institutos de Enseñanza Media. 

Desde la asociación Santa Marina afirman que fue una mujer emprendedora y pionera. «Queremos rendir este homenaje a todas las mujeres y, en especial, a ella por su gran labor. Es algo que teníamos en mente desde hace tiempo y no se había podido llevar a cabo y ahora, en esta semana cultural, hemos decidido realizar este reconocimiento con la entrega de una placa el viernes a las 19.30 horas de la tarde en la Plaza de la Carta Puebla.

También actuará la ronda popular de Duruelo. La semana cultural además contará desde hoy lunes con charlas, juegos, demostración de cocina mexicana, excursiones, comida de hermandad», concluyen.