Atrapado en Ciudad Real con su rebaño de ovejas “por la negligencia de la Administración”

Eduardo del Rincón, ganadero trashumante desde hace 50 años, no puede volver de Ciudad Real a Soria con su rebaño el próximo 14 de junio por las restricciones sanitarias que tiene operativas la Junta de Castilla La Mancha a causa de un foco de viruela ovina que se encuentra a más de 200 kilómetros de la finca donde él se encuentra con su ganado, según asegura este pastor de la localidad de Tierras Altas de Los Campos. Enfadado y cansado de esta situación injusta, exige una solución a un problema causado por la Administración regional, a quien le culpa de esta “negligencia”. 

Es más, desde febrero no le dejan vender el ganado en condiciones y ahora ya no lo puede ni llevar a sus Tierras Altas de Soria. “Luego a los políticos se les llena la boca de que defienden la España Vaciada y al medio rural. Todo mentira. No hacen más que poner zancadillas. Se están cargando el campo y lo que están haciendo con nosotros los ganaderos trashumantes no tiene nombre”

A sus 66 años, Eduardo se ha hecho viral por un vídeo que ha colgado en las redes sociales un conocido de la familia. Este periódico ha conseguido hablar con él, que se encuentra en Brazatortas, en la provincia de Ciudad Real, desde el pasado 11 de noviembre e iba a permanecer allí hasta el 14 de junio. Para él esto es un “ultimatum” porque se siente abandonado por las instituciones. Insiste en que si sus ovejas, más de un millar, no están infectadas con el virus no tiene sentido que sigan atrapados sin poder volver a su tierra, el puerto de Oncala. “llevo toda mi vida trabajando y desde los 16 años soy ganadero trashumante, de los pocos que quedamos en toda Castilla y León, y ahora por una negligencia de la Administración estoy atrapado”.De hecho, explica que son más de 15.000 las cabezas que están inmovilizadas por las restricciones sanitarias de ganaderos trashumantes como él. Denuncia que “parece que hay creados intereses para que esto no se corte: no nos dejan vender más que en Castilla-La Mancha y para cebadero o matadero”. 

A todo esto se suma que por la sequía de todo el invierno apenas hay pastos en la zona y a los animales hay que darles de comer pienso, con lo que ello supone para su bolsillo. “Y ya no podemos echarles más porque esto no hay quien lo aguante. Si no se nos da una solución yo en julio me jubilo y los animales, al matadero”.