EL TIEMPO
Valtueña y Fueltemonge registran un fuerte golpe de agua de 65 y 40 litros en media hora
El alcalde de Monteagudo asegura que el cauce de los ríos Nágima y Richuelo han confluido en esta localidad de las Vicarías causando problemas en algún camino
Las tormentas cayeron con estrépito en la zona de las Vicarías y provocaron daños en Fuentelmonge y Monteagudo tal y como podemos ver en las imágenes. Lluvias torrenciales caídas por la tarde dejaron casi 50 litros por metro cuadrado y la carretera SO-340 impracticable debido al desbordamiento del cauce de agua.
La comarca de las Vicarias se vio afectada el domingo por una fuerte tormenta que descargó en la zona al filo de las 19.00 horas y que dejó mediciones en Valtueña de 65 litros de agua recogidos en tan solo media hora, tal y como ha confirmado este lunes el alcalde de Monteagudo, Carlos González. Otro de los pueblos afectados por la tromba de agua fue Fuentelmonge que registró cerca de 40 litros de agua "también en muy poco tiempo". González indica que "fue únicamente agua, no hubo piedra", algo que, a estas alturas, también es importante.
El caudal de los ríos Nágima y Ricuelo, que confluyen en Monteagudo de las Vicarías, creció en muy poco tiempo "causando desbordamientos en algunos caminos de la parcelaria. Además, también hay algún huerto afectado", explica el regidor esta mañana. En Valtueña, pedanía de Monteagudo, y donde hay cerca de medio centenar de vecinos censados, "se ha producido algún desprendimiento de alguna tapia".
A consecuencia de estas tormentas, apunta el alcalde, el embalse de Monteagudo "ha crecido un 1% en menos de dos horas", un dato importante debido a la situación hídrica que atraviesan los pantanos de forma general a consecuencia de la sequía que ha azotado la geografía nacional durante estos últimos tiempos.
Respecto al campo, de momento "no se ha empezado a cosechar por la comarca, todavía es pronto". Además, añade, "el campo está mojado, ahora no se puede entrar en las piezas". Aunque los agricultores están ya empezando a preparar las máquinas para ponerlas a punto de cara a la próxima campaña que está a punto de comenzar.