ARQUEOLOGIA
Importante hallazgo del mundo celtibérico y romano en Soria
Una investigación de la Universidad Politécnica de Madrid realizada con drones determina la existencia de los yacimientos arqueológicos
Deza fue un enclave relevante del mundo celtibérico y romano hace 2.000 años, en la Península Ibérica. Un equipo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid ha descubierto en la localidad soriana los yacimientos de un campamento romano de considerable importancia y la ciudad celtibérica de Titiakos del periodo de las guerras sertorianas (entre el 72 y 82 antes de Cristo).
Los resultados de este estudio se han publicado recientemente en la revista Archaeological and Anthropological Sciences.
El trabajo es un ejemplo de investigación arqueológica deductiva que ha partido a raíz de la existencia en la zona de una cantera individual de piedra caliza explotada apresuradamente y de una sola vez. Según recogen los autores, esta cantera se abrió para la construcción, en las inmediaciones, de un campamento militar que se levantó para la defensa de una ciudad celtibérica.
Un equipo del departamento de Ingeniería y Morfología del Terreno de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid, junto a otro equipo de Patrimonio de las Obras Públicas del departamento de Ingeniería Civil, han realizado esta investigación geoarqueológica cuyo resultado califican de «relevante», para el avance del conocimiento científico e histórico del mundo romano, dado que la existencia de estos yacimientos se desconocía.
Para llevar a cabo el estudio se han empleado diferentes técnicas, entre las que destacan vuelos sobre el terreno con drones y cartografía geológica y geomórfica de detalle que han sido de gran utilidad para localizar los yacimientos, sobre los que los investigadores sugieren continuar en su conocimiento ampliando un estudio geofísico del campo de batalla, una excavación de parte del campamento y la prospección geoarqueológica de unas antiguas minas de galena de plata en Peñalcázar.
Según recoge la publicación, el estudio se planteó porque hay suficientes indicios en Deza o en sus alrededores para afirmar que en la antigüedad existió una ciudad celtibérica y posteriormente romana. En primer lugar, se tiene noticia del hallazgo en Deza de un casco de similares características y se han encontrado diversos materiales arqueológicos, además los estudiosos aseveran que la población, al parecer dentro del territorio de la etnia Titiakos, gozaba de un enclave destacado tanto desde el punto de vista económico como defensivo.
Estaba en un cerro rodeado de laderas con un caudal de agua asegurado para el abastecimiento de la población gracias a un manantial de gran caudal. En cuanto a la importancia económica destaca la existencia de unas minas de plata, concretamente en Peñalcázar, a 7 kilómetros de Deza, y de ellas se extrajeron en la antigüedad más de 4.000 toneladas de mineral.
El estudio de la cantera en la zona ha sido fundamental para descubrir los yacimientos del campamento y de la ciudad. La cantera de caliza, situada en el estrecho cauce de un río que discurre entre montañas en Navaseca, no era conocida ni existía tradición oral al respecto.
La clave para su identificación fue la comparación de la geomorfología de las laderas de esta hoz con las depresiones del resto de arroyos que atraviesan el altiplano de las estribaciones de la sierra de Miñana. Todas las hoces tienen un relieve idéntico con pendientes muy regulares hasta la superficie de erosión excepto ésta, que presentaba huecos relativamente grandes en su vertiente izquierda a la salida.
Camino
En el terreno se apreció un camino que salía de la cantera y que no terminaba en la antigua ciudad celtíbero-romana de Deza, sino que concluía en lo que fue el campamento, instalado en las proximidades para su defensa, ya que existe una perfecta correspondencia litológica entre las rocas de la cantera y las de los muros conservados en el campamento romano.
L a investigación de los expertos es concluyente: «Todo parece indicar que el campamento fue construido por la importancia estratégica y económica del sitio, su objetivo era guarnecer una importante ciudad celtibérica, probablemente en territorio de los Titos, así como controlar las minas de plata y la fortaleza de Peñalcazar», según se recoge en la publicación.