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Pesca y Gastronomía

Ríos limpios y ollas llenas, el éxito del Cangrejo Fest de Duruelo

El primer festival ‘cangrejero’ de Duruelo logra sacar 80 kilos de estos invasores del Duero y el Triguera para ‘eliminarlos’ en el plato

El Cangrejo Fest reunió a 'cangrejeros' de todas las edades.HDS

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Soria

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El cangrejo es una de las enseñas de la gastronomía de Soria pero hay un problema, el que se captura en la actualidad es un invasor que ha puesto contra las cuerdas al autóctono, al que pescaban los abuelos. Así, sacar un retel de cangrejo señal y especialmente del americano es un favor al río y no sólo a la olla.

En Duruelo de la Sierra lo saben y este fin de semana han decidido ponerse manos a la obra con la celebración del primer Cangrejo Fest. El objetivo principal era dar una buena ‘limpieza’ a los ríos Duero y Triguera en el término municipal; el segundo, que el atractivo gastronómico animase a participar (y repetir). Dicho y hecho, hay 80 kilos menos de invasores en las aguas.

Detrás de la idea están la Asociación de Pesca Pinares, el Ayuntamiento de Duruelo y Duruelo Naturaleza Sideral, pero no se descarta implicar a más asociaciones y colectivos de cara a futuras ediciones. De momento demostraron que el cuidado de los ríos no tiene edad y menos si es con un aprovechamiento sabroso como el del cangrejo.

La actividad comenzó el pasado viernes con el sorteo de tramos y el inicio de la jornada de pesca a las 12.00 horas. Este primer día fue más que propicio, con 73 kilos de cangrejos recogidos de las aguas. Grandes y pequeños sacaron sus reteles con un buen número de capturas para ponerlas en común.

La segunda jornada, sabatina, permitía pescar hasta las 13.00 horas y fue algo menos pródiga en capturas. Aun así la cifra final tenía su valor ecológico y gastronómico. Después llegó el momento de cocinarlos tanto a la riojana como con arroz, que en la variedad está el gusto y había materia prima. En la calle, en común, el inconfundible olor mitigó durante un buen rato el aroma sempiterno del pinar.

Hubo premios para los más prolíficos en cuanto a capturas, para el propietario del mayor ejemplar y para las olla con el condumio mejor presentado, aunque muy buena pinta tenían todos. El Cangrejo Fest fue un festival para el río y para los sentidos, irónicamente no tanto para los cangrejos. Incluso la música de la charanga convirtió la cita en una pequeña fiesta.

Según trasladaron desde la Asociación de Pesca de Pinares, la idea es repetir esta iniciativa por el beneficio ambiental que supone para los ríos. Los cangrejos comen algas y plantas pero también son carroñeros y depredadores por ejemplo de alevines, con lo cual una población muy elevada puede afectar a la de especies piscícolas.

En este caso, además, los cangrejos señales y americanos son resistentes a la afanomicosis, una enfermedad fúngica que fulmina al cangrejo autóctono. No es una creencia popular, es ciencia. El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicaba en 2019 un estudio de sus profesionales que «ha mostrado que dos especies invasoras de cangrejos procedentes de Norteamérica –el cangrejo rojo y el cangrejo señal- transmiten una enfermedad emergente, la afanomicosis o peste del cangrejo, que diezma a las poblaciones autóctonas. Los resultados, publicados en la revista PLOS ONE, no solo muestran que estos cangrejos invasores son portadores crónicos del patógeno emergente ‘Aphanomyces astaci’ sino que además lo transmiten a los cangrejos de río europeos, altamente susceptibles a esta enfermedad».

De hecho, para que se pudiesen recuperar las poblaciones de cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes) habría que ‘limpiar’ los ríos del cangrejo señal y el americano, confiando en que poco a poco los locales fuesen ganando terreno reproduciéndose. Por el momento, sacar del río a los invasores ayuda y además tiene ‘premio’ en la mesa.

En definitiva, el Cangrejo Fest de Duruelo tuvo tres vertientes; la ecológica, la social y la gastronómica. Una forma creativa de solucionar un problema medioambiental. Y, sin duda, una de las pocas oportunidades que quedan para un eventual regreso del cangrejo autóctono.