Sociedad
Rioseco de Soria o el molino que 'muele' la vida cultural y literaria del pueblo
El Espacio cultural OPS se ha convertido no solo en un museo, sino también en un referente cultural para el municipio
Imagen del acto cultural de este mes desarrollado en la planta superior del molino de Rioseco.
Donde antes se molía cereal para hacer harina, ahora se exprimen ideas para dar vida cultural a una localidad del medio rural que trabaja y pelea por demostrar que sigue vivo. Eso es lo que hace el Espacio Cultural OPS de Rioseco de Soria, el antiguo molino harinero que durante todo el año promueve distintas actividades como las charlas del Molino realizadas este verano, los talleres de mosaicos realizados durante varios meses o el concurso literario OPS que este año ha alcanzado su segunda edición.
Aprovechando el mes de noviembre, que siempre invita a la lectura más sosegada, desde el molino realizaron un acto de entrega de premios y de lectura de los relatos presentados a concurso, en un acto cultural que reunió a más de medio centenar de personas en la planta superior del molino de Rioseco.
Durante la sesión, se leyeron los relatos, en orden de participación, evocando distintos momentos de la vida de ese molino que hasta hace unas décadas siguió funcionando para su función primitiva y que hoy es un moderno museo, donde incluso se puede disfrutar, gracias a la realidad virtual, de una visita por la villa romana de Los Quintanares que permanece, oculta y sepultado, junto al museo.
Así Toni Camacho inició la lectura de su relato La Ilusión, seguido de la obra Pistrium de Victoria Trujillo que leído por una vecina de Rioseco, Susana Tundidor, o la dulce voz de Celina Ranz narrando su obra Una luz de esperanza, continuaron con el relato de Roberto García, El último día, narrado por su tía Leo García y continuó Ana Hernando con su obra El molinero de Oriente, antes de finalizar por la lectura de Ana María García y El viejo molino.
Estos seis autores fueron los participantes de este concurso que en esta segunda edición ha crecido con respecto a 2022 y al que se enfrentaron los miembros del jurado, compuesto por Rafael Palacios, Leo García y Guadalupe Sevillano, que repartieron los premios entre los tres más votados: Toni Camacho, Roberto García y Ana María García y los tres más votados, que pertenecían a Victoria Trujillo, Celina Ranz y Ana Hernando.
Esta es otra de esas iniciativas que buscan «favorecer la participación ciudadana», como explica María del Mar del Valle, la responsable del espacio cultural OPS, y que fue también la maestra de ceremonia de la emotiva entrega de premios que logró reunir a gran parte de la población.
Porque fue una jornada cultural variada, ya que además de la lectura de las obras y entrega de premios, también aprovecharon para disfrutar de la música con la actuación de Enrique Lerma, que cantó varios temas de Carlos Gardel y las actuaciones musicales libres, en que invitaron a participar a todos los asistentes, animándose varias vecinas, la propia responsable del molino y dirigidas por Tomás, vecino de Valderrodilla que hizo un homenaje a la copla.
El molino de Rioseco sigue abierto durante este otoño, hasta el puente de diciembre, y allí mismo se trabaja otras áreas como ejercicios de entrenamiento cognitivo, temas de memoria, concentración, así como cálculo o lenguaje, que permiten mantener vivo y unido a un pueblo.