Infraestructuras hidráulicas
La Junta licitará la depuradora de Ágreda tras 2 años de parón
Las obras permitirán mejorar la capacidad de tratamiento de las aguas residuales en la planta que también da servicio a Ólvega. Los ayuntamientos firmarán un convenio
La Junta de Castilla y León licitará esta semana las obras de la depuradora de Ágreda-Ólvega después de dos años de parón, según informaron fuentes de la Junta.
El proyecto, que sale por segunda vez a licitación, permitirá mejorar la planta en capacidad de tratamiento, puntas de admisión y mejoras en la explotación.
La modificación del proyecto y la firma de un convenio entre los dos ayuntamientos para acordar las aportaciones económicas en materia de depuración han retrasado la ejecución de este proyecto que puso en marcha la Consejería de Medio Ambiente en 2019, tras la exigencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a tomar medidas correctoras en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del Moncayo tras confirmarse la contaminación en el pantano del Val.
Para llevar a cabo estas obras se firmará un convenio de cooperación entre la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) y los ayuntamientos de Ágreda y Ólvega para la mejora, adecuación, explotación y mantenimiento de la planta, que presta servicio a ambas localidades, así como la eliminación de las aguas parasitarias en las redes de saneamiento de Ágreda.
El alcalde agredeño, Jesús Manuel Alonso, admitió que ha habido negociación entre los dos ayuntamientos para alcanzar un acuerdo en relación a la participación económica de cada uno de los consistorios para pagar la obra del colector común y los costes de depuración.
En lo que se refiere al pago de las obras del colector, Ólvega aportará el 60% del coste y Ágreda, el 40% restante, que también se hará cargo de los ramales y conducciones de la población que conectan con el mismo, según explicó el alcalde agredeño.
En cuanto al coste de depuración ha habido cambios en los porcentajes de participación en relación al convenio que se encuentra ahora en vigor, de tal manera que se eleva la participación para Ólvega, que pagará el 70% cuando antes costeaba el 60%, y para Ágreda se reducirá del 40% al 30%.
No obstante, estos porcentajes están sujetos a medidas correctoras en función del volumen y la calidad del agua depurada.
Uno de los cambios que subrayó el alcalde agredeño tras estas obras tendrá que ver con la gestión de las instalaciones de las que se hará cargo la Junta.
Hasta ahora pertenecía al Ayuntamiento de Ágreda, aunque la titularidad de los vertidos era compartida con Ólvega. Precisamente este último aspecto se modificó a partir de 2019, a raíz de la contaminación en el Val, ya que hasta entonces solo le correspondía a Ágreda, localidad en la que está ubicada la depuradora.
Para el regidor agredeño, está EDAR «nació infradimensionada y era insuficiente» para hacer frente a la depuración de los dos pueblos cuando se construyó en el año 2002.
Insuficiente
Tras el problema de contaminación en el pantano aragonés del Val, los ayuntamientos sorianos plantearon a la Junta poder tener cada uno su EDAR, pero el Gobierno regional descartó esta posibilidad y adoptó la decisión de mejorar las infraestructuras hidráulicas en los dos pueblos y acometer obras en la planta, que contaba ya con una tecnología obsoleta.
La Junta adjudicó hace tres años las obras de la adecuación de la depuradora y la eliminación de las aguas parasitarias en las redes de saneamiento de Ágreda y Ólvega por el valor de 2,5 millones de euros.
Un año después, las obras se paralizaron ante problemas de cimentación en el arranque de las mismas, lo que obligó a la modificación del proyecto.
En aquel año solo se ejecutó la eliminación de las aguas parasitarias en las redes de Ólvega, quedando pendiente esta misma actuación en Ágreda, actuación que se incluye en este nuevo proyecto.