Medio Ambiente
Cinco humedales de Soria de gran belleza
El embalse de Monteagudo, la laguna de Borobia, la laguna Verde de Vinuesa, la laguna de Hinojosa y la laguna de Judes en Arcos, son algunas de las 31 catalogadas por la Junta
Panorámica del embalse de Monteagudo en una imagen de archivo.
La provincia de Soria cuenta con una treintena de zonas húmedas de interés especial, así recogido en el catálogo elaborado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Un listado en el que se encuentran parajes tan reconocidos y visitados como la Laguna Negra (Vinuesa), la Laguna Helada (Covaleda) o la Laguna de Cebollera (Sotillo del Rincón) al que se pueden sumar otros no tan conocidos pero igualmente bellos y con un gran riqueza de fauna y flora a su alrededor.
La Junta, coincidiendo con el Día Mundial de los Humedales que se celebra a principios de febrero, ha abierto en el Portal de Gobierno Abierto a la consulta pública dos procedimientos para actualizar su normativa en esta materia: la orden por la que se amplía el catálogo regional de Zonas Húmedas de Interés Especial y la que regula el programa de actuaciones sobre estos espacios. Ciudadanos y organizaciones interesadas pueden realizar sus aportaciones hasta el 29 de febrero.
El objetivo de la primera iniciativa es renovar el catálogo de zonas húmedas a partir de los estudios realizados en los últimos años. Este inventario nació hace tres décadas con 118 enclaves de interés especial. Fue ampliado hace 23 años y en la actualidad tiene ‘etiquetados’ 297 zonas húmedas. En esta nueva fase, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha realizado ya una preselección con 70 nuevas zonas húmedas de variada tipología y ubicadas en todas las provincias. La Laguna de Cintalaranza, en la zona de Aldealafuente, es una de ellas.
Por otro lado, con el nuevo programa de actuaciones sobre estos espacios, se pretende mejorar la conservación de este patrimonio natural, regulando distintas medidas de gestión y protección, desde la colaboración entre administraciones.
Mientras tanto, en Soria pueden destacarse algunas de las 31 Zonas Húmedas que por su belleza, por ser desconocidas, por sus características... merece la pena visitar.
- Embalse de Monteagudo. Conocido popularmente como 'el pantano' entre sus vecinos, recoge sus aguas del río Nágima. Su superficie es de 65 hectáreas y su perímetro alcanza los 6 kilómetros. Su principal aprovechamiento es el riego. Está vedada la caza, no así la pesca, autorizada desde el año 2005. Es un humedal que sirve de paso a multitud de aves en sus caminos migratorios por lo que es una parada obligatoria para los amantes de la ornitología.
- Laguna de Borobia. Un enclave que sorprende al visitante que realiza senderismo por la zona. El panel explicativo indica su papel en la migración de las aves acuáticas. Es un hito en el paso de las grullas. También resulta zona de reposo y alimentación para el ánsar común, la cigüeña negra y las garzas real e imperial. Está rodeada de cultivos y aparece seca salvo en la balsa interior.
- Laguna Verde, en Vinuesa es uno de los paisajes más desconocidos de esta zona de Pinares, según recoge la web municipal ya que se encuentra escondida entre pinos milenarios, algas y vegetación tan especial como la propia laguna. Su tamaño es pequeño, y no existe ninguna intervención del hombre en ella. El color de sus aguas hace honor a su nombre. Desprende una magia que deja asombrados a sus visitantes.
- Laguna de la Serna, en Hinojosa de la Sierra está situada a los pies de la sierra de Carcaña, en la Vega Cintora. De carácter temporal, forma parte de un sistema fluvial más amplio. Es parada de numerosas aves migratorias y de hecho hay un punto de observación de avifauna en este espacio. Actualmente las aguas que la cubren en invierno y primavera son de origen meteórico o provenientes de las crecidas provocadas por las sueltas de aliviadero del embalse de la Cuerda del Pozo. En verano, la mayor parte de los años permanece seca, momento en que es aprovechada para pastos.
- Laguna de Judes. Situada en Arcos de Jalón, "es de origen kárstico, es decir, se alimenta de las corrientes freáticas del subsuelo, por ello no siempre tiene agua", apunta la web municipal. Para llegar a ella hay que coger un camino a la izquierda que sale a medio kilómetro de la carretera que va de Judes a Chaorna, seguir durante unos 2,5 kilómetros, hasta que el camino se divide en dos, debiendo cogerse entonces el camino de la derecha. Un kilómetro más adelante, aparece la laguna o la hondonada que esta ocupa cuando está vacía.