El fundador de agua Monte Pinos: «Nací entre botellas»

«Nací entre botellas», manifestó Pedro Navalpotro García, fundador de la marca de agua embotellada Monte Pinos, una de las marcas de referencia dentro del sector nacional.

Esta frase resume su larga trayectoria empresarial de más de 50 años en Almazán (Soria), en los que este nonagenario se ha forjado así mismo comenzando a trabajar de niño en una pequeña fábrica de gaseosas con sus padres hasta la creación de la fábrica que en la actualidad funciona en Almazán, perteneciente a Vichy Catalán Corporation, en la que trabajan 50 empleados.

Navalpotro recibió ayer el título y la insignia que lo acreditan como Hijo Predilecto de Almazán en una emotiva sesión de honores que el Ayuntamiento de Almazán celebró en el Aula de Cultura San Vicente. 

Un auditorio lleno a rebosar de familiares, amigos y vecinos que en pie aplaudieron al veterano empresario de Almazán.

La corporación municipal de Almazán presidió el acto tras decidir en un pleno anterior conceder esta distinción a Pedro Navalpotro en reconocimiento a su labor, contribución y dedicación al desarrollo económico de Almazán, así como a su compromiso social en labores humanitarias a través de la Fundación Pedro Navalpotro desde la que se promueve actuaciones para llevar el agua a territorios necesitados y en la que se realiza una concienciación para el consumo responsable del agua.

«Visionario y emprendedor con un marcado compromiso social y con una gran faceta humana», así lo describió la teniente de alcalde, Teresa Ágreda, que agregó que «gracias a tu trabajo el nombre de Almazán viaja por todo el mundo».

Pedro Navalpotro nació en Miño de Medinaceli y llegó a Almazán con sus padres y sus hermanos en 1939. Según contó, en su intervención en el acto, desde niño trabajaba en la fábrica de gaseosas de su padre que le encomendaba la tarea de coger y transportar el agua desde un riachuelo hasta una cuba, «entonces no había agua en las casas», precisó.

«No me dio tiempo a aprender a nadar, ni a pescar, ni a cazar, se trabajaba los sábados y los domingos», dijo, por lo que este reconocimiento lo quiso compartir con sus padres, «porque me enseñaron a trabajar» y también con su esposa, Carmen Beltrán, así como sus empleados.

La fábrica de gaseosas y hielo de la familia Navalpotro fue creciendo hasta que en 1974 se hizo con el terreno donde se encuentra el manantial de agua natural y construyó la planta embotelladora actual donde se comenzó a envasar y comercializar agua, diez años después la empresa lanzó la marca Monte Pinos que en el año 2006 compró el grupo Premium Mix, de Vichy Catalan.

A lo largo de su vida, Pedro Navalpotro ha recibido numerosos reconocimientos, así como su agua Monte Pinos, pero ayer reconoció, visiblemente emocionado, que el más importante es el de Hijo Predilecto «porque viene de Almazán».

Precisamente, Almazán no destaca por reconocer los logros de sus hijos, manifestó Teresa Ágreda, que aseguró que el de Pedro Navalpotro está más que justificado.

El veterano empresario pasó ayer a formar parte de un pequeño club selecto de distinciones que es muy variopinto, en cuanto a personas y a lo que se dedicaban, según explicó el cronista de la villa, José Ángel Márquez.

Este club lo forman ahora seis personas y tras el cambio en el reglamento de distinciones, aprobado recientemente por el Ayuntamiento, se ha unificado y no se hace distinción entre Hijo Adoptivo y Predilecto, optándose por el segundo, aunque el homenajeado no haya nacido en Almazán.