Mediambiente
Ágreda y Ólvega refuerzan el control de los vertidos a la EDAR
La Fiscalía abre una investigación ante los últimos episodios de contaminación
Salida de las aguas residuales de la depuradora al cauce del río Val.
Los ayuntamientos de Ágreda y Ólvega (Soria) refuerzan el control y la vigilancia de los vertidos a la depuradora de aguas residuales que comparten de manera conjunta ante recientes episodios de contaminación en la cuenca del Val, a la vez que la Fiscalía de Soria ha abierto una investigación.
Recientemente ayuntamientos de la comarca del Moncayo de la vertiente aragonesa, así como grupos ecologistas han vuelto a poner el foco sobre los vertidos que salen de la conducción de la depuradora al cauce del Val . Hace unos días, HERALDO DE SORIA recogió testimonio gráfico del estado y del aspecto que tenían esos vertidos.
A principios de mes la Agrupación Ecologistas en Acción denunció dos episodios de contaminación que se produjeron en los meses precedentes y lo puso en conocimiento de la Fiscalía.
El problema de los vertidos en el Val y su relación con el deficiente funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Ágreda-Ólvega es un problema que se arrastra desde hace años. Los ayuntamientos sorianos que gestionan la EDAR, Ágreda y Ólvega, han reforzado el control y la vigilancia de los vertidos con el fin de que las instalaciones, pendientes con el objetivo de esclarecer los incumplimientos en materia de vertidos que tienen cada unos de los municipios.
El alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, indicó que se ha intensificado el control y la vigilancia de los vertidos, incluso se ha solicitado a las empresas que instalen un medidor continuo para conocer lo que vierten a las redes de saneamiento.
El regidor agredeño también expuso que el control también se realiza de los vertidos que se reciben de fuera del municipio. «No hemos encontrado nada excepcional», manifestó Alonso, que subrayó que «se están redoblando los esfuerzos para ver quién incumple la normativa vigente».
Puntualizó que el año pasado se alcanzó un acuerdo entre los dos ayuntamientos y la Junta de Castilla y León para ejecutar las obras de acondicionamiento de la depuradora que «estamos condenados a sufrir los dos municipios porque es insuficiente, pero al margen de esto también hay alguien que no está actuando bien».
Por su parte, la alcaldesa de Ólvega, Elia Jiménez, recordó que las medidas de control en el municipio también se llevan a cabo a través de un órgano de control de vertidos que cuenta con un protocolo de actuación. Este órgano recoge a través de estudios los vertidos «que se encuentran a disposición de todos aquellos que quieran consultarlos».
Estado cauce del río Val en Ágreda hace unos días.
La regidora olvegueña también manifestó que el municipio dispone de sus ordenanzas en materia de vertidos de aguas residuales «y se controla todo lo que se hace».
Los dos ayuntamientos sorianos han sido multados anteriormente por vertidos contaminantes procedentes de la depuradora.
La Fiscalía de Soria ha abierto diligencias de investigación sobre los vertidos contaminantes en el río Val. Estas diligencias están en fase preprocesal y no han llegado todavía al Juzgado, según explicaron fuentes de Fiscalía a este periódico.
Hace unas semanas, Ecologistas en Acción dio a conocer que había puesto en conocimiento de Fiscalía dos episodios de vertidos contaminantes en el Val desde la depuradora de Ágreda. Los ecologistas incluso realizaron análisis en el cauce del río, en el desagüe de la EDAR y aguas arriba de la misma en el cauce del río y comprobaron parámetros con presencia de nitrógeno, fósforo y materia en suspensión, entre otros.
El problema de la contaminación del cauce del Val, a causa del mal funcionamiento de la depuradora de Ágreda-Ólvega, se arrastra desde hace años y se puso de manifiesto ante los problemas de eutrofización en el pantano del Val, ubicado en Los Fayos (Zaragoza), que recoge las aguas del río y que se usa para el riego en Aragón y Navarra.
A todo ello se suma el retraso de la ejecución de la adecuación de la depuradora que tras una primera adjudicación las obras tuvieron que pararse por problemas de cimentación y se volvieron a licitar a finales del año pasado.