Micología
Covaleda aprueba la ordenanza para recoger setas en la localidad
La tasa que grava el aprovechamiento micológico no ha contado con alegaciones y se ha elevado a definitiva
El Ayuntamiento de Covaleda aprobó durante el pasado pleno la modificación de la Ordenanza Fiscal Reguladora del aprovechamiento micológico que se ha elevado a definitivo tras no haberse presentado alegaciones durante el plazo de exposición pública, tal y como ha publicado el Boletín Oficial de la Provincia.
Según recoge la ordenanza, el Ayuntamiento de Covaleda, como titular del acotado, ejecutará por sí mismo el aprovechamiento de las setas silvestres, mediante la emisión de permisos de recolección, con diferentes modalidades. En la recolección con fines comerciales se establece una recogida máxima de 30 kilos diarios. En la recolección recreativa o de autoconsumo, sin ánimo de lucro y esporádico, no podrán comercializar las setas obtenidas, ni superar la cantidad de 5 kilos de setas silvestres por persona y día.
Los permisos de temporada recreativos para los empadronados en Covaleda serán gratuitos ascendiendo a 20 euros para los vinculados. Los comerciales para los empadronados en la localidad tendrán un precio de 10 euros que ascenderá a 100 euros para los vinculados. Además los permisos para días consecutivos para foráneos tendrán un precio de 10 euros (recreativo de dos días) y de 30 euros (recreativo de siete días).
Se considera vecinos residentes a los empadronados en Covaleda con más de un año de antigüedad mientras los vinculados al municipio son los empadronados con menos de un año de antigüedad; no empadronados hijos del pueblo así como sus cónyuges o vinculados por análoga relación de afectividad y descendientes de los mismos hasta el segundo grado, así como vecinos titulares de una vivienda en Covaleda. Los forasteros son las personas no incluidas en los casos anteriores.
El Consistorio destaca en la ordenanza que «el comercio de los aprovechamientos micológicos en el Monte de Utilidad Pública nº 125 de Covaleda genera una riqueza económica en nuestro municipio, haciendo necesario establecer un conjunto de medidas generales que contribuyan a la conservación de las especies micológicas, preservándolas y manteniendo su diversidad, simultaneando estas exigencias de protección con las de su aprovechamiento racional y la reversión de parte de esa generación de riqueza a nuestro municipio».