Los carreteros concluyen su ruta de 70 kilómetros por el BIC de la suerte de pinos

La Ruta de la Real Cabaña de Carreteros ha llegado a su final en Canicosa de la Sierra (Burgos). Tras cinco intensos días recorriendo la comarca pinariega y tras más de 70 kilómetros a pie con el objetivo de apoyar la declaración de la suerte de pinos como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, algo que ya se está fraguando desde el otoño por parte de la Junta de Castilla y León.

Una meta que les ha hecho pasar por hasta quince localidades pinariegas que cuentan con el privilegio de las suertes de pinos, tanto sorianas como burgalesas y que ha llevado la cultura de los carreteros hasta plazas y escuelas para dar a conocer una forma de vida que fue vital para esta zona de la provincia en el pasado.

Esta ruta, que ha contado con numerosa participación de carreteros y vecinos, comenzó el viernes partiendo desde la población pinariego burgalesa de Quintanar de la Sierra en dirección a Duruelo de la Sierra, donde se hizo parada y se durmió en el polideportivo municipal.

Durante el fin de semana los carreteros llegaron a Covaleda, Salduero, Molinos de Duero, Vinuesa, El Amogable, Navaleno y San Leonardo de Yagüe, lugares en los que también se vivió una importante acogida vecinal, «que es el objetivo que buscábamos en esta ocasión, estar más con la gente, transmitirles la esencia de la historia carreteril que tan importante fue para esta zona y para España entera», señala Antonio Martín Chicote, presidente de la Real Cabaña de Carreteros.

Fue el lunes cuando se cruzó a la parte burgalesa para llegar hasta Hontoria del Pinar, a la Aldea y llegada a Rabanera del Pinar, por la ruta del Doctor Zhivago. Esta ruta carreteril ha culminado con el trayecto desde Palacios de la Sierra hasta Vilviestre del Pinar, para llegar como punto final a Canicosa de la Sierra donde se celebró una comida popular con Ajo Carretero.