Infraestructuras
El aeródromo de Garray necesita 2 millones de euros para ampliar la pista a 45 metros
José Antonio de Miguel reconoce que el incremento de precios de los últimos cinco años provoca que los cuatro millones iniciales no sean suficientes y hagan falta seis
No salen las cuentas. O falta dinero o sobran metros. La inversión cercana a los cuatro millones de euros destinada a las obras de ampliación del Aeroparque Tecnológico Industrial de Garray (ATI) se ha quedado pequeña. Así lo ha reconocido el vicepresidente segundo de Diputación y coordinador del aeródromo, José Antonio de Miguel, que ha asegurado que «harían falta otros dos millones de euros» para acometer el proyecto en su totalidad. Y es que apunta el político, el problema radica en que esta iniciativa, redactada hace cinco años, no cuenta con la actualización de precios necesaria: «Teníamos cuatro millones y nos faltan dos» para ejecutar la intervención prevista que ascendería con la revisión del presupuesto, a los seis millones de euros.
Ante este escenario se abren dos caminos. Por un lado, «conseguir el compromiso de financiación por parte de la Junta de Castilla y León» que dependerá «de que el presidente de la Diputación, Benito Serrano, mantenga las conversaciones oportunas con el Gobierno regional». Consiguiendo esto «la Diputación podría adelantar el dinero para ejecutar la obra ya que contamos con remanentes para ello pero el compromiso de la Junta debe ser previo», destacó De Miguel.
La otra opción sería realizar un modificado en el proyecto que supondría «recortar en unos metros la anchura de la pista». Una ampliación de la pista, sobre la que se sustenta todo el proyecto, «que ahora mismo cuenta con 23 metros y que el proyecto amplía hasta los 45 metros». Sin embargo, ante esta falta de presupuesto, con los cuatro millones inicialmente previstos se «podría ampliar la anchura hasta los 30 metros». El dinero no daría para más.
Fue en diciembre de 2020 cuando la Junta comprometió cuatro millones de euros a la ampliación de la pista de aeródromo de Garray, primera fase de unos trabajos para que dicha pista alcanzara los 45 metros de ancho y casi tres kilómetros de longitud que supondría incrementar la categoría de la pista. Esta ampliación es imprescindible para posibilitar operaciones de aviones comerciales de gran tamaño, lo que generaría un gran desarrollo socioeconómico, con la implantación en la zona de empresas del sector aeronáutico, tal y como se planteó hace más de cuatro años.
Sin embargo, tras la reunión mantenida entre todas las partes implicadas hace escasos días se puso sobre la mesa la disyuntiva entre la necesidad de más financiación o la reducción de la anchura de la pista que deberá resolverse en los próximos días: «Lo tenemos que decidir en muy poco plazo de tiempo», recalcó De Miguel. Y es que, a pesar de la prórroga para acometer la redacción del proyecto de la fase 3, que concluye en junio, el objetivo es que inmediatamente comenzaran las obras que «debería licitar el Somacyl y que mínimo necesitarán un plazo de entre seis meses o un año» para la ejecución por lo que «nos vamos a ir a 2025», aseguró el coordinador del aeroparque que no termina de despegar.
Hay que recordar que la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) ha adjudicado la redacción del estudio técnico de la ampliación del aeródromo de Garray a la empresa Gesnaer Consulting SLNE por un importe de 154.880 euros. Este contrato es para la asistencia técnica para la redacción del estudio de aeródromos de la fase 3, la dirección de las obras del proyecto de ampliación y la apertura al tráfico del mismo.
El proyecto de la ampliación del aeródromo ya ha cumplimentado la fase 1 que es la relacionada con la compatibilidad del espacio aéreo y la fase 2, que es la tramitación ambiental. A efectos de obtener la autorización de aeródromos de uso restringido, como es el de Garray, quedan pendientes de realizarse la fase 3 (autorización de establecimiento) y la fase 4 (autorización de apertura al tráfico).
Este planteamiento contempla disponer del primer centro de formación integral de aeronáutica que exista en España y contaría con un centro de formación profesional mecánica, un centro de escuela de pilotos profesionales, un centro-escuela de personal auxiliar de vuelo y técnicos de operaciones de aeronáutica y con un centro de controladores aéreos. Para ello será necesario también hacer más alta la torre de control.