Langa invertirá 25 millones de euros en una planta de biogás

Langa de Duero contará con una planta de biogás verde que tendrá 20 MW de potencia máxima y producirá energía a partir de 180.000 toneladas de residuos agrícolas y ganaderos. El proyecto, que prevé una inversión de 25 millones de euros, se hará realidad gracias a la fusión de la cooperativa langueña La Ribereña y Genia Bioenergy, compañía experta en biogás y biometano.

De esta forma, los socios de La Ribereña se ocuparán de suministrar las materias primas a partir de purines, paja o forraje a la planta, mientras que Genia aportará toda la ingeniería y tecnología necesaria para hacer realidad la infraestructura y producir biogás verde que se canaliza a la red de distribución. Y es que esta empresa ofrece servicios que abarcan desde la localización y desarrollo de oportunidades a partir de la valorización de residuos, hasta la purificación del biogás para la obtención del biometano, y posterior transformación obteniendo bioGNC, bioGNL o su compresión para su inyección a red.

Porque Genia busca dinamizar el sector de los residuos e impulsar la economía circular en toda la geografía nacional con la participación activa de todos los actores en el proceso: compostadores y gestores de residuos, agricultores y ganaderos, industria alimentaria y ayuntamientos de las diferentes localidades donde se ubiquen los diferentes proyectos.

El proyecto, que se presentará el próximo martes, 18 de junio, se ubicará en los terrenos que posee la cooperativa en Langa de Duero, unas cinco hectáreas, donde además se encuentra un almacén para alfalfa y unas pequeñas instalaciones para sus oficinas. Además, La Ribereña proveerá a la planta de electricidad a partir de energía térmica que produce con la quema de paja para cerrar todo el círculo económico.

Una vez se conforme la sociedad entre Genia y La Ribereña se procederá a iniciar toda la tramitación administrativa para hacer realidad la infraestructura, arrancando con la petición para la declaración de impacto ambiental. Y en el momento en el que esté en marcha dará empleo a 15 personas, un tercio de ellos de alta cualificación.

La cooperativa langueña también se hará cargo del digestato, el material residual que se genera a partir del proceso (fermentación anaerobia) que se llevará a cabo en la planta para obtener energía de la materia orgánica, en este caso purines, paja o forraje, de la materia orgánica, con la que se obtiene el biogás.

El primer año se llevará directamente a los campos de La Ribereña para su uso como biofertilizante, dado que su producción lleva un tiempo, pero luego la idea es procesarlo como compost orgánico, que es el que se obtiene tras la fermentación aerobia (en presencia de oxígeno) de los residuos orgánicos, gracias a la acción de diversos microorganismos (hongos y bacterias), manteniendo unas condiciones controladas de ventilación, humedad y temperatura. Y es que el compostaje permite homogeneizar los materiales, reducir su masa y volumen, e higienizarlos.

Además, el proyecto podrá ampliarse a futuro en un 30%, de modo que alcanzaría una potencia máxima de 30MW.