Almazán inicia las obras del arreglo del puente medieval
Se trata de los desmontes previos del terreno en la zona colindante de la vía
Almazán (Soria) ha iniciado las obras de arreglo del puente medieval sobre el río Duero con los trabajos previos del desmonte de terreno en la zona circundante.
El desarrollo de las actuaciones requiere que se actúe en la zona circundante para liberar espacios y zonas de cauce y hacerlos practicables para el acceso de maquinaria y equipos de trabajo.
Todo ello de acuerdo con las directrices del Servicio Territorial de Medio Ambiente y Confederación Hidrográfica del Duero, que asimismo desarrollarán sus propias labores y supervisión de adecuación medioambiental en torno a la fauna y a la vegetación circundante.
El alcalde de Almazán, Jesús Cedazo Mínguez, informó que ha comenzado la conformación de la ataguía norte para impedir el paso de caudal hacia la zona donde se desarrollarán inicialmente los trabajos, en el espacio noreste adyacente al puente y subrayó que en estas primeras semanas se realizarán movimientos de tierras, desbroces y liberación de espacios para acceder con seguridad y con los medios necesarios a la zona próxima a esta infraestructura clave en la villa.
Cedazo subrayó la necesidad de limitar el tránsito de vehículos pesados por esta vía, siendo visibles ya las señales restrictivas en ambos extremos de ésta.
De momento, no se plantea la necesidad de cerrar el tránsito por el puente y el tráfico se regulará con un semáforo para el control del acceso y sólo en momentos puntuales se restringirá totalmente la circulación por esa vía.
El proyecto de arreglo del puente contempla una inversión de algo más 1,8 millones de euros, cofinanciados por el Consistorio adnamantino, el Ministerio de Política Territorial y la Diputación Provincial de Soria.
El proyecto consta de dos fases que se ejecutarían en paralelo. La primera fase está dirigida a la consolidación de la estructura y restauración de fábricas del puente e instalación y reconducción de canalizaciones y la segunda, a trabajos preparatorios para la posterior construcción de la plataforma y conexiones con urbanizaciones existentes y acabado con barandilla e iluminación.
La obra se prolongará por algo más de año y medio. Esta construcción, datada en el siglo XII, tiene una longitud de 170 metros y anchura volada de 7,40 metros y se ha manifestado en los últimos años deterioros importantes que ponen en riesgo su estabilidad a largo plazo.
El equipo de Gobierno consideró que resultaba necesaria esta obra, tras comprobar el mal estado de la infraestructura tras los informes técnicos.