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Turismo

Pueblos amurallados de Soria. Las 5 joyas

La importancia estratégica del territorio soriano durante la Edad Media llevó a los conquistadores  y repobladores del interior de la Península a fortificar villas y pueblos. En la actualidad quedan restos de aquellas murallas, algunas maltrechas con el paso de los siglos

Muralla de Soria junto al Duero.MARIO TEJEDOR

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Soria

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Castillos, torreones y fortalezas recorren la geografía de Soria, algunos maltrechos por el paso de los siglos, pero que dan fe de la importancia territorial de esta provincia del interior peninsular durante la Edad Media.

Con el inicio de la Reconquista este territorio estuvo a merced de los ejércitos cristianos y musulmanes durante muchos años, convirtiéndose el Duero en frontera natural y la zona conocida como la 'extremadura' castellana (tierra de extremos).

Las continuas incursiones de los ejércitos, guerras y batallas llevaron a la necesidad de defender a la población de los ataques con recintos amurallados que se mantuvieron e incluso se incrementaron con el dominio cristiano para garantizar la repoblación y posteriormente en las luchas entre los reinos de Navarra, Castilla y Aragón.

De este periodo quedan restos de importantes recintos amurallados y estos son los 5 de Soria que no te puedes perder:

Murallas de Soria.HDS

  • 1.-Murallas de Soria. La ciudad se fortificó a finales del siglo XIII por orden de Sancho IV de Castilla. Tenía una superficie de 100 hectáreas y una longitud de 4.100 metros, se dice que coincidía con las dimensiones del muro de la antigua Jerusalén. Tenía 6 puertas, 4 postiguillos y un portillo. La entonces villa se desarrolló entre dos cerros, el Mirón y el Castillo, este segundo tiene ese nombre porque albergó el castillo. El 30 diciembre de 1812 fue derruida en plena Guerra de la Independencia, aunque no en su totalidad y los restos han ido perviviendo a través de los siglos. Parte de la estructura defensiva era el puente fortificado sobre el río Duero con su torre que se demolió en el siglo XIX, siglo en el que desaparecieron todas sus puertas . En la actualidad se conservan paños en las márgenes del Duero, en la calle Puertas de Pro, junto a los edificios en el centro de la ciudad, y en el parque de Santa Clara y dos postiguillos, el de San Ginés y el de San Agustín, en el entorno del Duero.

Puerta de los Herreros de la muralla de Almazán.MARIO TEJEDOR

2.-Murallas de Almazán. Los restos de las murallas que se encuentran escondidas en el trazado del casco urbano de la localidad se levantaron el siglo XII siguiendo la topografía del terreno y en la misma se incorporaron los barrios altos de la Almazán medieval . Tuvo un perímetro de 1.700 metros con siete puertas y cuatro postigos. Cumplía con una función militar para mantener la seguridad de los habitantes. Contaba con sus cerrojos y llaves que el señor de Almazán confiaba a varios vecinos honrados. En la actualidad se conservan tres de sus siete puertas, la del Mercado, de Herreros y de la Villa y dos de sus postigos, el de San Miguel y el de Santa María y el rollo de las Monjas. Desde el Postigo de Santa María se puede acceder al Espacio de la Muralla, un centro que explica las características de este edificio patrimonial. Uno de los paños mejor conservados se puede visitar en uno de los paseos más turísticos con mirador al río Duero.

Calatañazor rodeado de los restos de sus murallas.MARIO TEJEDOR

3.-Murallas de Calatañazor. Es uno de los pueblos amurallados de Soria que guarda un encanto singular. Sus murallas fueron levantadas en el siglo XII cuando la localidad fue repoblada por el rey aragonés Alfonso el Batallador. Posteriormente pasó a pertenecer al reino de Castilla. La localidad fue un importante asentamiento en la ocupación musulmana, en el que se localiza la derrota del caudillo árabe Almanzor. De la muralla se conservan los lienzos del noroeste y sur, los tambores y una pequeña puerta, en algunos tramos tiene 18 metros de grosor. Rodeaba toda la villa, que también conserva restos de su castillo, y tenía 8 torres de vigilancia.

Tramo de muralla de Medinaceli.MARIO TEJEDOR

4.-Murallas de Medinaceli. La localidad del sur de la provincia tuvo muralla desde la época romana, permaneció durante el periodo árabe, en el año 949 Galib, general de Abd-al Rahman III, fortificó la ciudad para detener el avance cristiano, y el recinto fue empleado después de la Reconquista por los reinos de Aragón y Castilla. Resulta difícil datar su construcción porque desde los romanos las murallas se han ido modificando a través de los siglos a merced de los habitantes de la villa. En la actualidad quedan tramos dispersos, siendo la puerta árabe la construcción mejor conservada y los restos más característicos. A pesar de su nombre, los cimientos proceden de época romana y el actual arco sustituyó, probablemente, a otro en forma de herradura. Otra de las puertas de interés es la llamada de Coz, derribada a principios del siglo XX, fue una puerta principal en la época romana. Actualmente solo se conservan algunos sillares de su arco.

Parte del recinto amurallado de RelloHDS

5.-Murallas de Rello.  De todos los pueblos amurallados con los que cuenta la provincia de Soria, Rello es, sin lugar a dudas, el de mayor encanto. Ubicado en un espigón entre dos valles conserva todo el recinto amurallado que rodea el pequeño casco urbano de este pueblo, de apenas 15 habitantes, en la frontera con Guadalajara. Las murallas datan del siglo XII y fueron retocadas en siglos posteriores con añadidos. Tienen una extensión de 667 metros lineales y cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural, formando parte del Conjunto Histórico, al igual que el castillo. En las dos puertas de acceso al recinto fortificado hay restos de matacanes y escudos de armas, entre los que se encuentran divisas de la casa Borbón y del vizconde de Torija (Guadalajara).