Valdeavellano pone el acento sobre su seña de identidad: la mantequilla

Valdeavellano de Tera celebró este domingo sus IX Jornadas de la Mantequilla con una notable asistencia de público que no quiso perderse las diferentes actividades organizadas con motivo de esta tradicional cita que está a punto de cumplir su primera década. Con la presencia de la alcaldesa de la localidad, Laura Prieto, y la delegada territorial, Yolanda de Gregorio, así como otras autoridades de la zona, Valdeavellano se sumergió durante toda la jornada en un evento que busca potenciar un producto tan importante para esta localidad y los pueblos vecinos: la mantequilla.

Tras la inauguración, los asistentes pudieron disfrutar de la apertura del mercado tradicional que dio paso a una representación teatral y un taller de aperitivos elaborados con mantequilla. De nuevo el teatro dio paso a una demostración del manzado tradicional mostrando tal y como se elaboraba la mantequilla antiguamente con personal ataviado con trajes tradicionales, catas y degustaciones. El manzadero es un cilindro de madera, preferentemente de sauce, con una especie de émbolo llamado rolda que apretaba la nata abajo mientras que la leche subía arriba por sus orificios. 

Por la tarde las actividades abrieron, de nuevo, con el mercado tradicional y un taller de repostería realizada con mantequilla y la posibilidad del ordeño de la vaca Margarita. De nuevo, por la tarde, demostración del manzado tradicional que continuó con una actuación de los danzantes de Valdeavellano.

A las 20.00 horas se procedió a la entrega del premio Manzadero que busca destacar la defensa de la música y las tradiciones populares en Soria. La actuación de Folckicharanga que puso el broche de oro y el cierre a esta jornada que es parte de la identidad de los vecinos ya que si bien la producción de leche tuvo su explosión en el siglo XX, existía un derivado de la misma que mucho tiempo antes ya venia elaborándose de manera generalizada en toda la zona, la mantequilla. Y es que si hay una zona de Soria en la que la vinculación entre la leche y sus gentes sea notable esa es la comarca del Valle. Para su elaboración se aprovechaba la grasa que emergía en la superficie de la leche y la batían con un preparado con agua y azúcar. La elaboración artesanal se hace con un 50% de manteca de vaca, un 25% de azúcar y un 15% de agua.