La sociedad vecinal de madera de Covaleda estudia medidas legales tras la decisión del Consistorio
El equipo de Gobierno ha decidido derogar el reglamento y los representantes de los beneficiarios de pinos realizarán una asamblea para informar a los socios el día 26 de octubre
La sociedad vecinal de madera de Covaleda estudia tomar las medidas legales oportunas en las próximas semanas ante la decisión que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento tomó en el último pleno, celebrado hace una semana, de derogar definitivamente el reglamento para la gestión del lote multivecinal de los aprovechamientos forestales comunales de madera de esta localidad pinariega.
Una derogación que presenta un nuevo escenario entre Ayuntamiento y sociedad vecinal de madera, ya que hace desaparecer el Consejo Sectorial que se había formado en 2017, -integrado por tres miembros de la sociedad vecinal y tres del Ayuntamiento-, para gestionar la venta de la madera. Una decisión tomada por el Ayuntamiento debido «a no llegar a entendimientos entre ambos» y que plantea ahora un nuevo contexto donde «se buscará una fórmula más sencilla de gestionar la venta de la madera» sin ese Consejo Sectorial, tal y como informó el alcalde, José Llorente, apuntando que esta medida no supondrá ningún cambio, «ya que se va a seguir vendiendo lo que la sociedad vecinal diga y al precio que estimen».
Esta decisión por parte del equipo de Gobierno ha llevado a la directiva de la sociedad vecinal a tener que tomar acciones que van más allá de presentar las meras alegaciones, «de las que no han hecho ni caso», y pasar a poner sobre la mesa las medidas legales posibles ante lo que la directiva considera «una decisión que es nula de pleno derecho y donde, además, plantean crear una nueva fórmula que tiene que ser aprobada por la sociedad vecinal de madera. Ellos no pueden tomar decisiones de forma unilateral, porque el aprovechamiento forestal de la madera corresponde al común de los vecinos».
La derogación del reglamento es considerada nula por la sociedad vecinal porque «no existe acta firmada por nosotros, no hay acuerdo con unanimidad, no hay informe… Está todo hecho saltándose la normativa que exige el reglamento. Dicen que lo derogan por falta de entendimiento con nosotros, algo que negamos rotundamente. Nunca nos hemos negado a aprobarles lo que han solicitado y, es más, en estos años aprobamos dar un 10% más de aportación voluntaria, -que no estábamos obligados-, para hacer muchas mejoras en el pueblo, como en el cementerio, en las piscinas, asfaltado de pistas, la báscula… con lo que ahí se demuestra que nuestra predisposición siempre ha sido buena», explican.
Aclaran desde la directiva que su labor en la sociedad vecinal de madera «es totalmente desinteresada y altruista. Ponemos nuestro tiempo y lo único que buscamos es el bien de los vecinos que cumplen con las ordenanzas. No queremos problemas económicos, ni políticos. Pero hay cosas por las que no se puede pasar y la decisión que ha tomado el Ayuntamiento derogando el reglamento es una de ellas. Existen también otras con las que consideramos que el Ayuntamiento no ha actuado con nuestro consentimiento, como vender hasta cinco lotes de madera sin nosotros tener constancia».
De todas estas cuestiones se informará por parte de la directiva de la sociedad vecinal al conjunto de los socios en la asamblea general que tendrá lugar el próximo 26 de octubre en el salón consistorial. «Expondremos todo lo que está sucediendo», concluyen.
Reglamento y ordenanzas
El reglamento suprimido nada tiene que ver con las ordenanzas por las que se rigen las Suertes de Pinos, no habiendo sido éstas modificadas en ningún momento. «Son otro documento completamente distinto al que se ha derogado. En las ordenanzas se dictan las normas que se deben cumplir para poder tener derecho al cobro de Suerte de Pinos. Llevan escritas desde hace muchos años y no se pueden derogar, pero sí se pueden modificar y es otro de los aspectos que llevamos tiempo pidiendo al Ayuntamiento, ya que tienen normas que no se adaptan a los nuevos tiempos, algunas incluso machistas».
Uno de los aspectos más polémicos de las ordenanzas en la comarca de Pinares es una de las leyes donde se exige que el beneficiario deba residir en el pueblo un mínimo de meses al año, en concreto en Covaleda son 9 meses. «Esto no se cumple en unas 200 personas en Covaleda y creemos que en este aspecto se deben hacer cumplir las ordenanzas para que sea la gente que hace pueblo la que cobre ese dinero y no gente que está afuera, algunos incluso en el extranjero. Abogamos incluso porque se cambie la norma y sea beneficiaria la gente que lleva toda una vida en el pueblo, aunque no sean de aquí, pero son los que compran aquí, los que llevan a sus hijos al colegio, etc», añade la directiva.
La localidad de Covaleda tiene una población de en torno a 1.600 habitantes censados, de los cuales son alrededor de 1.200 los beneficiarios que cobran la Suerte de Pinos o, lo que es lo mismo, los derechos que los vecinos de los pueblos de la comarca de Pinares poseen desde hace 800 años y que en la actualidad supone una cantidad de dinero anual que puede rondar los mil euros por persona en Covaleda, como consecuencia de los ingresos que obtiene el municipio por la venta de la madera.
Ya en otros pueblos de la zona como Navaleno se modificó el año pasado el padrón de pinos reduciendo en un centenar de personas los 400 beneficiarios de Suerte de Pinos que tenía el pueblo por no cumplir con las ordenanzas de residencia en la localidad. El alcalde de Navaleno explicó que el motivo para retirar este derecho a cien vecinos no fue otro que el de «no residir el tiempo que se exige en el municipio. El problema está en que hay mucha gente que cobra la Suerte de Pinos del pueblo, pero que vive en las ciudades. Y este dinero se ha dado siempre para ayudar a repoblar el pueblo, lo que es contradictorio con las normas básicas».
Modificar o no las ordenanzas es uno de los debates que salpica a todos los pueblos de la zona pinariega, donde algunos ya las han modificado hace tiempo y donde otras localidades se plantean dar ese paso. La búsqueda de la declaración como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial es otra de las cuestiones con las que se podría encontrar la Suerte de Pinos, algo que le dotaría de un carácter único y que dejaría un escenario también nuevo para la zona.