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El Ayuntamiento de Medinaceli recibe cartas en las que se les llama "asesinos" por el Toro Jubilo

El alcalde de la villa señala que Pacma les ha puesto en su diana cuando se celebran decenas de toros embolados

El Toro Jubilo se celebra siempre el segundo sábado de noviembre.VIKSAR FOTOGRAFÍA

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Soria

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El Ayuntamiento de Medinaceli (Soria) está recibiendo cartas amenazantes de personas, que escriben desde diferentes puntos de Europa, en las que además de llamarles “asesinos” y otras “lindezas” opinan sobre la fiesta del Toro Jubilo. En concreto, llegan cartas de España, Francia y Bélgica a lo largo del año.

Para el alcalde, Gregorio Miguel Santander existe “una corriente de personas que bajo el paraguas de proteger a los animales han decidido hacer la guerra a los festejos taurinos que se celebran solo en Castilla y León”. Empezaron por Tordesillas y su Toro de la Vega y ahora ponen el foco en Medinaceli, cuando es el único festejo tradicional en el que el toro es indultado, indicó a Ical.

El primer edil, señaló que los vecinos de Medinaceli (Soria) se sienten “acosados” por los ‘animalistas’ que quieren abolir esta fiesta ancestral, y aseguró que el Ayuntamiento en pleno, es decir con los votos de cinco concejales del PP y dos del PSOE, apoyan la celebración mientras que la ley no diga lo contrario. “El pueblo así lo dice. A día de hoy tenemos una sentencia que no es firme y está recurrida y nosotros vamos a proceder a celebrar el festejo taurino tradicional, tras obtener el correspondiente permiso de la Junta", avanzó.

Miguel Santander indicó que los simpatizantes de Pacma que prevén acudir el 16 de noviembre a Medinaceli a manifestarse en contra del Toro Jubilo, han puesto su punto de mira en esta fiesta, “pero no se meten ni con San Fermín ni las fiestas de San Juan, ni el Viernes de Toros”. “Han enfilado a Medinaceli. Por el valle del Jalón, en Teruel, Zaragoza, Cataluña y Castellón, durante todo el año se celebran toros de fuego. En Cariñena en el mes de enero sueltan 12 toros embolados. Estamos hablando de que no tiene ningún sentido que hayan elegido este pueblo”, lamentó.

Asimismo, el alcalde de la villa medinense afirmó que el pueblo de Medinaceli “luchará” hasta el final para preservar su tradición y proteger su cultura y en el caso de que un juez diga que es “ilegal”, acatará la ley.

Por otro lado, precisó que los “animalistas” pueden protestar por la celebración de la fiesta, y matizó que están en su derecho “siempre y cuando les dejen celebrar el festejo con normalidad”.

Los animalistas prevén llegar ese sábado a Medinaceli para protestar a las 18.00 horas frente al Ayuntamiento. La convocatoria liderada por Pacma cuenta con el apoyo de las organizaciones animalistas Unión Antitaurina, Unión Defensa Animal Veganismo Es Justicia y Madrid Animal Save y anima a sus simpatizantes a participar para lo cual han dispuesto la salida de autobuses desde Madrid.

El Toro Jubilo es el único toro embolado que se celebra en Castilla y León cada segundo sábado del mes de noviembre dentro de las fiestas en honor de los Cuerpos Santos: Arcadio, Probo, Pascasio, Eutiquiano y Paulino.

El ancestral rito comienza con la preparación del eral que se inicia con la salida al ruedo del toro enmaromado hasta que se logra amarrar a una estaca o poste, una labor que requiere del esfuerzo de al menos una veintena de medinenses. Una vez allí, la mayor dificultad radica en colocar en la testuz del toro un armazón de hierro a modo de cuernos donde se sujetan dos bolas de pez elaboradas con estopa, aguarrás y azufre que después se prenden con una antorcha de fuego.

El siguiente paso es cubrir la piel del astado de barro de modo que el animal no sufra ninguna quemadura durante el desarrollo del festejo. Un joven de la localidad corta después la soga y libera al animal que corre por el improvisado redondel ya con las bolas encendidas. Una vez en el ruedo, los vecinos y también visitantes tientan al animal hasta que se apagan las bolas de fuego.

El Toro Jubilo, declarado festejo taurino tradicional desde el año 2002, se celebra siempre rodeado de polémica por las denuncias que año tras año interponen diversas asociaciones protectoras de animales que insisten en la ilegalidad del festejo.

Los orígenes de la fiesta se sitúan en el siglo XVI. Según el escritor y periodista Angel Almazán, existe constancia documental en el Archivo de los Duques de Medinaceli de su celebración el 29 de septiembre de 1559 al regreso de la luna de miel del rey Felipe III y su esposa. También existen documentos en el mismo archivo que hablan de otras dos celebraciones, el 3 de agosto de 1568 y el 29 de mayo de 1598. El toro jubilo se realizaba entonces varias veces al año para el disfrute de personajes ilustres y fue hacia el siglo XIX cuando el festejo se trasladó a la noche del 13 de noviembre o el sábado más cercano a esta fecha.