¿Quién es Berta Lombán, que ha dejado parte de su herencia a Soria?
La pintora gallega, viuda del poeta soriano Raimundo Lozano, ha dejado en herencia a la Diputación de Soria fincas en Torrubia de Soria y dinero valoradas en 223.000 euros
La pintora gallega, afincada en Zaragoza, Berta Lombán Guerra ha legado tras su muerte varias fincas rústicas en Torrubia de Soria y dinero en metálico, todo ello valorado en 223.000 euros. La beneficiaria de esta herencia es la Diputación Provincial de Soria que tendrá que emplear los bienes a fines sociales.
Esta cuantía corresponde al 10% de la herencia de Berta Lombán, que estuvo casada con el conocido poeta soriano Raimundo Lozano, de Torrubia de Soria. El matrimonio ha residido en Zaragoza y ha tenido una gran vinculación con la vida literaria y artística de Zaragoza y de Soria.
La Junta de Gobierno de la Diputación Provincial aceptó ayer esta herencia, cuya formalización se realizará en los próximos meses. La vicepresidenta de la Diputación, María José Jiménez, consideró que posiblemente la donante ha querido que los bienes que pertenecieron a su esposo, fallecido hace dos años, se quedasen a manos de instituciones sorianas y se empleasen en su tierra natal.
Jiménez indicó que es no es la primera herencia que recibe la Diputación y que es habitual que otras personas dejen sus bienes a la Diputación.
Berta Lombán Guerra, pintora de profesión, era la viuda del poeta Raimundo Lozano, que falleció en 2021, a los 90 años en Zaragoza, donde residía desde el año 1955. Fue el autor de 50 títulos de poesía, cuentos y miniaturas de personajes. Fue colaborador durante varios años del periódico Heraldo de Soria, en el que publicó un sinfín de crónicas culturales.
Berta Lombán falleció el pasado mes de mayo y en su testamento ha dejado una pequeña parte del patrimonio que amasó el matrimonio a la Diputación soriana para que se emplee en fines sociales. Berta se dedicó a la pintura y fue la musa de Raimundo Lozano, que le dedicó numerosos versos, según publicó Heraldo de Aragón, en una crónica en la que glosó su vida con motivo de su fallecimiento hace unos meses.
Ilustró las portadas y páginas interiores de los libros de Raimundo y en más de una ocasión manifestó que se sentía muy soriana, aunque no olvidaba el mar de su Coruña natal. Vivió entregada a la pintura pero también a la poesía que amaba profundamente, no solo leerla sino también recitarla.
El matrimonio, afincado en Zaragoza, se implicó con un buen número de actividades culturales y literarias. Raimundo colaboró con Los Amigos del Libro y con la revista ‘Barataria’, así como participaba en la tertulia de Miguel Labordeta. Pertenecía a la Asociación Aragonesa de Escritores.
Por su parte, Berta perteneció a la Agrupación Artística Aragonesa. Como pintora, su obra se caracterizó por la búsqueda de color a través de la mancha. Era una especialista en paisajes sobre todo, arboledas, flores, bosques, mundos insinuados y misteriosos, y pasó por varias épocas. Destacan lo cuadros de pueblos de ambiente galaico o aragonés.
Recorrió Aragón en numerosas excursiones y lo recogió en sus cuadros. En 1992 participó en una Itinerancia por diversos lugares de Aragón de Ibercaja con un proyecto que tituló ‘Entre la piel del infinito’.
El escritor Alfonso Zapater, en las páginas de Heraldo de Aragón, escribió de Berta Lombán con motivo de su fallecimiento y dijo de ella que «siente la pintura como algo místico, en su acepción espiritual más que religiosa. Se transfigura, por decirlo así, y sabe cómo elevarse en el espacio sin levantar los pies de la tierra. La imagen es fantástica y define a la perfección a esta mujer tierna, humanísima, irónica, que acaba de irse».
El matrimonio mantenía una estrecha relación con la Casa de Soria en Zaragoza, lo que les permitió a ambos sentirse más próximos a esta provincia que visitaban con frecuencia. Paisajes que inspiraron a estos dos artistas, tanto en la poesía como en la pintura y ahora parte de su legado económico también se queda en la provincia.