ENTREVISTA / FERNANDO MELERO RODRIGO
«A ver si Loterías se acuerda de nosotros y hace el anuncio de Navidad en El Burgo»
Dice el anuncio que ‘compartimos la suerte con quien compartimos la vida’. Fernando vende suerte, con la seguridad de que la fortuna es puro azar, y comparte la vida porque tiene claras las prioridades. Pero el triángulo, «equilibrado», dice. Mientras, se abraza a la suerte del principiante que no es, en su primer año al frente de la Administración de El Burgo, para augurar que sí, que este año... ya toca.
Pregunta.– ¿Qué es la suerte Fernando?
Respuesta.-La suerte es llegar a ser feliz con lo que tienes.
P.– ¿Qué lenguaje habla la fortuna?
R.– Habla todos los lenguajes y ninguno a la vez: lenguaje de la salud, lenguaje del amor, de la felicidad, lenguaje del dinero, de la amistad.
P.– ¿Y cómo le responde?
R.– Intento hablarle a la suerte un poquito en cada uno.
P.– ¿Por qué número apuesta?
R.– Creo en el azar. No es cuestión de suerte. La suerte es suerte.
P.– Este año se ha ido al navarro Baztán. ¿Para cuándo un anuncio de lotería rodado en Soria o en El Burgo?
R.– Ya que según dicen las estadísticas somos los sorianos los que más lotería per capita jugamos, a ver si el organismo se acuerda de nosotros y nos hace el próximo anuncio aquí.
P.–
¿Por qué sí o no un lotero debe fiar?
R.–
No, porque el que fía pierde.
P.– Dice el anuncio que ‘compartimos la suerte con quien compartimos la vida’. ¿Qué comparte usted?
R.– La vida misma. La vida con mis amigos, con mi familia, con mi mujer, mis hijos, mis padres, hermanos, mis clientes.
P.– Algo de suerte quizá tengamos que compartir. No se la va a llevar toda usted.
R.– La suerte se comparte jugando con el azar.
P.– ¿Se siente afortunado el lotero?, ¿por qué?
R.– Pues por lo que nos rodea, por tener una familia, unos amigos. Por poder vivir en un pueblo maravilloso, por tener un trabajo según están las cosas. Por no haber perdido a nadie en este último año en la pandemia, a nadie cercano.
P.– Segunda generación de loteros.
R.–Sí. Mi padre llevaba 20 años con la administración y le llegó el momento de jubilarse, muy a su pesar; sigue con la misma ilusión que el primer día de continuar repartiendo premios en su administración porque ésta es y será siempre su administración. Y ahora que los reparta yo.
P.– ¿Por qué reclama la suerte del principiante, con esa L de la que hablaba fuera de la entrevista?
R.–Porque puede caer. ¿Por qué no? Hemos repartido uno pequeñito en la Bonoloto en septiembre, a los cinco meses de iniciar yo la actividad. Pintan bien las cosas. Repartir un premio en cinco meses no lo hace todo el mundo.
P.– ¿Y qué augura para el día 22?
R.– Espero, si no el Gordo, catar un premio, sí. Es una ilusión que tenemos todos los que nos dedicamos a la lotería. Siempre tenemos ahí un pálpito de que este año va a ser. Al final quien trabaja en loterías siempre tiene algún pálpito, que si este número es la fecha, o se ha perdido y se ha vuelto a encontrar, o quien lo ha metido en la lavadora y ha soñado que va a tocar.
P.– Mire que hay rarezas.
R.– Cosas raras no. Pero sí piden números con algo distintivo como fechas, del nacimiento, de la boda, que sumen alguna cifra, los capicúas, los 13, los 15... Cada persona tiene sus cosas.
P.– ¿Cree que la suerte es justa, Fernando?
R.– La suerte al final es el resultado del azar en el juego de la lotería. No es nada. En el juego de la lotería. Luego hay suertes que cada uno se la busca, suertes que uno se encuentra. Igual que la mala suerte. Siempre están las dos caras de la moneda, la buena suerte y la mala suerte.
P.– ¿La estampita, el romero o directamente San Pancracio?
R.– El azar. No hay nada más. No tengo nada en la ventanilla.
P.– Por cierto, el amigo invisible del anuncio no debe de saber ni dónde vivo ni dónde trabajo.
R.– A mí tampoco me ha dejado ningún décimo. Pero algún amigo invisible ha pasado por aquí, ha llamado y hemos hecho de amigo invisible para enviarlo . Y nos ha especificado concretamente que no desvelemos su identidad. Así que sí, los amigos invisibles existen fuera de la televisión.
P.– Rico El Burgo en patrimonio pero en Navidad y El Niño parece que no tanto.
R.– Bueno, en El Burgo tenemos varios premios en el sorteo de Navidad y en el del Niño. Hemos dado desde el Gordo de Navidad del año 2012, también un quinto premio y luego de Lotería Nacional también hemos dado dos primeros y bonolotos. O sea que sí hemos dado. Lo que nos falta es industria, como en toda la provincia. Es la mala suerte, no sé si buscada o repartida también, un poco.
P.–
¿Ser rico se lee en cifras o es otra cosa?
R.–
Hay muchos tipos de riqueza. Una es la que se lee en cifras, por supuesto.
P.– Se estrena en el año de la primera manifestación en la historia de la lotería.
R.– De hecho, la ha habido. Yo personalmente acudí a Madrid el día 22 de septiembre a manifestarme con mis compañeros. Y es la primera vez que puede haber una manifestación el día grande de la lotería.
P.– Están ustedes también congelados en salario. Tranquilíceme y confirme que el 22 de diciembre estará abierto.
R.– Ya veremos. De aquí al 22 pueden pasar muchas cosas. Pero la convocatoria está hecha. (A las puertas del Real, por cierto). Correcto.
P.– Hablamos de una congelación en 80 céntimos, que es el dinero que les queda por décimo. Casi la mitad de un café.
R.– Al final nuestro salario, nuestro beneficio y negocio viene de un porcentaje de comisiones de la Lotería Nacional o los juegos activos, Bonolotos, Primitivas...
P.– Confiese esos sueños premonitorios.
R.– Estos últimos días no he tenido. Pero con números sueño casi todos los días. Más cuando hay mucho movimiento.
P.– ¿En forma de premio o porque las cuentas no le cuadran?
R.– De las dos maneras. (Ríe). Que faltan décimos de ir repartir a la gente que los juega, en algún lado que te dicen que va a tocar. Los nervios vendrán cuando reciba la llamada que espero recibir. Ha caído en El Burgo de Osma.
P.– ¿Cuánto juega el lotero?
R.– Al final es como todo, más que de normal pero bueno...
P.– ¿Por qué un premio de Navidad es diferente?
R.– Por tradición. Es un sorteo con mucha tradición y afición en toda España. Es lo que se juega con los amigos, en el bar del café, en la asociación del pueblo... Tiene mucho arraigo y la gente participa mucho. Al final es un sorteo que gusta y llama.
P.– ¿Jugamos mucho?
R.– Habrá de todo. Gente que juegue mucho y otra que no lo suficiente.
P.– Un deseo para el próximo 22 de diciembre.
R.– Como dice la canción: salud, dinero y amor. Es el deseo para todos. Este triángulo tiene que estar equilibrado y si te falta cualquier vértice, pues andas un poco cojo.