QUINTA ESQUINA / ANTONIO REGLERO RUIZ
«No creo que el virus derrote al espíritu numantino, que ahí está, siempre en la pelea»
Su espíritu personal le hace ver la botella medio llena y a un Numancia con posibilidades. Antonio espera volver a gritar a boca descubierta y arenga al equipo a tener hambre de gol, aunque reconoce que le cuesta visualizar un estadio con aforo completo. Pedimos un grito de guerra al presidente de la peña Amigos del Numancia y no lo duda: «Numantinos, al ataque». Pues eso.
Pregunta.– Un mes sin jugar. Se les va a olvidar cómo se anima al Numancia.
Respuesta.– Creo que no. Eso es imposible. Esperemos que nos dejen seguir bajando al campo, claro, que si no… No hay opción a que se nos olvide cómo se anima al Numancia. Creo que no se nos va a olvidar.
P.– ¿Y cómo es animar con mascarilla?
R.– Un poco peor. Te sientes como que no…, con la voz más suave, no sé… Es un poco extraño, pero no impide animar al equipo para nada.
P.– ¿Volveremos a animar a boca descubierta?
R.- Lo espero y deseo. Quiero pensar que sí. Esta mañana he leído en la prensa que ya hay algún médico que está pidiendo que se quite la mascarilla, o que el presidente del Gobierno ya está preparando para quitarlas a finales de este mes. Yo de verdad prefiero que la quiten, tengo ganas de que la quiten.
P.– ¿Qué desanima más al aficionado, la categoría, el virus o la posición en la tabla?
R.– Creo que la posición…, pero más que la posición en la tabla, que también, lo que más desanima es la actitud del equipo. Cuando ves al equipo que no le echa las ganas, o lo que a nosotros nos parece que no le echa las ganas para cambiar la situación, eso es lo que desanima. A los que estamos en las gradas nos transmite esa sensación, como si no fuera el partido con ellos. Hemos visto perder partidos increíbles, de no dejar la piel en el campo.
P.– ¿Cómo visualiza usted un estadio con al aforo a tope apoyando desde las gradas?
R.– Cuesta volver a visualizar eso. Aparte del virus, creo que la gente todavía no ha terminado de mentalizar. Es un sueño ver el campo otra vez lleno. Tardará porque la gente no termina de quitarse el miedo y luego si el equipo transmitiera más, la gente se animaría más. Es que cuando vamos al campo… enseguida estamos aplaudiendo y animando. Somos bastante conformistas, no estamos exigiendo un nivel… El público necesita poco, pero algo sí.
P.–
Cuénteme, ¿de qué se tienen que vacunar hoy los aficionados y el equipo?
R.–
Creo que tendrían de vacunarse de pensar que el equipo, que el Numancia representa a nuestra ciudad y que hay que estar ahí y entre todos hacer una piña, animando, a ver si van subiendo un poquito en la tabla y subir de categoría. Y el jugador lo primero que necesitaría es tener hambre de fútbol, más ganas, más sentir la camiseta, de verdad. Este equipo no es el Madrid, el Barcelona, que tienen dinero por todos los sitios. Es un equipo que siempre ha atendido bien a la gente y deberían echarle algo más de espíritu.
P.– Pasar de las mieles de Primera, cuando se fundó Amigos del Numancia, aunque con otro nombre, a cuarta categoría, eso tiene que helar un poco los ánimos.
R.– Eso mina mucho. En Primera hemos ido a campos como el Bernabéu y cuando hemos tenido que ir, con todos los respetos, a Ejea, a Brea, a estos campitos, dices ‘madre mía’. Pero hay que intentar superar esto. Hay que adaptarse, pero esto lo tendremos que combatir de alguna manera y lidiar con ello. Y dejarlo aparcado para ir al campo de fútbol y todas las actividades que se puedan hacer dentro de lo que nos vayan permitiendo.
P.– De momento lo que no se nos permite es abrazarnos en el gol.
R.– No, no se nos permite. Sería maravilloso volver a abrazarnos en un gol del Numancia. Abrazarse en el gol, como abrazarse en cualquier cosa. Es lo que más estamos añorando ahora. A mí me cuesta mucho no hacerlo porque soy muy sociable y lo llevo muy a mal.
P.– ¿Hasta qué punto puede un virus invisible con este espíritu numantino?
R.– No creo que este virus derrote al espíritu numantino. No, no… Somos numantinos y nunca mejor dicho. Desde que se fundó Numancia y existe, el numantino ahí está, siempre en la pelea. Y ahí vamos a estar. Los aficionados por lo menos pienso que sí. Algunos se rajarán o les costará más, pero la tónica general es que el numantino es numantino.
P.– ¿Cómo recuerda aquel buen momento de Primera?
R.– Fue maravilloso… Recuerdo aquellos momentos. Fue algo maravilloso. Hemos hecho viajes maravillosos, lo pasamos genial en 50.000 campos. Estupendo.
P.– ¿Qué momento echa más de menos?
R.– Sobre todo ir a los campos y verlos llenos de gente gritando, la alegría de antes del partido en cualquier ciudad que fueras. Ahora vas y nada. Eso se hecha bastante en falta.
P.– Situación pandémica al margen, ¿es tan difícil aquella Segunda normal?
R.– Está difícil… Yo este año no lo veo demasiado complicado que se pudiera subir, pero estoy viendo lo que he dicho. Con un poquito más de garra que echaran, estaríamos los primeros que es donde hay que estar. Si no subimos es bastante complicado, porque en los play-off ya entran aproximadamente unos 20 equipos y ya se hace un poco más cuesta arriba. Quedar los primeros es la clave.
P.– ¿Cómo vive el momento actual?
R.– Ahora mismo un poco negro. Estamos en mitad de la liga, nos hemos quedado a ocho puntos a expensas de que nos den los tres contra el Lleida. No es insalvable pero ya solo queda la mitad y en ésta hay que hacer algo más que en la otra mitad.
P.– El de hoy es otro fútbol, otra historia, otro momento.
R.– Creo que sí, entre unas causas y otras, sí, hay otro fútbol diferente, distinto. No es lo mismo que ha sido.
P.–
¿Cómo sería hoy el grito de guerra del peñista numantino?
R.–
Numantinos, al ataque. A por ellos y a por el partido.
P.– ¿Para cuándo un día de peñas numantinas?
R.– A ver si deja la pandemia. A lo mejor para abril, en algún partido de abril. No estaría mal. Y si fuera algún día que estuviéramos a punto de conseguir el primer puesto, ya estaría genial.
P.– Los únicos desplazamientos que se mueven son los pandémicos, oiga.
R.– Yo he ido a Brea y a Tarazona. No he hecho más. Los demás están bastante lejos, es un poco complicado. Son muchas horas. A ver qué pasa con Lleida, que es un poco más cercano. A Huesca tengo intención de ir también y a Teruel también.
P.– ¿Qué augurio hace para el Numancia en la próxima temporada, a nivel de equipo y de directiva?
R.– El augurio que haría es ver al Numancia en Primera de la Real Federación, subiendo de categoría. Y a nivel de directiva espero que esta gente se comprometa bien y en condiciones. Se han metido aquí y bueno, yo no les voy a decir lo que tienen que hacer, pero sí me gustaría que hicieran lo que ha hecho Paco Rubio creo que siempre. No sé si es poner más dinero, jugársela más… No sé. Si han venido pensando en que esto es un negocio, algo tienen que corregir. Pensar hacer un negocio con el Numancia, me parece una temeridad cuanto menos. Esto es lo que es.