Heraldo-Diario de Soria

ENTREVISTA / SAMUEL MORENO MANRIQUE

«Querer es poder, hay que estar con la mente muy abierta y activos para reinventarse»

Concilia el envasado y la gestión de torreznos y demás delicatesen del cerdo, con las pelotas ambiciosas del Moreno Sáez Sporting de volei. Dice que hay que devolver a la sociedad lo que ésta nos da, y de casta le viene al animal, aunque él remate en deporte lo que su padre vuelca en la filantropía. Comparten nombre bíblico, pero desde hace años él tiene voz propia.
 

Samuel Moreno.-MARIO TEJEDOR

Samuel Moreno.-MARIO TEJEDOR

Publicado por
P. PÉREZ SOLER
Soria

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Pregunta.– ¿Hasta dónde de lejos nos llevará un torrezno?

Respuesta.-Por el momento hasta Europa y hasta sitios de España que nos sorprenden día a día, como pueden ser playas en Cádiz o bares en Bélgica. Nos llevan cada día más lejos.

P.– ¿Qué espera de una panceta, a ver?

R.– Un buen equilibrio entre magro y grasa y una crujiente corteza.

P.– Hubo un tiempo en que el cerdo era solo tocino. ¿Cómo se le reconvierte en marca de garantía y dieta mediterránea?

R.– Con los cerdos cada día lo que más se paga es la carne y acaban siendo casi atletas. Están cada vez con más carne que es lo que demanda el mercado.

P.– ¿Cuál es la sustancia insabora de la industria cárnica en la provincia?

R.– Principalmente el compromiso de muchas familias que se han dedicado a hacer estos proyectos cárnicos, crecer y el buen hacer de sus empleados.

P.– ¿Cuál es su visión cósmica de la situación de la provincia?

R.– Principalmente un problema muy importante de despoblación y de pérdida de talento en el día a día, que creo que es el principal problema que arrastra la provincia.

P.– ¿Y qué es para usted el talento?

R.– Tener unos compromisos y sobre todo el compromiso para llevarlos a cabo en el día a día y demostrarlos con trabajo. El talento sin meterle horas y ejecutarlo es solamente conocimiento.

P.-Lo que más le reprocha el padre.

R.– No suele ser muy de reproches. Seguramente me reproche un poco lo despistado que puedo llegar a ser. Probablemente me lo debería reprochar más de lo que lo hace.

P.– Las cifras suben. ¿Cuál es la amplitud del horizonte del cerdo?

R.– ¿Del cerdo o de sus productos? (De ambos). Creo que ni siquiera nosotros sabemos cuál es el techo que puede llegar a tener el torrezno de Soria. Estos años ha crecido mucho. Pero ni siquiera nosotros sabemos dónde está el techo de este producto. Sí vemos que sigue estando lejos y hay posibilidades de mantener el crecimiento. 

P.– ¿Quién tiene más, el cochino o la vaca?

R.– Diré el cerdo porque lo conozco más, pero entiendo que cada sector tiene su aquel, sus trucos y su complejidad. Lo que entiendo es que la industria cárnica es importante dentro de nuestra provincia, tanto en cerdo como en vacuno. Creo que es algo que además hace arraigo en el campo y en los pueblos. 

P.– ¿Caben más explotaciones o más empresas en Soria?

R.– Creo que por igual. Teniendo en cuenta la densidad de nuestra provincia, que es de las más grandes de España y el nivel que tenemos de capacidad de poder situar aquí empresas y atraer población, el crecimiento y la capacidad para poder crecer es grande en los dos casos. 

P.– A las segundas se las quiere y se las demanda; a las primeras no tanto.

R.– Todo va de la mano y al final lo que tenemos que buscar es solución a los problemas que puedan generar estas explotaciones. Pero la realidad actual es que son necesarias para el mercado que hay y se les necesita. Lo que hay que buscar son soluciones, porque la demanda de producto dice que son necesarias.

P.– ¿Qué aspiración late en usted?

R.– Ahora todo basado en desarrollo. Desarrollar mis proyectos, mi empresa, el club de voleibol como lo estamos desarrollando estos últimos años, y seguir creciendo a nivel personal y familiar. Tengo claras las tres áreas en las que quiero seguir creciendo.

P.– La última vez que ganó y perdió al mismo tiempo.

R.– Con el club de voleibol prácticamente cada fin de semana, porque tengo tantos equipos que al final hay victorias y derrotas de cada equipo. De las victorias se disfruta y de las derrotas se aprende. Es algo que viene adherido al deporte y es bueno que ocurran ambas cosas.

P.– Soriano, treintaytantos y residente en la tierra... ¿tan difícil es quedarse en casa?

R.– Sí, sí está difícil. Yo no soy un caso que se pueda tener al uso porque he tenido claro desde hace años que mi desarrollo iba enfocado a coger la empresa familiar. Para mí ha sido más fácil de lo que lo pueden tener otros de mis amigos que, por no poder encontrar oportunidades laborales en lo que ellos se han formado, no han podido situarse aquí. Creo que sí es difícil. Aun así todo es posible y muchos acabamos volviendo y eso significa que hay oportunidades. Sobre todo, ganas de seguir viviendo en casa.

P.– ¿Qué es primero en un lugar la gente o la empresa?

R.– Creo que lo primero es la gente. Todo el mundo tiene unos objetivos personales y de desarrollo y que sin las empresas al final no vamos a poder disponer de esa gente. Es algo que tiene que ir muy de la mano.

P.– Otra palabra de moda es reinventarse. Si ya está todo ¿en qué lo hacemos?

R.– Lo que se demuestra cada día es que no está todo y que siempre hay capacidad de ir un paso más allá. Es lo que caracteriza al ser humano de otras especies. Ir hacia delante y hacer cosas nuevas. En el sector cárnico parecía que no había cosas nuevas, y se ha visto claramente que los precocinados son una gran solución y una reinvención dentro del propio producto, que lleva siglos. Querer es poder y hay que estar siempre con la mente muy abierta y activos para poder reinventarse e innovar y hacer cosas nuevas, que sean las que marquen desarrollo.

P.– A su padre le queda tiempo para estar en el Club Rotary de Soria. ¿A usted?

R.– Más allá de que a él le gusta la filantropía y las cosas culturales, yo siempre he estado más enfocado al deporte. Lo importante, de una manera o de otra, a parte de nuestros trabajos, es tener una actividad con la que devolvamos a la sociedad todo lo que nos aporta. Ya sea en su caso con una actividad benéfica como puede ser el Club Rotary o desde un club de voleibol, que haga que los niños se alejen un poco de las pantallas y puedan disfrutar lo que disfrutamos nosotros con el deporte. De una manera o de otra es importante devolver a la sociedad lo que te da en compromisos personales como estos.

P.– ¿Qué habita en el corazón de la empresa familiar?

R.– Sobre todo el compromiso con unos trabajadores y con un proyecto que haces tuyo y con el que sientes pasión. Compromiso con quienes rodean a tu empresa y la hacen funcionar y que va más allá del propio beneficio personal. Hay que ponerle pasión a esto y a través de ella, adelante.

P.– En tiempo de quejas, guerras, demandas, promesas y reivindicaciones, ¿contra qué alza usted la voz?

R.– Probablemente contra las injusticias que vemos en el día a día y que hacen que muchas veces no nos permita llevar todo el desarrollo que nos gustaría a unos y otros. 

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