ENTREVISTA / PATRICIO ARRIBAS ARRIBAS
«Curar está muy bien, pero la mayoría de las cosas no se curan; las del corazón, tampoco»
Este hombre nos proporciona un disgusto de infarto al soltarnos a bocajarro que las cosas del corazón no tienen cura. Para más inri, nunca pintó uno en la pared, ni siquiera en un folio. Pero bastan pocos minutos de charla para que nuestro órgano vital bombee confianza. Al jefe de la unidad de Medicina interna de la sección de Cardiología se le encoge el corazón cuando tiene que quedarse mudo, pero no es éste el caso. Nos habla del intercostal y del otro. Y, bueno, mejor escuchar, que han sido años duros.
Pregunta.-Tengo un problema. Me duele el corazón desde hace tiempo y mi cardiólogo me dice que no tengo nada, que los latidos son los adecuados.
Respuesta.-¿Por qué sabes que es el corazón lo que te duele? (Porque me duele en esa parte). Entre el ombligo y la barbilla hay muchos más órganos que el corazón. Hay huesos, músculos, pulmones, estómago… Puede ser el corazón o puede no serlo, depende de cómo te duela y cuándo te duela; seguro que tu cardiólogo te lo ha preguntado, te habrá hecho pruebas, análisis… Igual no te lo ha sabido transmitir, pero si te ha dicho que estés tranquila, estate tranquila.
P.-¿Qué le llevó a usted a ocuparse de las cosas del corazón?
R.-Primero, que es el trabajo que más me gusta, la mejor forma de ganarme la vida. Y luego una serie de coyunturas. No hay gente que quiera hacer cardiología en Soria, a mí me gustaba y aquí estamos desde hace 15 años.
P.-
Sin ánimo de frivolizar, un remedio universal para curar una dolencia cardiaca.
R.
-No lo hay. Además, la mayoría de las cosas no se curan. Siento decepcionarte, pero no se curan. Se controlan. (¿Ninguna cosa?). De las cosas en general; a mí se me cayó el pelo como puedes ver y mira; si te sale una caries, no se cura; si te sale caspa, puedes controlarlo, pero tampoco. Ya siendo decepcionarte, pero no, una dolencia cardiaca tampoco se cura. Eso no quiere decir ni que te vaya a dar guerra, ni que te vayas a morir de esa dolencia, pero… Lo de curar es algo que está muy bien, pero la vida real… (Realista, sí). Es que si no fuera realista no podría hacer el trabajo que hago. A mí me pagan para ser realista.
P.-Lo emocional, la tristura, el dolor del alma... ¿hacen mella en el músculo?
R.-(Asiente con la cabeza). En el músculo en sí y en cómo rinde el músculo. La gente piensa que puede tener un infarto, una arritmia… por lo emocional. No es exactamente así. Lo emocional puede ser el gatillo, lo que te desencadene la dolencia, pero desde luego si tienes una dolencia, el punto emocional con el que la lleves, tu estado de ánimo, tu actitud ante esa dolencia es fundamental para cuánto vas a tardar en recuperarte, cómo vas a recuperarte, qué secuelas vas a presentar… Entonces el punto de vista emocional y el punto de vista actitud es fundamental. De hecho, en la rehabilitación cardiaca una parte fundamental es la rehabilitación psicológica.
P.-¿Pero entonces duele o no duele?
R.-El corazón duele, sí, sí.
P.-¿Y qué corazón le dejó a usted mudo?
R.-(Repite la pregunta). Hay muchos corazones que te dejan mudo, muchas situaciones que te dejan mudo. Muchas veces que no sabes qué decir. Y cuando no sabes qué decir, con la experiencia se aprende que lo mejor es quedarse mudo. No dar la espalda, pero quedarse mudo. (Pero no me dice cuál). No te lo voy a decir; cuando ya no llegas como médico, como persona…, pues te quedas mudo.
P.-Una RCP o unos primeros auxilios tendrían que estar en cualquier ley educativa. ¿Sí o sí?
R.-Por supuesto. No concibo que mis hijos en el instituto estén haciendo unos trabajos de educación física en los que se les explica lo que es aeróbico, muscular, protocolos de tal… ¿y no sepan lo que es un desfibrilador? No saben lo que es una posición de seguridad, no saben lo que es una RCP. Es absurdo que todos los chavales, y toda la gente en general, no sepan hacer una RCP que se aprende en 15 minutos y el reciclaje se hace en cinco, cada año. Y no sepan lo que hacer con un desfibrilador, que te va a decir él lo que tienes que hacer. A mí me parece absurdo. Debería ser obligatorio, pero no solo para los estudiantes, sino para mucha población que está trabajando para el público.
P.-Este covid también ha obstruido el corazón. ¿Más el intercostal o el intangible?
R.-Todos. Todos, sí. Este covid en el corazón de los pacientes -vamos a decirlo así… ya ha salido en todos los sitios- puede dar patologías cardiacas. Pero a parte de eso, quienes no han tenido covid y tenían patologías cardiacas lo han sufrido. El covid se ha llevado por delante daños colaterales de gente que no tenía covid y se ha muerto, y de otra forma probablemente a lo mejor no.
Pero luego los que han estado dentro, no solo los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores… no hemos salido igual. Hemos salido tocados todos. Depende de la edad que tengas, de lo que hayas visto o lo que hayas dejado de ver, de cómo te afecte. Es un antes y un después. Y no se va a saber lo que ha habido dentro porque ninguno lo hemos contado. Ha habido mucha gente que ha hablado del covid, pero de los que estaban ahí dentro los 15 primeros días no ha hablado nadie. Ni vamos a hablar. (Silencio)
Todos los que hablaron y salieron por la tele, ninguno estaba dentro metido. Yo estuve de baja tres meses después del covid, por un problema de retina por el estrés. Sí, hay un antes y un después. Nos hemos quedado con el aplauso, con el saldremos mejores. Bueno, pues nada, para adelante.
P.-Se preguntaba Alejandro Sanz quién le curaría el “corazón partío”…
R.-Que no se cura. Que siempre va a quedar una cicatriz.
P.-Vaaaale. ¿Por qué cree que se le canta tanto al corazón?
R.-No lo sé. Supongo que hay un toque ya desde la antigüedad, algo de mitología. No se sabía muy bien cómo funcionaba, estaba prohibido abrirlo. Y es un órgano que, al fin y al cabo, es una bomba hidráulica. Bueno, tiene su importancia: en el mundo desarrollado las primeras causas de muerte son las relacionadas con el corazón y las arterias, las enfermedades cardiovasculares. Pero aquí en Soria también muere mucha gente de cáncer gástrico, de intestino, aunque el intestino tiene menos glamur, claro. De próstata, la mama… No es más importante un cardiólogo que un urólogo, o que un oftalmólogo, o que un internista.
Lo que pasa es que siempre se han asociado los sentimientos con el corazón. Pero parece ser que los sentimientos están aquí (se toca la cabeza) y cuando ya se descubrió que estaban aquí (se la vuelve a señalar), cientos de años de literatura, de arte… suena como más importante.
P.-¿Qué patologías cardiacas son las más frecuentes en la provincia?
R.-En Soria y en todo el mundo desarrollado, lo más frecuente son las patologías asociadas a las enfermedades coronarias, a las aterosclerosis, a la obstrucción de las arterias. Por diabetes, por hipertensión, por colesterol, por tabaco, por edad… Son la angina de pecho, el infarto de miocardio y la insuficiencia cardiaca. Luego las arritmias son muy frecuentes también, arritmias que pueden aparecer en corazones sanos o enfermos, y luego problemas de válvulas. Es lo más frecuente. También hay procesos inflamatorios como las pericarditis, más esporádicos, más estacionales, y cardiopatías hereditarias más complejas.
Lo fundamental, que además es lo que se puede prevenir, son las derivadas de la aterosclerosis, de la hipertensión, del tabaco, del colesterol, del estrés, de la obesidad, del hábito de vida sedentario que llevamos… Y eso es angina e infarto de miocardio.
P.-Una insidiosa. ¿Y eso lo curamos aquí o en Valladolid o Burgos?
R.-No, no se cura en ningún sitio. Se apaña. Pero de curarse, lo más cerca que hay para curar todo eso es en casa. Porque la mejor forma de tratar un infarto es no tenerlo. La mayoría de la gente que ha tenido un infarto ha ido alguna vez al médico y le han dicho 'tiene los análisis un poco, y el colesterol un poco...' Y la tensión, 'si me la tomo cuando voy al médico'. Ya, pero es que solo te la tomas cuando vas al médico. Tienes el azúcar..., no, no soy diabético. Muchas veces el tren te pilla dormido en la vía, pero la mayoría de las veces pita. Y si estás dormido en la vía, sabes que te puede pillar.
Cuando tienes un infarto, y es el caso dramático, muchas veces es (entrecomillas) un fracaso o una decepción para los que te han estado viendo antes y te han dicho 'cuídate'. Cuando tienes un infarto te ponen el tratamiento aquí, vas a Valladolid, en Valladolid te apañan, pero después llegan los deberes y los deberes los tienes que hacer tú a diario.
Por mucho stent que te pongan en Valladolid, o Burgos, que ahora los ponen ahí, si tú sigues descuidando tu diabetes, descontrolando tu dieta y haciendo hábitos sedentarios, pues ese stent tiene fecha de caducidad y volverás con un infarto en tres, cinco meses. Si haces las cosas bien, aunque te hayan puesto cinco stent es muy probable que ese infarto sea el primero y el último.
P.-¿Qué o quién urge un bombeo?
R.-Todo lo que te llegue dentro exige un bombeo, para eso está el corazón, para bombear más fuerte cada vez que hace falta.
P.-Si el stent ancha las venas para el circuleo de sangre aquí (señalamos el corazón), ¿qué stent hace falta para expandir esto (ahora la cabeza)?
R.-Igual primero hay que cerrar otros stent. Es muy fácil dejarse llevar por los móviles, por la tele, y estamos en una sociedad que está diseñada para no pensar, para ir de borrego, borrego y espíritu crítico cero. Igual habría que empezar a cerrar y a que te aburras. Porque si no te aburres, no te vas a leer a Quevedo y a Gracián ni te digo. A lo mejor hay que empezar a aburrirnos un poco y a mirar por otros lados. Y además no perder el espíritu crítico del niño de tres años. Y por qué y por qué y por qué.
P.-Como jefe de la unidad de Medicina interna de la sección de Cardiología, ¿qué es lo último que ha pedido a sus jefes para el servicio?
R.-Un ecógrafo y un Holter, un sistema de Holteres.
P.-¿Qué le encoge al cardiólogo este órgano vital?
R.-Cuando me tengo que quedar mudo, me quedo con el corazón encogido. Cuando veo a compañeros, de instituto o gente más joven que yo, con enfermedades graves y un pronóstico horrendo, se me encoge el corazón. También me ponen en mi sitio; cuando estás en el mundo real pues se te encoge, pero te ponen en tu sitio. Y das gracias de lo que tienes.
P.-Confiese, ¿qué pasó aquel día que pintó un corazón en un papel?
R.-Nunca he pintado un corazón en un papel. No, no, no, buf. Era muy tímido y muy vergonzoso. Luego para explicar a los residentes, sí he pintado corazones, pero me quedan muy mal.
P.-Sólo se me ocurren apelativos cursis sobre el corazón. Elija tres.
R.-Necesario, discreto y apasionante.
P.-¿Cómo de misterioso le parece el corazón?
R.-Cuando más lo estudio, más misterioso me parece. Es que cuanto más estudias, más te das cuenta de lo amplia que es tu ignorancia. Es muy misterioso.
P.-
¿Cuál es el corazón de su centro de trabajo, del hospital?
R.-
Creo que es el equipo, en general. Es un hospital pequeño, en el que nos conocemos todos y en cierto sentido no hay agendas precisas. Sé que si voy mal en una agenda, el de al lado me va a echar una mano o la enfermera, o la auxiliar. Creo que es el sentimiento de equipo y de familia que hay en el hospital. Y eso es lo que salva los trastos en las situaciones críticas.
P.-Doctor Arribas, ¿qué le falta o le sobra a la sanidad soriana?
R.-Muchísimas cosas. Le faltan muchísimas cosas. Y le sobra discreción. No sé por qué pensamos que tenemos que estar satisfechos o en deuda. Ayer leía una frase de Aristóteles que decía: “No se puede tratar igual a los desiguales. Es tan injusto como tratar desigual a los iguales”. En cuestiones de sanidad Soria no es igual que el resto. Y no quiere decir nada peyorativo, simplemente que estamos a 200 kilómetros de la radioterapia, a 200 kilómetros de la neurocirugía, a 200 kilómetros de la hemodinámica… No hay ningún hospital en España tan lejano a los centros de referencia como es Soria. Por muy hospital provincial que seamos, por muy complejo.
No se puede hacer criterios poblacionales, porque si hacemos estos criterios poblaciones y capitalistas puros y duros para Soria, los hacemos para todos y ya está. Ni Salario Mínimo Vital ni gaitas. Soria a lo mejor necesita más ambulancias, a lo mejor necesita un helicóptero, más bases de UCI móvil, a lo mejor es necesario que los especialistas que vengan a Soria tengan unos alicientes añadidos a si se van a Burgos o a Valladolid.
P.-La última. ¿Cómo le late?
R.-Muy tranquilo. Sí, muy tranquilo.