ENTREVISTA / BENJAMÍN ARAGÜÉS ALONSO
"Las fiestas de San Juan serán siempre de los vecinos, pero quien ha de cambiar las cosas es quien es"
Como todo jurado de cuadrilla que se precie, la experiencia fue fantástica y todo salió perfecto. No le arrancamos un ’pero’ en torno a San Juan aunque los hubiere, diferentes, eso seguro, a cuando los abuelos políticos -Marcelo y Catalina- lo fueron hizo un siglo en 2017, año de sus fiestas. Hoy es la voz de los Jurados de Cuadrilla y ríe cuando se le hacen preguntas comprometidas. Ya tarda en llegar la fiesta.
Pregunta. Jefe de los jurados de cuadrilla o alcaldes de barrio. ¿De qué se ocupa?
Respuesta. De la asociación, de todos los proyectos que había, cursos de banderillas, pirograbados. De lo que armó la gente que empezó con ella.
P. Dígame, ¿por qué fue jurado?
R. Sus abuelos fueron jurados hace cien años y nosotros lo fuimos en 2017. Lo teníamos en mente hace ya tiempo y me lo propuso mi mujer, así que adelante.
P. Seguro que la experiencia fue de notable. Ahora dígame en qué se equivocó o qué no volvería a hacer.
R. Creo que no nos equivocamos en nada. Teníamos de secretarios a mis suegros, la gente estuvo contenta. Preguntamos luego a los vecinos y nos dijeron que muy bien. Equivocarnos creo que en nada. ¿Qué no volvería a hacer? Creo que nada, porque salió todo, creo, muy bien.
P. ¿Cuál fue la experiencia más positiva que le quedó de las fiestas?
R. Todas. No puedo decir ninguna. Te podría enumerar mil. El compromiso de los vecinos, las amistades que colaboraron y aún hoy en día seguimos teniendo... Cualquier día fue perfecto. Yo me quedo con la colaboración y la aceptación de los vecinos que bajaron a la cuadrilla.
P. ¿Y la menos positiva?
R. El que hizo mucho frío el Sábado Agés.
P.
Porque pagar, pagaron todos, imagino.
R.
Sí, sí. Hubo alguien incluso que me llamó allá por noviembre o diciembre que había vuelto del pueblo y quería pagar. Quedamos y pagó.
P. ¿Por qué si o no debería la asociación tener un papel más activo en San Juan, no ya en fiestas sino en preparativos, posibles modificaciones...?
R. En sí lo que creo es que la Alcaldía tendría que tenernos más en cuenta como asociación a la hora de preparar las cosas, de pedirnos.., no ya pedirnos, sino colaborar con ellos en cosas. Creo yo. Esta asociación es muy veterana y la gente lleva mucho tiempo, tanto siendo jurado como ayudando. Ya no pedirnos ayuda, sino decirnos 'oye ¿podéis colaborar en esto, qué os parecería esto otro?'. Nosotros siempre trabajando desde fuera, no que nuestra opinión sirviera para un precedente. No, porque la última palabra la tendrá siempre el Ayuntamiento.
P. ¿Cuándo fue la última vez que el Ayuntamiento les pidió parecer para algo?
R. ¿Opinión a nosotros? (Ríe). Desde que estoy yo nunca. Ya con quien estuvo antes no te lo sé decir.
P. Una tópica. ¿Qué cambiaría de las fiestas con ánimo constructivo para mejorar?
R. Las distribuciones de las cuadrillas, pero eso ya se estuvo comentando con el Ayuntamiento y creo que se está estudiando. No sé si para este año o el siguiente. Eso ya no lo sé. Hay barrios que se han hecho muy grandes y otros en los que por circunstancias hay gente mayor o ya no entra. Pero el quesito de las cuadrillas sigue siendo el mismo.
P. La esencia purista de las fiestas, la misma.
R. Sí, sí, ya te he dicho antes. La última palabra en sí la tiene la Alcaldía. Si hay que cambiar algo serían ellos. Que nos pidan una opinión, como asociación podríamos darla pero nunca un decreto.
P. ¿Qué le hace falta innovar a las fiestas de San Juan de Soria?
R. Los usos y costumbres llevan muchísimo tiempo. ¿Qué cambiaría? Yo de las fiestas nada. Si hay que cambiar algo, tendría que cambiarlo el Ayuntamiento.
P. Ya, bueno. ¿Pero por dónde empezaría el presidente de la Asociación de Jurados de Cuadrilla?
R. Por poner un día más.
P. El último jurado al que entrevisté dijo que había que empezar a tener un ideal sanjuanero con una estampa más del siglo XXI. ¿Cómo de tradicionalista es?
R. Siento ser repetitivo. Que tenemos que entrar en el siglo XXI, bien, pero siempre con las directrices del Ayuntamiento. El que tiene que cambiar y entrar en el siglo XXI, que tampoco, porque eso es cuando él quiera y va entrando, es el Ayuntamiento. Quienes tienen que poner directrices son ellos.
P. Le pregunto a usted no al teniente de alcalde municipal. ¿Las fiestas son de los vecinos o del Ayuntamiento, porque al final todo lo decide el Ayuntamiento?
R. No, no, no. A ver, puede pedir opinión a los vecinos, eso por supuesto, pero la última palabra quién la va a tener. Es la pregunta que te hago yo. Aunque nosotros queramos cambiar muchas cosas, muchísimas cosas, ¿quién tiene la última palabra? (¿Entonces querría cambiar alguna o no?). ¿De las fiestas? Lo que te digo, un día más. Entrar en el siglo XXI con las directrices del Ayuntamiento. Las fiestas serán siempre de los vecinos, por supuesto, y de los jurados, pero quien tiene que cambiar las cosas es quien es. Que nos pidan ayuda, eso por supuesto. Creo yo que lo harían así, como se hicieron antaño las mesas sanjuaneras en las que hubo debates. Eso sí estaría bien, que propusieran eso. Que el propio Ayuntamiento dijera 'vamos a hacer unas mesas en las que pueden participar todos los sorianos y exponer sus opiniones y las cosas que cambiarían'. En eso es lo que te digo, que el Ayuntamiento pidiera ayuda a los vecinos, al pueblo en sí.
P. Hablemos de dinero. Las cuentas no siempre salen en las cuadrillas, me dijo un jurado.
R. Sí, por supuesto. En eso es lo que entra la redistribución de cuadrillas. Una cuadrilla que tiene 800 vecinos tiene los mismos gastos que una que tiene 1.200. Es lo que hemos hablado. Los músicos cuestan lo mismo.
P. Entonces ¿se necesita o no algún cero para ser alcalde de barrio?
R. Yo creo que sí. Habiendo sido creo que sí. ¿De ahorros estás hablando? Sí, sí, sí. Algo tiene que haber, tienes que tener. ¿Que luego salen las cuentas? Muchas cuadrillas según como te organices salen a deber dinero, vamos, a perder dinero; y otras salen a paces.
P. No sé si será taurino. Quizá no sea imprescindible en el San Juan de Soria de sol, vino y toros.
R. Creo que no es imprescindible ser taurino en San Juan. A mí ni me gustan ni me disgustan los toros. Sinceramente la única vez que voy a ver los toros es el Viernes de Toros. No voy más, pero los respeto. Me gusta el ambiente, pero también te digo que el único día que los veo es el Viernes de Toros.
P. ¿Hasta dónde se creyó el bastón de mando? Lo digo porque hay jurados que casi son ministros.
R. (Ríe). Alguno habrá, no digo que no. Yo no. Yo en ningún momento. Es más, yo en el Calaverón la jurada tiene otro bastón, que fue donado por una mujer que fue también jurada. Y la jurada lo puede sacar cuando quiera. Somos iguales. (No hablo de igualdad). ¿Del hecho de creerte más que nadie cuando eres jurado? (Ya veo que me había entendido la pregunta). En nuestro caso no fue así. Podías hablar conmigo como ahora. Que habrá gente que se lo crea. Eso ya no te lo sé decir. Yo la gente que conozco que ha sido jurada no ha pasado eso. ¿Que habrá gente que lo haga? Puede ser.
P. Y siguen sin salir los de Santa Catalina.
R. Es una cuadrilla difícil. Lo estuvimos comentando el otro día en la asociación cuando se hizo el certamen de dulzainas. Espero que para el sorteo sí estén. Nosotros ahí estaríamos como asociación para ayudar, tanto a esa cuadrilla como a las otras
P. Comentarios a pie de acera han hablado en ocasiones de que el convencimiento para ser jurado...
R. ... ha sido que te daban un trabajo. Eso me lo han comentado a mí. Yo no lo he visto.
P. No me ha dejado terminar pero veo que también lo ha escuchado. Termino la pregunta en cualquier caso... Que el posible-presunto convencimiento 'se paga' en diferentes formas y hasta con trabajo. ¿Qué hay de cierto a su modo de ver?
R. Ahí no puedo entrar porque yo no lo sé. Ni lo he vivido, ni sé ni conozco gente que lo haya recibido, ni económicamente ni en forma de trabajo. Yo no lo he conocido.
P. Será un mito callejero.
R. Se ha oído muchas veces ese comentario. Yo no lo sé.
P. Sí sabrá su deseo para fiestas.
R. Que salga todo bien como en años anteriores, porque la gente tiene muchas ganas de fiesta.