ENTREVISTA / SARA CANTARERO IGLESIAS
"Ser atractiva abre y cierra puertas laborales"
Licenciada en Criminología, con mención especial en Ejecución Penal, trabaja con personas de protección internacional. Además, se forma para, algún día, opositar a Policía Nacional como inspectora. Por el camino recaló en la provincia y se coronó como Miss Soria 2023. Hablamos con Sara de belleza, de causas sociales y del mundanal ruido de los prejuicios.
Pregunta. Sara, Miss Soria, ¿para qué sirve ser bonita?
Respuesta. Yo no haría la pregunta así, ¿para qué sirve ser bonita? Yo me presento al certamen de Miss España como Miss Soria no por considerarme solo bonita, sino que creo que también tengo una belleza interior que hay que demostrarla. No pensar que solo por ser guapa ya lo tienes todo hecho o solo vales por eso. Pienso que tenemos que valorar más allá de los rasgos físicos de la persona; al fin y al cabo también es un pasaje al mundo del modelaje, de la fotografía, a todo esto.
P. ¿Su belleza se rebela contra algo?
R. No hay solo un ideal de belleza. En el certamen hubo chicas muy diferentes entre sí, tanto físicamente como personalmente. La belleza puede ser un grito de que cada uno es como es y de que hay diversidad en el mundo. Y eso es belleza también. Por otro lado, creo que la belleza puede ser una rebelión contra hechos tristes, como la guerra. La ayuda es belleza. Hablaría de rebelión en esos dos sentidos, en cuanto a la diversidad y al amor propio y en cuanto a la bondad y la solidaridad.
P. ¿Qué sabor de boca le ha quedado del certamen Miss Mundo España 2023, aunque no haya ganado?
R. Me ha aportado aprendizaje. Me quedo con que ha sido un aprendizaje para mí, un primer contacto con este mundo. Yo no pertenecía para nada a él, jamás he hecho nada ni de moda, ni certámenes, ni pasarela, pero cogí la oportunidad y ha sido una semana de concentración en la que he aprendido muchísimo de mis compañeras, de la organización, de cómo funciona todo este mundo, de cómo gestionar las emociones. Ha sido un primer contacto y me quedo con que he aprendido y que puedo ir más allá.
P. Hablando de ese control emocional, ¿qué desbarata a la miss?
R. En un principio no controlaba las emociones, porque soy una persona que me gusta tener todo bajo control. Yo no conocía nada de esto y consideraba que no tenía nada bajo mi control, que todo estaba al control de los demás. Pero una vez llegué al certamen a la semana de concentración, el segundo día más que el primero, vi que sí podía controlar la situación. Es cierto que te afloran sentimientos, porque tienes nervios, inseguridades, pero no por creerme mejor o peor, sino la inseguridad de estar a la altura para poder demostrar lo que yo soy, de no quedarme nada dentro. Destacar sobre todo sentimientos de inseguridad, no creo que tenga nada que esconder, y de felicidad, me sentí muy feliz.
P. ¿Qué no puede faltar en un concurso de belleza?
R. Lo que no puede faltar es un control de las redes sociales. Actualmente las redes sociales lo mueven todo y si tienes un dominio de tu imagen y de red social, tienes gran parte garantizado.
P. Y de profesión...
R. Actualmente soy técnico de la Fundación de Razón Social. Trabajo con personas de protección internacional y, como técnica, los conozco, les hago entrevistas personales y, a partir de ahí, creo un itinerario personalizado con el usuario para intentar reubicar y reorganizar su vida y poder favorecer una reinserción social y laboral.
P. Licenciada en Criminología, con mención especial en Ejecución Penal. Cuénteme, ¿qué crimen no ha cometido?
R. (Ríe). Ninguno. Pero la verdad es que sorprende mucho y, además, es triste, por así decirlo, pero sorprende. '¿Tú has estudiado Criminología?'. Tenemos asociado las carreras con las imágenes, pero estoy super contenta con la carrera que he hecho. Es verdad que aquí en España es difícil dedicarte cien por cien a la criminología, pero me gustó muchísimo. Además, gracias a esta carrera también he podido encontrar más profesiones que me llaman la atención y puedo continuar estudiando en este sector, con muchas ganas.
P. ¿De qué es culpable?
R. Culpable en ocasiones soy de ser demasiado autoexigente. Todos tenemos que aprender un poco a valorar el esfuerzo que hacemos, que a veces vales y otras no, lo que no implica que seas mejor o peor. Y quizá soy culpable de auto exigirme demasiado.
P. ¿Cómo es una persona fea?
R. Una persona fea es alguien que denigra a las demás y no tiende su brazo a ayudar. Es eso, quien hace daño a otras personas.
P. ¿Qué causa social apoya?
R. Va relacionado con lo que es mi trabajo. Apoyo intentar ayudar a las personas. Desde que trabajo en la fundación me he dado cuenta de que todo es de manera verbal o por las redes sociales. Apoyamos mucho cuando hay una guerra a las víctimas, pero cuando luego cuando tocas la puerta de alguien para intentar ayudar a estas personas se te cierran. Hay un problema de querer dar una imagen de lo que no somos. Quiero apoyar que se quiten estigmas con esas personas y que, igual que decimos 'qué pobres estas personas...', hagamos actos para ayudarlas. No hablo solo de lo económico, sino de dar un trabajo, de intentar buscar soluciones a los problemas que ellos traen de fuera. Es la causa social que apoyo, a estas personas.
P. Ser atractiva, ¿qué puertas abre y cuáles cierra?
R. Ser atractiva abre y cierra puertas laborales. Me explico. Te cierra porque quizá consideran que solamente eres guapa, que tu cabeza no funciona. No se paran a conocerte ni a valorar tu experiencia laboral o a saber cómo trabajas. Directamente te cierran la puerta. Pero sí es verdad que se te abren otras puertas de otros sectores, como la moda, certámenes, fotografía, pasarela.
P. Una estrategia para la no decepción.
R. Ser realista, saber quién eres, lo que puedes llegar a dar y a lo que aspiras. Yo no puedo aspirar a algo que sé que no puedo hacer, que no me puedo permitir. Tienes que ser realista, valorar las cosas buenas y pensar en lo que puede llegar a pasar.
P. Sin ánimo de frivolizar, ¿cuánto le costaría vivir sin espejos?
R. (Ríe). Voy a ser sincera. Soy una persona muy coqueta, me encanta mirarme al espejo, pero no para adorarme. Me costaría vivir sin espejos, sí.
P. ¿Una miss trans es más o menos miss?
R. Es una miss. El adjetivo de trans es, simplemente, para dar otro certamen. Pero es una miss igual que lo soy yo.
P. Del mundanal ruido, ¿qué no quiere escuchar?
R. Llantos. No quiero escuchar llantos. Soy muy empática y me da pena que la gente sufra. Ojalá que todos fuéramos felices y a todos nos fuera bien. Escuchar llorar a una persona de tristeza o de pena me rompe el corazón.
P. ¿Y a qué mundo no le gusta asomarse?
R. Al de la envidia y al de la falsedad. Solo causan daño y te pueden hacer que te dejas llevar por ello y te creas lo que la gente dice. Pongo un ejemplo, el de miss. Si a alguien le ha sentado mal que lo fuera y dice que por qué lo soy, que no tengo nada en la cabeza, si me dejo llevar por ese mundo, puedo llegar a pensar que no valgo nada y que simplemente soy una cara bonita y no creo que sea así.
P. ¿Para qué siente que se le ha hecho tarde, joven?
R. No me cierro las puertas de nada. Pienso que soy joven para seguir estudiando, soy joven para seguir viajando, para presentarme a todos los proyectos que tenga en mente. No creo que se me haya hecho tarde para nada.
P. Del vasto mundo de la igualdad, ¿qué le patina?
R. No creo que estemos en igualdad de condiciones para el acceso a cosas cotidianas de la vida. Es algo que queremos conseguir. Hablamos de ella, pero no la tenemos en todos los sentidos, ni en raza, ni en sexo, ni económicamente, ni en ideologías. En nada. A pesar de que se luche por ello, todavía queda camino por recorrer.
P. ¿Qué responde a quienes reprochan la existencia de este tipo de certámenes?
R. Que deberían conocerlos. Deberían de informarse de qué es este certamen. Yo por ejemplo, cuando me hicieron la entrevista para ir al certamen, había comentarios que decían que a lo que se tenía que dar voz era a una enfermera, a un policía, no a una miss. Pero no soy solo una miss. Soy una persona que ayuda a los demás y tengo más allá que el simple hecho de ser miss. La gente que piensa que simplemente es desfilar y sonreír está equivocada. Para nada. Hay un trabajazo increíble detrás de todo lo que se hace para llegar al certamen. Son prejuicios que tiene la gente.
P. ¿Qué va a hacer con su reinado?
R. Quiero continuar dando voz a mi proyecto social, mejorar en este mundo, profesionalizarme un poquito más con todo lo que he aprendido. Me gustaría ser ejemplo de superación; de creer en uno mismo; de que si uno quiere, puede. Solo tienes que ponerte el objetivo y buscar los caminos. Quiero ser un ejemplo de ello.
P. ¿Dónde y cómo se ve dentro de 20 años?
R. Me veo casada, con hijos, muy feliz y viviendo en un lugar que me haga sentir a gusto. Ojalá sea cerca de la familia. Igual en otro trabajo, pero del mismo sector. Y no descarto tener alguna otra titulación.
P. De Barcelona a Soria casi un año después.
R. La verdad es que fue un cambio que no esperaba. No me levanté un día y dije 'me voy a vivir a Soria'. Fueron desencadenándose situaciones que me llevaron a vivir aquí. La verdad es que al principio me costó adaptarme a vivir aquí porque fueron demasiados cambios muy seguidos y sin poder meditarlos. Pero actualmente estoy feliz y contenta de estar aquí, valoro lo que Soria me da. Cada ciudad te da algo diferente y me gusta la tranquilidad y la naturaleza que siento aquí. Yo me mudé aquí por mi pareja, por el trabajo. No puedo decir que me vaya a quedar 20 ó 5 años, porque si me toca volverme a ir, me iré, pero eso no quita con que yo esté muy feliz aquí.
P.
¿Qué tiene que copiar Barcelona de Soria?
R.
La tranquilidad. En Barcelona la gente va como una moto sin pensar en lo que tiene delante. Va a lo que tiene que hacer. A veces va bien parar, ir tranquilos, respirar. También debería copiar el cuidado al medio ambiente. Aquí hay mucha naturaleza. Barcelona debería aprender eso, a cuidar el entorno.
P. ¿Y viceversa?
R. Dar más oportunidades a la gente. Si hubiese más trabajo, estudios... Que la gente no tuviese la necesidad de irse fuera para poder continuar su vida. Creo que ayudaría a que Soria estuviese más repoblada.
P. Oiga, una cosa. ¿Por qué los futbolistas no se enamoran de mujeres como yo? Alguien normal, de andar por casa.
R. Yo soy una mujer de andar por casa y así se ha enamorado mi pareja de mí. La verdad es que volvemos a lo mismo. Es que son prejuicios, siempre son prejuicios. Si no he escuchado mil veces la frase 'los futbolistas son todos iguales, dan a un balón y se fijan en mujeres guapas'. Ahora que estoy dentro no estoy nada de acuerdo. Nosotros nos conocimos, no pertenecía al mundo de la moda, ni de los certámenes y aún así se enamoró de mí. La gente se puede enamorar de quien sea, de como sea, sin profesión, sin prejuicios. Nos enamoramos de lo que nos llena el corazón.
P. ¿Más numantina o más culé?
R. A mí el fútbol no me gusta, pero ahora mismo numantina. Que el Numancia vaya para arriba.