Entrevista. Mayte Rodrigo Antón
«Esta ropa podría estar en cualquier otra tienda y nadie diría que es de segunda mano»
A Mayte le gustan los abrigos porque acogen y sugieren calor humano, no porque empiece el frío. Entre todas las historias que encierra el proyecto social de Granito de Tela está la suya. Comerciante en textil, luego años en paro y más tarde en Moda Re, desde que abrió la tienda. Aquí recomienza su historia, un nuevo diccionario con los mismos términos, pero repensados.
P. Mayte, consumimos mucho y de todo. ¿Por qué?
R. De estar trabajando en otros comercios a hacerlo aquí, en Granito de Tela, sí se nota diferencia en cuanto a consumo. Hablo del consumo de ropa, bien porque se trata de un proyecto social, o porque nos gusta recuperar ropa que está en perfectas condiciones y nos ahorramos de paso un dinero que, según estamos hoy, nos viene muy bien, o porque se trata de cuidar el planeta... la gente consume más casi por necesidad que por capricho. Aunque siempre te lo puedes dar, porque ten en cuenta que al precio que tenemos los artículos en la tienda de Moda Re- te lo puedes permitir. Colaboras en un proyecto muy bonito. Si una prenda te la pones dos veces y ninguna más, más tampoco te hace tanto duelo dejarla guardada en un armario, porque no te has gastado el precio como en otra tienda al uso.
P. Cuénteme su último capricho en ropa.
R. Hace mucho que no me doy un capricho. Ten en cuenta que llevamos uniforme y estoy metida aquí casi todo el día, con lo cual tampoco tengo tanta necesidad de cambiarme de ropa habitualmente. Si hay algo que me gusta, me da mucho al ojo y comprendo que lo necesito, sí me lo compro.
P. ¿Integridad al comprar o integridad al vender?
R. Las dos cosas. En principio trato a la gente como me gustaría que me trataran a mí. Si voy a una tienda a comprarme cualquier prenda y no me queda bien, por ejemplo, agradecería que la persona que me está atendiendo ofrezca otra cosa que me puede quedar mejor y voy a salir más contenta. Es algo que practico a la hora de atender al público. Trato de ayudar a la gente, mi trabajo es conocer todos los artículos que hay en la tienda, intentar conocer a la clientela que tengo y mostrarle aquello que es más de acuerdo a la persona.
P. ¿Qué palabras hay en la órbita de Granito de Tela?
R. Reutilizar, reciclar, ayudar, reestrenar... (Esas las sabemos). Al final con la gente que viene desde el principio, hace seis años, cuando abrimos, llegas a tener cierta amistad, empatía sobre todo. Aquí vemos gente que lo está pasando mal y gente necesitada. Así que procuramos que salgan de aquí con la autoestima más alta, que tengan opción a ir vestidos y calzados como todo el mundo sin que les cueste algo que ellos en ese momento no tienen. Sobre todo ayudar a la gente.
P. El empleado del sector comercio a los 50 es, muchas veces, invisible al empresario. Comparta su experiencia.
R. Yo he trabajado toda la vida en el comercio, en diferentes empresas. Y concretamente en la última en que estuve, por la crisis o por determinadas circunstancias, me quedé sin trabajo. Eso me llevó a la oficina de empleo, agoté todo el tiempo de prestación y después me dieron la ayuda; pasó el tiempo y durante años entregaba curriculum donde sabía que necesitaban gente o si no. Necesitaba trabajar, tanto económica como psicológicamente. Cuando lo entregas y en el momento en que ven tu edad dicen que ya no das el perfil. Sin darse cuenta, quiero pensar, están bajándote mucho la autoestima. Están diciéndote 'yo no sirves, ya no vales. Me gusta tu curriculum, pero no tu edad'. Eso para la gente entre 50 y 60 es un grave problema. Yo tuve mucha suerte y siempre les estaré agradecida, porque confiaron en mí, no les importó mi edad y me dieron la oportunidad de demostrar que todavía sirvo para este trabajo.
P.¿Qué renovó de su profesión cuando entró a trabajar en esta tienda, Moda Re?
R. Primero tuve que renovar la mente. Esta tienda no es una tienda al uso, aunque vendamos ropa y cobremos dinero por ello. Pero la forma en que se trata a los artículos, empezando por una higienización completa desde el principio, no por el covid, es muy diferente. Yo estaba acostumbrada a recibir ropa, colgarla y ya no tenía que hacer nada más. Aquí no. Aquí haces un pedido, tuve que aprender, ver lo que se vendía mejor, lo que no... Eso era nuevo. Y cambiar la mentalidad, intentar que la gente que entra en Granito de Tela también vea las cosas de otra manera. Primero que conozca el proyecto, que pertenecemos a Cáritas, que es un proyecto a nivel nacional, para que entre un poquito en la venta de ropa de segunda mano.
Esta ropa podría estar en cualquier tienda de Soria, nadie diría que es de segunda mano, porque está en perfecto estado y se repasa prenda por prenda. Eso se hace en la nave de Valcorba y hasta que la ropa no está higienizada, marcada y preparada para traer a tienda, no se trae. Donde más trabajo hay es en la nave. Lo bonito del proyecto es la tienda, hay gente que se sorprende porque no se espera que la ropa esté como está. Pero no me costó. Además, hay que hacer más esfuerzo para que la gente vea que esta ropa tiene que tener una segunda vida.
P. Una prenda que identifique con los tiempos que corren.
R. Un abrigo, no solo porque llega el frío y el invierno. Elijo un abrigo porque es una prenda que acoge, que da calor, que abriga, algo que todos necesitamos.
P. ¿Qué tiene que aclarar de forma reiterada?
R. Decirle a la gente que la ropa que tan gustosamente nos dan y depositan en los contenedores que hay -tanto en la provincia como en la ciudad- no es ropa que vendemos en Soria. Es algo que nos gusta recalcar mucho. No queremos que la gente piense que según lo donan, se vende, porque no es así. La ropa que tenemos en la tienda viene de Barcelona. Y la ropa que nosotros recogemos va a Barcelona a una planta de reciclaje de allí, donde va ropa de toda España.
Va a Barcelona, a Bilbao y a Valencia, los tres lugar donde hay planta. La selección se hace allí y luego se distribuye a todas las ciudades que están adheridas al programa de Moda Re. Soria es muy pequeña y lo que se quiere evitar es que vayas a la tienda a comprar la ropa que hace un mes has depositado en un contenedor.
Partimos de la base de que todo el mundo compramos más o menos en los mismos sitios. Zara, Estradibarius, Máximo Duti, al final todos dejamos la misma ropa... Sí es importante recalcar una cosa. Para nosotros es tan importante la gente que viene a comprar ropa, que las personas que donan prendas. Igual de importantes.
P. En la era de las compras y ventas en modo táctil ¿qué plus es la tienda en que trabaja?
R. Encontrarte una tienda nueva en cada momento. Al ser de segunda mano no tenemos talla, ni colores... Una vez que se ha vendido una prenda, se va a reponer otra prenda completamente diferente. Normalmente no suele haber dos iguales. Digamos que la tienda es nueva en cada momento. Estamos renovando constantemente.
P. ¿Donamos o mejor vendemos?
R. En este caso, donar. Entregar tus pertenencias para que otra persona las pueda utilizar. Depositarlo en los contenedores de Cáritas que están repartidos por todo Soria y provincia. O se puede venir y preguntar en la tienda, porque dependiendo del volumen de la donación podemos ir y recogerla en domicilio. Cuando una persona dona está favoreciendo el hecho de que otra persona, por un precio social, pueda comprar ropa, ir vestido y calzado dignamente y no se sienta mal cuando no tiene para cambiarse de ropa.
P. ¿Qué mano es la segunda mano?
R. Es una segunda mano amiga, que ayuda, que escucha, que empatiza. Una segunda mano abierta a todo tipo de público.
P. Oiga, Mayte, ¿qué se puede reutilizar además de la ropa?
R. Se me ocurren muchas cosas, como los libros de lectura. Y también puedes reutilizar tu tiempo de alguna manera ayudando a los demás, escuchándoles, dándoles una mano amiga en un momento dado. A veces necesitamos a una persona que nos coja la mano más que una palabra de aliento. O un abrazo... yo considero que es muy necesario. Podemos reutilizar nuestro tiempo en estas cosas.
P. Dígame una prenda de la que no se desprenda. ¿Qué guarda y por qué?
R. Me cuesta desprenderme mucho de ropa que he confeccionado yo misma para mis hijos. Se me ocurre, por ejemplo, el vestido de Comunión que le hice a mi hija con unas telas de cortina, que nadie diría que era una cortina. Compré la tela y cuando dije que iba a ser para un vestido de Comunión me miraron como diciendo 'esta mujer no sabe lo que dice'. Pero yo quería hacerle el vestido a mi hija y ella quería que se lo hiciera. No lo quitaré nunca, entre otras muchas cosas. Sobre todo cosas de mis hijos. Me cuesta desprenderme de cosas que me traen buenos recuerdos.