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Entrevista. Gregorio 'Goyo' de la Iglesia Abad

«Llevar el gigante de la Reina Leonor es como si hubieras dado un estirón grande»

La transformación es rápida. Ni la mejor de las drag queen luce mejor en un desfile, ni atrae las miradas que esta Leonor levanta a su paso. Dice Goyo que se identifica con ella, con esos más de 3,5 metros de altura bien llevada, metido en sus entrañas en su mismo centro de gravedad. Y cómo no hacerlo. Insuflar vida a los gigantes y cabezudos de la comparsa de Soria no está al alcance de cualquiera.

Goyo de la Iglesia Abad.SERGIO DE MIGUEL

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Soria

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Pregunta.– ¿Le falto si le digo cabezudo?

R. No, para nada. Llevando un gigante nos llaman giganteros, pero llámame como quieras.

P. ¿Cuántos metros mide cuando se transforma?

R. Cuando nos transformamos, la altura media, teniendo en cuenta que solemos llevar distintos, está entre 3,50 y 3,70 metros. (Vaya vértigo). No, qué va, es cuestión de acostumbrarse. Hacemos ensayos todas las semanas y a base de cogerlos vas practicando y al final es como si el gigante fueras tú. Como si crecieras. Llevando el gigante de la Reina, que es algo inerte, rígido y se va moviendo para los lados, es como si hubieras dado un estirón grande. No es llevar algo encima, sino que va quieto. Una vez que te pones dentro, lo interiorizas. Las primeras veces ibas nervioso, te costaba, te ibas a la derecha, a la izquierda, pero ahora lo llevas mucho mejor. Es un peso y el centro de gravedad cae justo en tu centro de gravedad y se lleva bien y muy fácil.

P. La reina es usted. ¿Cuánto pesa?

R. Pesa unos 45 kilos. (¿Y en total?). Pesaremos entre los dos unos 120 kilos.

P. ¿Por qué la Reina?

R. Yo fui el último que se metió en la comparsa, aunque últimamente ha entrado más gente. Cuando empecé a hacer ensayos era la que quedaba y a base de coger la misma, pues -como si dijeras- 'me he quedado con ella' y adaptado a su forma. Porque cada uno (de los gigantes) se lleva distintamente. Me siendo identificado con ella; al principio era la que quedaba libre, pero ahora siempre que puedo la llevo a ella.

P. A Leonor...

R. A Leonor de Plantagenet. (No caigo). Esa reina pertenece a la leyenda de Robin Hood, es hermana de Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra. Y es la que se casó con Alfonso VIII.

P. No se haga de rogar y háblenos de su cuerpo. De sus partes, del número de partes quiero decir...

R. Cuando se desmonta está compuesta básicamente de tres partes. Una que es diríamos el armazón; por otro lado estaría el cuerpo, con cuerpo, brazos y cabeza, que es lo que le da la forma de muñeco; y luego, que también es muy importante, el peso de los trajes, que pesan bien. Se nota de levantarla con traje a hacerlo sin él. Cuando hacemos viajes y salidas a otras concentraciones de gigantes, hay que llevarla desmontada.

P. ¿Qué tienen los gigantes y cabezudos de Soria que no tenga el resto?

R. Lo característico de estos es el dibujo, el diseño. Siempre son los tradicionales, los reyes de la baraja, o Dulcinea y Quijote..., pero estos están personalizados para Soria. Llevamos los piñorros, los numantinos y también a Alfonso VIII y su mujer, que son reyes, y de Soria.

P. ¿Qué come un gigante para aguantar el tirón? A ver si al día siguiente tienen que ir al 'fisio'...

R. No, no. Se llevan bastante bien. Es como todo, haces prácticas, lo llevas, lo mueves; al principio vas más pendiente de que no se te caiga el gigante, pero ahora lo coges, lo mueves y con soltura. Ya te digo, se lleva muy bien y es algo que, si no puedes salir por trabajo o por lo que sea, lo echas de menos. Echas de menos el salir.

P. ¿Tiene relevo a la hora de llevarlo?

R. Como somos un grupo reducido, nos vamos cambiando. Entramos uno, salimos otro. No hay personas fijas para los relevos. Y si yo me tengo que meter para ayudar en alguno que no sea el mío, pues lo hago.

P. ¿Qué aporta una comparsa a la fiesta?

R. Lo primero mucho colorido. Ves a los chicos corriendo por la calle. Estos días ha estado muy animado El Collado. Es una fiesta para los niños, son salidas para los más pequeños.

P. Son casi patrimonio del pueblo.

R. Realmente es que el sentido de los cabezudos es con los niños. Cuando la gente se hace algo más mayor, los dejan como retirados; y luego tienes hijos y ya les das el valor que tienen. Es como si se les diera un valor de niños que luego se olvida y de nuevo se retoma cuando tienes hijos.

P. ¿Quién se acerca y por qué a un cabezudo o a un gigante? 

R. A mí lo que me ha hecho meterme de lleno es la afición de mi hijo. Antes iba haciendo fotos a los gigantes, porque me gusta la fotografía. Luego ves la alegría de los niños y te animas a cogerlos más días. Es eso, ver disfrutar sobre todo a los niños, que son muy agradecidos. Sería una pena que no saliesen. Mi hijo empezó llevando cabezudos; ahora hemos hecho en la comparsa dos gigantes. Entre un compañero, mi hermana, con el traje, y yo hemos hecho el Quijote y hemos recuperado un rey pequeño que había. Y este año está saliendo de gigantero. Son como unos gigantes en pequeño para los niños.

P. Repasemos cuántos hay en la familia, grandes y pequeños.

R. La pareja de numantinos, Retógenes y Nuane; Alfonso y Leonor, los reyes, y luego a don Saturio y doña Blanca, que representan a los típicos habitantes de Soria. Son los seis gigantes. Y luego además de las figuras típicas de todos los sitios, tenemos a Napoléon y el general Durán, que son cabezudos; los romanos Cayo Mario y Escipión; a dos árabes, Almanzor y Miramamolín; y en honor a la Leyenda de las Ánimas se hicieron Beatriz, el Templario y el Templario a caballo. Luego están los típicos de siempre. En total habrá entre 39 y 40 cabezudos.

P. Y después del Camiseta, recuperado el año anterior, ¿cuál vendrá?

R. Este año han salido los gigantillos por primera vez y han gustado mucho. Igual nos planteamos hacer la pareja, Dulcinea.

P. De todas sus salidas, ¿con cuál se queda y por qué?

R. La salida que más me gusta es San Saturio porque son muchos días seguidos. No es como salir una o dos veces -como en carnavales- y lo dejas.

P. Lo peor que le ha pasado o estuvo a punto de pasarle y no le ocurrió.

R. Lo peor fueron los primeros días. Iba pensando siempre 'cuidado, no se me caiga, no vaya a dar a alguien...'. La preocupación de que no se cayera fue lo peor que llevé. Luego eso se fue a base de práctica.

P. ¿Cómo serán los cabezudos del futuro?

R. Creo que los cabezudos del futuro no cambiarán mucho con respecto a los actuales. Si llevamos tantos años y siempre han sido igual, han cambiado muy poco las figuras, no creo que lo hagan en el futuro.

P. Oiga, hasta se hacen fotos con ustedes...

R. Sí, sí. La gente se hace fotos con nosotros, les gusta. Y hay personas incluso que quieren hacerse foto con quienes llevamos al gigante.

P. Si lo hiciera, ¿qué pensaría un gigante?

R. Les gustaría ser los protagonistas porque cada día que salen es una fiesta.

P. ¿Cuántos kilos de caramelos?

R. Te lo puedo decir por cajas... Estos cinco días habremos echado entre 10 y 15 cajas grandes de caramelos. No sé lo que pesan, pero mucho.

P. ¿Qué peligro tiene el baile de los gigantes?

R. El peligro es que se te vaya un pie, que te caigas, que caigas encima de la gente... Tienes que estar concentrado, sin equivocarte y tampoco en el paso del baile, que los giros sean al mismo tiempo que los demás para que quede una coreografía. Luego tienes que tener la precaución de no acercarte mucho a la gente... Ensayamos entre hora y hora y media todas las semanas.

P. Y hasta que el cuerpo aguante.

R. Pues sí, como te he dicho antes, echo de menos salir cuando no puedo hacerlo. Y aunque mi hijo dejase la comparsa, yo seguiría. Seguro.