Entrevista. Jesús Rubio Alonso
«Tuve la suerte de aprender a conducir con mi padre: se iba de viaje y yo me iba con él»
Como su padre y sus dos abuelos, este hombre lleva un volante en las manos. El de un autobús para ser exacto, al igual que hacen otras tres hermanas Rubio. Natural de Ólvega, hablamos con el presidente de los autobuses en Soria del trabajo en el sector, de la reciente huelga y de lo que dicen las ruedas de su flota de las carreteras en la provincia. También nos dice quién se monta en sus taxis de lujo.
Pregunta.– ¿Qué haría si le pagaran un euro por cada kilómetro conducido?
R. No sé si llegaría para pagar todos los gastos que tenemos actualmente. Hay muchos gastos de personal, vehículos, seguros, combustible, mantenimiento. Y con un euro por kilómetro no llega para pagarlo todo. Un vehículo es muy caro y actualmente han subido mucho los precios de todo, mano de obra y demás. A la hora de fabricar un autobús se han encarecido un 20% los materiales y el precio del autobús.
P. ¿Pesan mucho los kilómetros conducidos?
R. Sí, bueno. Hay viajes muy pesados, largos, en horas un poco intempestivas. Los hay que conduces toda la noche y al final pasan factura. Acabas cansado, sí.
P. Si me permite la pregunta, ¿quién conduce mejor, su padre o usted?
R. Yo aprendí de mi padre. La verdad es que tuve la gran suerte de aprender a conducir con mi padre. Él se iba de viaje y yo me iba con él, porque de pequeñito me gustaba mucho y aprendí con él. Entonces se trabajaba también mucho. No solo era el conducir: cuando se terminaba un viaje tenías que hacer el mantenimiento del autobús, la limpieza. La verdad es que ya no era el viaje en sí, sino todo lo que acarrea detrás. Era muy duro. (¿Y ello no le retrajo a la hora de seguir?). No, me gustaba conducir y los vehículos. Cada vez que estrenamos un autobús, la satisfacción de un vehículo cómodo, que está bien... No me decidí por otro tipo de actividad.
P. ¿Cómo es eso de ser la tercera generación de una empresa familiar de transporte de autobús?
R. Es muy difícil. Pero gracias a Dios somos unos cuantos hermanos, que somos los que gestionamos la empresa y gracias a eso tenemos que disponer de menos conductores, además. Pero es difícil, porque el tema de la globalización que viene con las grandes empresas nos está minando mucho, pero gracias a nuestro trabajo y tesón , seguimos adelante.
P. Taxis de lujo ¿para quién?
R. Tenemos clientes a los que les gusta viajar bien. Tenemos una clientela a la que le gusta viajar en unos vehículos cómodos y amplios. (¿Me dice algún nombre?). La familia Revilla, por ejemplo, Emiliano Revilla. Mi padre estuvo de conductor, de chófer para el padre de Emiliano Revilla, el señor Antonio Revilla. Viene de muy lejos.
P. Es jefe. ¿Por qué sí o no secundó la huelga hace unos días?
R. No la secundé. Estoy de acuerdo con que en determinadas actividades se sufre más que en otras. En el tema de conducir, algún conductor con 65 años está muy castigado. Pero no la secundé porque el Gobierno quiere cargarnos todo a nuestras espaldas, los seguros sociales y todo. A mí no me importaría colaborar, pero siempre que ellos también echasen una mano y se involucrase también el Gobierno.
P. Le noto más contento que un adolescente con patinete con el nuevo bus de Autobuses Rubio.
R. (Ríe). La verdad es que estamos muy contentos, sí. Nosotros disfrutamos comprando un autobús y haciéndolo a nuestro gusto; nosotros lo diseñamos, tanto el interior como el exterior. Lo conducimos, lo llevamos, transportamos a la gente, que es lo que nos gusta. También podríamos hacer vehículos más económicos y trabajaríamos lo mismo. Pero la satisfacción de llevar un vehículo que es el top en la escala europea es una satisfacción que nos encanta.
P. ¿Dónde lejos ha viajado?
R. En Europa, por toda la geografía española, Portugal, Francia, Italia... Son los recogidos más largos. Nuestros clientes son agencias de viajes, institutos, escolares, equipos deportivos, rutas de transporte escolar, servicio de fábricas en líneas regulares... Un poco de toda.
P. ¿El soriano se comporta?
R. La verdad es que sí. No tenemos quejas ni por ser sorianos o aragoneses o navarros. Nos movemos por todas las comunidades y la verdad es que se comporta todo el mundo en general. Siempre hay algún grupo que quiere dar la nota, pero nada.
P. ¿Sabe el hombre dónde va?
R. No sé dónde va, pero sé que cada vez va a más. A raíz de la pandemia, los viajes se han incrementado mucho y la gente sale mucho más. La temporada pasada estuvimos desbordados, pero no solo nosotros, sino todas empresas de transporte. Entre la falta de transporte y conductores, hubo épocas en que estábamos desbordados. No sé por qué. La pandemia cambió mucho la mentalidad de la gente. A raíz de ello, compran las viviendas con terrazas grandes y no escatiman. Y viajan mucho más que antes.
P. Ha dicho que faltan conductores, ¿tan duro es conducir un autobús?
R. No lo considero duro. Es un trabajo como cualquier otro. El problema es que nosotros trabajamos más los fines de semana que entre semana. De lunes a viernes, el día a día se lleva, pero los fines de semana no tanto. Como te decía antes, hay equipos deportivos y eso es trabajo. Y a la gente le cuesta trabajar los fines de semana.
P. La última vez que estuvo a punto de bajar a un pasajero de un autobús.
R. ¡Buf! En cualquier boda. Las bodas suelen ser viajes muy complicados. Los viajes de ida muy bien, pero luego las vueltas son peligrosos.
P. ¿Cuándo un conductor se gana el infierno?
R. En el trato con la gente se puede ganar el infierno. A la gente hay que tratarla bien, no puedes tratarla mal. Pienso que hay que tratarla como te gustaría que te trataran a ti. Si tu tratas bien a las personas, la mayoría te responderán.
P. Pregunta trasnochada. Dígame con la mano en el corazón que la mujer conduce igual de bien que el hombre.
R. Sí, sí, perfectamente. De hecho tengo tres hermanas que conducen, son conductoras de autobús y perfectamente. De hecho, hace poco una estuvo en un circuito por Francia; ha estado por Portugal y sin ningún problema. Siempre lo he visto en mi casa. Ahora no sé cómo andaremos, pero antes igual el 50% de la plantilla éramos chicos y chicas. No había más de un género que de otro. Ahora igual estamos más chicos que chicas.
P. Las mejores cualidades para conducir. Amén del carné, se entiende.
R. La tranquilidad. Hay que estar muy pendiente de todo lo que haya a tu alrededor, sobre todo fuera, dentro es difícil controlarlo. Pendiente de lo de fuera, donde si tienes anticipación ya tienes mucho ganado. Y si tu tienes tranquilidad, vas tranquilo, sereno y sin estar nervioso se conduce mucho mejor.
P. ¿Qué dicen las ruedas de su autobús de las carreteras de Soria?
R. Para empezar, las ruedas del autobús quieren un poco de mantenimiento en las carreteras. La verdad es que se quejan un poco de la falta de mantenimiento de muchas de esas carreteras. Hay carreteras y autovías que están muy bien y las hay que están muy mal. Hay un poco de todo. Hace unos años en proporción con otras comunidades, teníamos las mejores carreteras, pero ahora no. Las han descuidado un poquito.
P. Recientemente ha sido elegido presidente de Asotrabus. ¿Qué me dice de la unidad del sector?
R. Ha habido épocas que sí hemos estado muy unidos. Pero como en todos los sectores, hay controversias y rivalidades. Quieras o no somos competencia. Ahora mismo los de la asociación estamos unidos, pero hay asociaciones externas que no tanto.
P. ¿Cómo se repone de una metedura de pata?
R. Intento dar la cara, pedir disculpas y ya está. Pierdo tiempo intentando hacerlo todo lo mejor posible cuando preparo un viaje para que vaya todo bien. Siempre hay algo que puedes cambiar, pero si lo tienes preparado la incidencia es mínima. Si no preparas un viaje de puede salir cualquier cosa.